De Nerd A Popular~Kellin Quinn

Capitulo 30: ¿Me di por vencido?.

Entramos a la comisaria y me dejaron en una celda, me hinque en una esquina y ya no sabía que hacer. Tome mi cabello entre mis manos, todo se había salido de control y me estaba sobrepasando. Miré mi alrededor, todo lo que había estado pasando era mi culpa, ¿porque no me quede con ella?, ¿porque la tenía que hacer sufrir tanto?.

Narra Hannah.

Rodó una lágrima por mi mejilla, desde que he llegado a este estúpido infierno en vida, es la única vez que he llorado. Seque rápidamente mis lágrimas ya que mi madre estaba por subir la escalera.

-Oh my dear--apareció por el umbral de la puerta con una sonrisa de oreja a oreja--llego el turno de bañarte, ha pasado una semana, ya que las semanas pasadas te dejaba pan, sin nada, ni comida ni ducha ni nada aparte de golpes--sonrió--espero que me perdones, no he sido la mejor mamá del mundo pero te amo, y es lo que importa--

Tomo de mi brazo y desato la soga que tomaba de mis muñecas, las cuales estaban rojas de la fricción, las mire y solté algunas lágrimas más. Saco la soga que estaba alrededor de mis tobillos y trate de caminar junto a ella, mientras me tenía tomado el brazo, para que avanzara más rápido.

Presente, futuro, pasado, tiempo, ¿Donde llevaste a mi madre? A esa mujer dulce, que nos traía una tarta todos los días sin pedir nada a cambio, dime ¿donde esta?.

-Llegamos--dijo en un baño que estaba lleno de plastico y polvo--aquí me he bañado yo estos últimos días, así que tu te bañaras igual que yo, ¿entendido?--

Asentí.

-Muy bien, nos vemos en media hora, debes bajar a comer--

Asentí de nuevo.

En el baño había un tocador, y al lado de este un espejo largo y lleno de perlas a su lado. Me mire en el. No me reconocía, me estaba matando literalmente. Estaba delgada, parecía un palo andante, solo de huesos, mis manos estaban rojas, mi pelo estaba seco, mis ojeras enormes, mis labios estaban resecos. No era yo. Era la Hannah que no conocía, como no conocía a esta señora que se hace llamar madre. Tome una toalla que estaba en el lavamanos y la puse cerca de la ducha, me bañe, lo suficientemente rápido que me dejaran mis extremidades desnutridas y me cubrí con la toalla. Me dirigí a la pieza donde estaba encerrada y había un poco de ropa en la cama, me la puse y me dispuse a bajar.

-Hay tallarines, tus favoritos.

Asentí. No le iba a hablar a esta mujer.

-¿Estas bien hija? Te veo pálida.

¿ESTO ES EN SERIO?.

-Hannah hablame.

Insisto, no le hablare.

-¿Por qué no me hablas?, ¿qué he hecho mal?

-¿Qué haz hecho mal?!-levante mi voz, aunque no tuviera fuerzas-me haz maltratado un mes entero haciéndote llamar mi madre, pero no es así, mi madre era dulce, ¿donde te llevaste a esa mujer que me cantaba cuando no podía dormir?, dime, ¿dónde está?-mis lágrimas no pudieron contenerse y sólo llegaban al suelo.

Pero, en un abrir y cerrar de ojos, ella, tomó de mi brazo y me tiro contra el suelo, se puso encima mío y comenzó a pegarme, sin parar, por mucho tiempo. Se levanto, tomó de mis manos y me puso alado de la mesa mientras ella recogió los platos.

Ví la puerta de salida tan cerca pero tan lejos, así que corrí a ella y salí afuera, tal como pensé, era mi casa antigua, estaba lleno de vecinos comprando helados en el camión de mi infancia.

-AYUDA-grite-AYUDA, ESTOY SECUESTRADA, AYUDA... AYUD...-mis gritos fueron arrebatados por mi "madre", tapó mi boca y me llevó a la casa de nuevo.

Esto era un infierno.

-¿Cuál es tu problema Hannah?, te estoy cuidando y pides ayuda-golpe... tras... golpe.

-ESTO NO ES CUIDAR, MIRAME, SÓLO ESTOY EN HUESOS, HE SOBREVIVIDO GRACIAS A QUE ERA ANOREXICA, ME HAZ DEJADO SIN NADA, PEGAME DE NUEVO, ES EL ÚNICO AFECTO DE CARIÑO QUE DEMUESTRAS CONTRA MI-mis piernas flaquearon y me caí, frente a ella.

Odio ser débil cuando no debería serlo.

-No sé que decir...-susurró.

-Yo ya dije todo-susurré, trate de tomar toda la fuerza que tenía y me paré.

Ya no podía permitir pasarme a llevar de esta manera, levante mi mano, dispuesta a pegarle con las últimas fuerzas que me quedaban, pero ya no tenía nada... Me caí intentándole pegar, igualmente, no soy como ella. Subí lentamente la escalera, la miré de reojo y ella me lanzó una mirada suplicante, negué con la cabeza y seguí mi destino.

Narra Kellin*

-Comisario, hay una adolescente pidiendo ayuda en Denver, nos llego la llamada de varios padres de una comunidad de un vecindario diciendo que los niños mientras compraban helado habían visto a una chica pidiendo ayuda al salir de una casa y hablaron de secuestro y creo que debe ser una pista en el caso que llegó hace unos días...

-ES ELLA-grité, la necesitaba ver, así que...--quiero ir con ustedes, por favor....

-No creas que es así de fácil... ¿Crees ser capaz de soportar como está?...

-No, pero la necesito ver.

-Está bien, llevenlo con nosotros, nos vamos a Denver, ¡¡rápido rápido!!...

Narra Hannah*

Mis piernas temblaban, mis ojos estaban rojos, me miraba al espejo directamente mientras las lágrimas recorrían mi cara, "nadie me encontrará" susurraba mientras lamentaba tener una madre así, tenía miedo, inseguridad, tal vez debía perdonarla, tal vez sólo quería estar conmigo antes de que todo se acabara, pero ¿se acabará alguna ves?...

-HANNAH, BAJA.

-¿Por qué debía ser así?.

Tomé la baranda de la escalera y baje lentamente, pero mis pisadas eran tan débiles que me tropecé y caí por  ella, esto era increíble, no podía tener más sufrimiento con mi madre.

-Tal ves no me perdones, tal ves ya no veas en mi, la mamá que fui cuando estaba contigo en los momentos que me necesitabas pero solo quería tu cariño mi niña-se acercó a mi con la intención de un abrazo, yo me aleje-perdoname.

-No, no te perdonaré, mírame, mira lo que has hecho.

-Yo...

-Yo nada madre, yo na...

-HANNAH.

Negro, oscuridad, frío.

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Holaaaa chocolatines, waow. Hace años no público nada... Pero aquí está, faltan como dos capítulos para el final, los quiero mucho :(