Sombra 5

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Tengo la boca seca. Tengo Sed. Necesito beber un poco de agua.

Las personas que están en la habitación hablan. Algunas hablan entre ellas. Otras hablan solas. Grace está hablando con una chica.

Sigo tumbado en la cama. La misma cama de sábanas blancas. Abro los ojos pero no me muevo. Si no me muevo quizás no se den cuenta de que estoy allí, o quizás, al menos no se den cuenta de que estoy despierto.

¿Están hablando de mí? Trato de respirar con cuidado, sin hacer ruido, y escuchar lo que dicen.

"Habéis sido aceptados en el programa de adopción, no obstante aún deberéis esperar. Debemos comprobar que no existe ningún familiar directo en vida que pudiera reclamar la custodia del chico. Debemos poder verificarlo y estar seguros de ello antes de proceder a firmar los papeles" – Es una voz entrecortada. Desganada. Triste.

"Lo entendemos. Descuide. Sin embargo, que pasa si tiene algún pariente. Un pariente cercano en vida. ¿Qué pasa si resulta que no lo hace mejor ?¿Qué pasa si también es como él?¿Qué pasa si es como ella?" – Dice otra voz. Una voz fuerte y tosca, pero también triste.

"Su madre no dejó ninguna indicación. No tenemos constancia de que hubiese ningún otro familiar. Ningún vecino conocía al padre ni a la madre. Nadie ha reclamado al chico ni nos ha aportado ninguna pista que nos pudiera servir para intentar encontrar a algún pariente".

"Es triste decirlo, pero todo hace pensar que está sólo. La única razón por la que conocemos su nombre es porque él lo había escrito con tiza en la pared".

¿Qué nombre? ¿A quién se refiere? Quiero abrir los ojos y preguntar de quien hablan pero me da miedo hacerlo. No quiero que me toquen. No quiero hablar con ellos.

"Pero no se preocupen. Si alguien viene a buscarlo y dispusiera de la potestad necesaria para acogerlo, personalmente me encargaré de que se haga un trabajo exhaustivo de investigación y seguimiento para asegurar el bienestar del niño allí donde esté"

Se hace el silencio. Nadie pronuncia una sola palabra durante los próximos cinco o diez minutos. ¿Se habrán dado cuenta de que estoy aquí? ¿Saben que estoy despierto? Por unos momentos temo que me hayan visto moverme.

"Bueno, en cualquier caso, por el momento solo nos queda resignarnos e intentar sobrellevarlo lo mejor posible mientras dure el periodo." – Oigo como se marchan de la habitación.

¿Qué periodo?¿A dónde han ido? ¿Quién ese niño, a donde va? ¿A dónde se lo quiere llevar? Siguen hablando por el pasillo. Aún alcanzo a oírles.

"De momento, tan pronto como le podamos dar el alta y durante todo lo que dure el periodo de reasignación de custodia vivirá en una casa de acogida. Si nadie lo reclamase. Entonces, será todo suyo"

Mi cabeza comienza a dar vueltas. Hablan de mí. ¿Todo suyo?. Dejó de escuchar. Siento un vacío en el estomago. Un vacío como el que se siente al acercarse al borde de un precipicio. Tengo miedo. Me acurruco bajo las sábanas y aprieto la almohada contra mis oídos, con fuerza, utilizando las dos manos. No quiero seguir escuchando. Por suerte se alejan. Ya no consigo oírlos.

Después de un rato consigo calmarme. Pese a no haberme movido de la cama estoy cansado. Es de noche. No tardo mucho en dormirme.

Cuando vuelvo a despertar hay un montón de gente en la habitación. Como todas las personas que veo, también parecen felices y tristes. No había vuelto a ver tanta gente desde el último día que estuve en casa. Todos se mueven nerviosos de un lado para otro. Grace está ahí.

Ve que estoy despierto y se acerca a la cama.

"Esta es tu fiesta de bienvenida, Christian" – me dice con voz dulce. ¿Bienvenida a donde? Hace días que estoy aquí, hace días que no estoy en casa.

El origen de GreyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora