Capitulo 9: Te conquistare

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-Es imposible... Como,¿cómo tiene estas armas?-

-¿Las conoces?-

-Supongo, esto es... imposible-

-He estado reparando este viejo set de armas por un largo tiempo pero yo no soy capaz de usarlos, ¿por qué no lo intentas?-

-Si usted no pudo, no creo que yo lo haga-

-Inténtalo-

Esto es imposible, este set de armas, me son reconocidas pero no recuerdo en donde las he visto.

Este set estaba conformado por una antigua espada llamada "drakon" esta espada, según las leyendas, era capaz de destruirlo todo en cuestión de segundos, solo necesitaba a alguien muy hábil que la empuñe

La segunda arma que pude contemplar fueron las pistolas duales más conocidas como "destiny".

Cada una de estas armas eran parte de la historia, eran muy poderosas e importantes.

-Bueno aquí voy-

Estaba nervioso pero debía controlarme e intentar empuñar estas armas.

Agarre la drakon y... Nada, más parecía una espada normal pero al poco rato me enteré de su verdadero poder.

Esta espada me mostró recuerdos de sus a anteriores dueños, y unos mensajes codificados que decían: <te lo mostraré todo><te demostraré la verdad>

-Duele... Ahh, para, ¡para!-gritaba

-Leo, cálmate-

-Ahhh ¡duele! ¡detente por favor!-

El dolor era insoportable, esta espada me mostraba los recuerdos y sus muertes de sus amos y a la vez yo sentía ese dolor, sentía que me destruía por dentro.

-Leo-

-Esta espada... Esta maldita-

-¿A que te refieres?-

<No reveles mi identidad>

-Ah...No es nada, solo necesito descansar- dije intentando salir del lugar

Me fui a mi casa y deje las armas en la cocina y me eche a dormir.

-¿dónde estoy?-

<Es un gusto conocerlo, nuevo amo>

-¿Quién eres?-

<Soy drakon, la espada que acabas de empuñar>

-¿Cómo...?-

<Cálmate no te pienso hacer daño, después de todo eres un poseedor de alas negras>

-¿qué?-

<Ya deberías saberlo>

Me mostró el recuerdo de la lucha en el muelle.

-Pero... El jefe dijo que no existían los poseedores de alas negras-

<Te está mintiendo>

-No, él nunca me mentiría-

<Sabes que es cierto>

-No-

<No niegues la realidad>

-¿y tú cómo sabes sobre mí?-

<Una vez que me empuñaste me conecte a ti, somos uno, tus recuerdos son míos y los míos son tuyos>

-¿Que es un poseedor de alas negras?-

Me enseñó un recuerdo donde estaba un señor entrando a unas ruinas abandonas.

<Dirígete ahí y te lo mostraré todo>

-¿Dónde está?-

<La ciudad naranja>









































Hoy me tome el día libre debido a lo que ocurrió ayer además, según drakon, no he estado durmiendo muy bien, bueno quien dormiría bien si cada tres segundos ves recuerdos de gente muriendo y un dolor punzante en el pecho.

-Ah... ¿Qué voy a hacer?- dije suspirando

Salí a la calle ya que no me gusta estar encerrado en mi casa pero, siento demasiadas miradas, no sólo a mis espaldas, me siento rodeado.

-Estas ropas no son tan llamativas entonces por qué me miran?-

Seguí caminando hasta una tiendo en la que me metí para comer algo.

-Disculpe-

-Si, en un momento lo atenderé-

Bueno solo me queda esperar, me senté en una silla a esperar a la mesera.

-Se estado demorando demasiado- susurre

Narra Aisha

Estaba en mi trabajo de medio tiempo, después de lo que sucedió en mi panadería no quiero que vuelva a pasar así que la cerré y empecé a trabajar como mesera.

-¡Aisha, lleva un café a la mesa dos!- dijo una de mis amigas

-Okay-

-Disculpe-

Esa voz me sonaba reconocida, demasiado, así que asome mi cabeza para ver quién era y... Era imposible, él estaba en la tienda porque, de todas las tiendas del mundo tenía que venir a esta.

-Si, en un momento lo atenderé- dije nerviosa

No quería atenderle, me daba mucha vergüenza y estaba muy roja no quiero que me vea así.

-Aisha ¿qué pasa?- dijo la gerente mientras miraba a Leo~ Ah, ya veo el problema, bueno puedes tomarte el día libre, aprovéchalo-

-¡No lo voy a hacer!- grite

-Disculpe, me gustaría ordenar un café por favor- dijo Leo acercándose al mostrador

Me volteé para que no me reconociera, además le pedí, a muecas, que una amiga me ayudar.

-Buenos días, en que lo puedo ayudar?- dijo Ari salvándome el día

-Ah... Bueno, me podría dar un café?

-Esta seguro?, no lo veo muy bien que

digamos, mejor tome un jugo de frutas, lo relajara se lo aseguro-

-Ah... Supongo que la falta de sueño me hace ver mal eh?, bueno si usted lo dice-

-Bien, se lo traeré en un instante-

Leo fue a su mesa y espero.

-Me debes una, Aisha-

-Jaja, te lo agradesco-

-Y dime, es tu novio?-

-No-

-Quieres que lo sea?-

-Bueno...-

-*risa* Toma, llévale este jugo y habla con él, después de todo tienes el día libre-

-Pero... No sé si podré hacerlo-

-Inténtalo-

-Esta bien-

No sé si deba hablar, no sé qué decirle y tampoco quiero que me vea como una tonta, pero solo por, me esforzaré.

Narra Leo

Espere el jugo o lo que me fueran a traer, realmente no me importa solo quiero tomar algo.

-Aquí está su jugo señor-

-Oh gracias, toma, conserva el cambio-

Salí del lugar mientras revisaba mi celular.

Estaba buscando las ruinas que drakon me pidió que encontrara.

Narra Aisha

Ahh... ¡Eres un idiota!, ¡un ímbecil!.

Ni siquiera me prestas atención... Pero no me rendiré.

Los PurifiersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora