Capítulo 27: Más amigos, más problemas

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–Entonces, ¿ustedes se quedaban en casa de nuestro padre?– preguntó luego de escuchar la charla entre el niño y el chico alto –Creo que deberían venir con nosotros por esta noche, tenemos un par de sofás donde pueden dormir.

–¡No me voy a ir con un par de extraños!– exclamó el niño dando un par de pasos hacia atrás –¡Secuestrador!– le gritó viéndola con molestia.

–¡No le llames así a la gran líder!– le reclamó Momo dándole un suave golpecito en la cabeza –Estás hablando de una persona muy confiable, así que; ¡discúlpate con ella!

–¡¿Con ella?!– preguntaron el niño y ella misma al unísono, todos se quedaron viéndola –¡¿Qué...?! ¡Sabía que diría eso!– exclamó a la defensiva –Siempre pasa...

–Sigo esperando la disculpa– insistió Momo de brazos cruzados viendo al niño de reojo.

–¡No voy a disculparme porque usted me lo diga, SE~ÑO~RA!

–¡No me llames señora! ¡Soy una chica joven!

–¿Ella es amiga de Shintaro?– preguntó el albino al hermano de Momo.

–¿Amiga?– preguntó ese muchacho viéndolo de reojo –Sólo es mi hermana...

–... ¿Y eso qué es?– preguntó luego de unos segundos el más alto.

Era sorprendente que ese chico, que parecía venir de una convención de anime, el cual claramente era un adolescente, no supiera el significado de aquella palabra.

–¡Los hermanos son las personas que tienen los mismos padres!– se escuchó nuevamente esa voz femenina, que provenía del chico Kisaragi, pero claramente no era él quien hablaba.

–Ohh... ¿Y los hermanos son confiables?– preguntó una vez más el albino.

–Claro que lo son– intervino Seto, sonriéndole con dulzura –. Ella es mi hermana, y somos los mejores amigos– le aseguró –. De hecho ser hermanos es incluso más que ser amigos– le resultó tierno que en el mundo de su hermano, no existiese el concepto de dos hermanos que no se quisieran.

–¡En efecto!– resonó una vez más la vocesita electrónica –La hermanita menor del amo es amiga de Ene también.

–¿Ene?– preguntó ella viendo confundida a Seto, quien la miraba de igual forma, pero nadie le prestó atención.

–Entonces, si la hermanita es amiga de Ene, Konoha puede confiar en lo que dice– dedujo el chico quien parecía estar usando todo su potencial para esa asociación de ideas, de un momento a otro estaba viéndola con esos ojos del mismo color que los de Mary, sólo que en ellos no parecía haber sentimiento alguno –. ¿Podría cuidar de Hibiya mientras Konoha busca a Hiyori?– le preguntó tomando al niño de la cintura y se lo ofreció como si fuera algún tipo de paquete.

–Ahm... Sí, claro– asintió sin saber como reaccionar, ya que el chico alto continuaba con los brazos extendidos esperando que ella tomara al niño.

–¡Suéltame retrasado!– chilló Hibiya pataleando y retorciéndose hasta que Konoha lo liberó –¡Y yo no me voy a quedar con nadie! ¡Voy a seguir buscando a Hiyori por mi cuenta!

–Hibiya...– Seto puso una mano en el hombro del chico y se inclinó hasta quedar a su altura –La hemos buscado durante horas, no hay mucho que podamos hacer ya... Todos estamos cansados, y terminarás perdiéndote tú también... Lo mejor que podemos hacer es descansar, y mañana salir con todas las energías.

Tres caminos, un solo destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora