Prólogo.

113 6 2
                                    

Nicky salió del cuarto aún arreglándose, su cabello estaba más rebelde que de costumbre e iba maldiciendo entre dientes que el cloro de la piscina le hubiera arruinado el peinado.

Se rindió cuando Devon se acercó a ella con una sonrisa con hoyuelos y el clásico brillo de comercial. Sin duda tres años de ortodoncia habían tenido un efecto positivo y era un regalo para la población femenina.

Nicky POV's

- ¡Hey, pequeña!

-¡Oh, cállate Devon! Lo último que necesito es que comiences a decirme pequeña ahora. - dije arrugando la nariz y caminando a la cocina para tomar un vaso de agua.

- De acuerdo, de acuerdo. Pero no vas a pasearte por mi casa vestida así. - dijo observándome de arriba a abajo con una mueca como si estuviera viendo un desastre.

Corrección: ESTABA viendo un desastre. Mi pijama consistía en alguna blusa gigante que encontraba cuando venía en su armario y un short de franela negro. Y, no tenía zapatos.

- Sólo quiero ir por un poco de agua y regresaré a la...- ni siquiera pude terminar porque él se agachó tomándome por las piernas y poniéndome en su hombro.

- Nop, te vas a poner linda porque vendrá gente y debes estar presentable. - dijo entrando en la habitación y aventándome a la cama.

Reboté como muñeca de trapo y me cruce de brazos cuando él se adelantó al armario.

-Buena suerte con eso, - dije con sorna - porque mi cabello está hecho un asco y ni creas que dejaré que alguien me vea así - dije frunciendo el ceño.

- ¡Calma fiera! - esbozó una sonrisa con el conocimiento de que eso me tranquilizaría. - Estás preciosa, como siempre. Pero si quieres te ayudo con ese nido de arañas que tienes en el cabello - dijo moviendo las cejas cuando le pegué haciéndome reír.

- Por favor, tus invitados saldrán despavoridos cuando me vean así.

- Eso, o pensaran que nosotros...

- ¡Ew! Dev, eres asqueroso - volví a reír y le toque la cara viendo sus ojos fijamente. Tuve un pequeño estremecimiento y reí tontamente otra vez.

- Dejando de lado eso, báñate y busca algo sexy que ponerte mientras yo me fijo si ha llegado tu carta para la universidad.

Y antes de que pudiera hablar o si quiera parpadear salió corriendo en dirección a no-se-dónde.

Me bañé lo más rápido que pude y cinco minutos después estaba enfrente del armario intentando escoger lo más apropiado. Al final encontré mi vestido de licra que olvide una vez aquí. Era a rayas horizontales negras y blancas, ajustado al cuerpo, manga 3/4 y a mitad del muslo.

Camine a mi maleta y saqué mis tacones asesinos de 12 centímetros que hacían mi 1.65 en 1.77, casi como mi mejor amigo.

Use la secadora para que mi cabello se viera salvaje pero domado de alguna manera y me maquille. Pero por maquillaje me refiero a rimel y gloss.

Eso era todo lo que usaba gracias a aquel idiota con el que me pasaba criticando a otras ilusas que se acercaban a él con la cara embarrada de pintura. Él les decía que parecían "El Guason". Aunque en realidad muy pocas lo entendían.

Terminé precisamente cuando el rey de Roma entró y silbó. Los colores subieron a mi cara y sentí como él reía.

- ¡No es la gran cosa! Pude haber hecho más si hubiera tenido más tiempo pero...- me hizo callar cuando dio un pico en mis labios dejándome pasmada.

- Hablas demasiado cuando estás nerviosa, guapura - dijo con los ojos un poco rojos lo que me hizo ver que estaba un poco tomado. - Esto es tuyo, Nicole. - pronunció mi nombre como una caricia para después pasarse la lengua por los dientes lo que me hizo suspirar cuando vi el sobre con el sello de la institución con la respuesta a mi solicitud.

- Gracias, amor - le guiñe el ojo para seguir con su juego. - Espera, esto ya está abierto.

- ¡Ups! Debí avisarte que llegó la semana pasada - dijo provocando que tomará la actitud de un pez y abriera y cerrara la boca como una idiota.

- ¿Y por qué la abriste? ¡He estado como imbécil a punto de sufrir un ataque de ansiedad porque a ti se te olvidó que ya había llegado...! - A la mitad de mi protesta se abalanzó sobre mí dejándome con la palabra...y su lengua en la boca.

Me estaba besando...¡me estaba besando! ¿Y yo que estoy haciendo? Le estaba devolviendo el beso.

- Cállate y antes de que me asesines de manera lenta y dolorosa, fíjate porque se me olvido. - dijo contra mi boca arrancándome un gimoteo de protesta.

Me soltó y comencé a leer la carta:

*Estimada señorita Willson:
Estamos complacidos de informarle que usted fue aceptada en la prestigiosa escuela...*

Pegué un chillido agudo de la emoción y comencé a rebotar de felicidad. Brinque sobre el chico de enfrente y sonreí mientras me atrapaba en el aire y daba vueltas conmigo en sus brazos.

- Sígueme y quedan prohibidas la quejas.

Tomó mi mano y salimos de la habitación riendo. Pero en cuanto recorrimos el pasillo hubo tantas caras, tanto conocidas como desconocidas que comenzaron a felicitarme y así dio inició una fiesta...por la que cambiaría mi vida.

****

Llevaba cerca de tres horas bebiendo, de un lado a otro por las personas que me felicitaban, las que me presentaban y las que querían bailar.

Estaba hablando con Ethan, otro de mis mejores amigos el cual juraba que si no disfrutaba de una fiesta organizada en mi nombre era porque estaría con ALGUIEN de ESA manera, como tan elocuentemente lo expresó.

- Ethan, quiero ir a bailar - dije actuando como una niña pequeña. - Pero antes, ¿qué se traen tu primo y tú?

- ¿Por qué? ¿Dev te ha dicho algo?

- ¿Por qué tendría que decirme algo? - dije con un diminuto hipo que no pude evitar por culpa del alcohol.

- ¡Dev! ¡Tu novia quiere que la saques a bailar! - reí sin importarme realmente corregirlo. No éramos novios pero eso no importaba porque Dev tampoco hizo esfuerzo de hacerlo ver su error.

- Vamos a bailar, muñeca. - dijo dandole al DJ indicaciones de poner alguna canción. - Tu canción favorita.

Sonaba por los altavoces "Eclipse de Luna" de Maite Perroni y negué con la cabeza. Esa no era mi canción favorita. Pero aún así disfrute bailándola con él.

- Te quiero - dijo en mi oído haciendo que me estremeciera.

- Yo también te quiero, niño. - no era nuevo que nos dijéramos eso, era algo que nos decíamos todos los días.

Acercó su rostro al mío y me llegó de golpe el aroma a tequila. Besó mis labios por tercera vez en la noche y aún no me podía mover.

- No te quiero como se puede querer a una amiga, te quiero de querer como querer a alguien, sentimental... Me importas más que una amiga - tropezó un poco con sus palabras pero mi corazón se detuvo y volvió a latir con tanta fuerza que casi dolió.

Lo que sí me destrozó fue cuando él me miró herido, dio media vuelta y se fue.

_________

Pues espero que les guste mi historia, estaba escribiendo otra pero perdí la inspiración y ya saben, eso es crítico😭

Bueno chicas, espero les guste. Recomiéndenla para que pueda seguir adelante con la historia, que sea un trabajo en equipo😘

Cómo Enamorar A Una Mujer En 108 DíasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora