La Caida.

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Desperté, ya era el día, el día en el que ese muro hecho de esclavitud por fin se derrumbara. James se fue a su casa a buscar martillos. Yo fui a mi sótano y también busque cosas. Encontré un martillo bastante grande, se lo iba a dar a James ya que el tenia más fuerza.

Ya eran las 20:00 pm. Todos estaban en la calle, me reuní con James y caminamos con las demás personas hacia el muro.

"HOY ES EL DIA EN EL QUE TODOS NOSOTROS ESCLAVOS DE ESTE GOBIERNO NOS REBELEMOS EN CONTRA DE LA ESCLAVITUD Y RECUPERAR LO QUE ESTE MURO NOS ROBO"

Dijo el tipo que nos reunió a todos

¡1... 2... 3!

Empezamos a golpear el muro, yo estaba al lado de James golpeábamos el muro muy fuertemente, del otro lado también había gente golpeándolo, una parte del muro se cayo y seguíamos golpeando. Cada vez más fuerte, el muro se estaba derrumbando, de pronto una parte del muro estaba cayendo sobre mi era mi fin pero James me empujó y esa parte del muro cayó sobre el. James me había salvado y pude ver su sacrificio. El amor puede hacer cosas increíbles y a veces puede quitártelo todo de golpe.

El muro cayó, todos estaban felices, eramos libres y todos gritamos, eran nuestros gritos de libertad. Algunos lloraban por sus pérdidas, entre ellos estaba yo.

Cuando todos se fueron yo seguía ahí, con James, luego ví algo, estaba en el cielo, era ese ave se posó sobre el pedazo de escombro que había matado a James, el ave me miró a los ojos, estuvo así unos minutos y luego simplemente se fue. Nunca más volví a ver a esa paloma.

Llegó el día del funeral de los caídos del muro, obviamente asistí, hubiera querido despedirme, pero no pude, simplemente el muro arrancó una parte de mi, nunca me sentí tan vacía en mi vida, me faltaba algo, alguien. Pero el no estaba allí

Cuando término el funeral fui a mi casa y empecé a llorar, lo había perdido todo, mi familia, mis amigos, mi novio. Simplemente no tenía a nadie que me consolara, de pronto se acercó el chico que ahora es mi esposo, el me dio todo, techo, comida, amor. Pero aún ahora sigo pensando en que hubiera pasado si ese pedazo de escombro no existiera, si la rebelión no existiera y me di cuenta de que todo valió la pena, por fin escucharon nuestros gritos de libertad.

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