II

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Lando y la escritora.

Lando salia por las noches a cazar en aquella ciudad de ruidos e iluminada. siempre después de acometer el festín. Se quedaba en algún alfeizar o azotea a mirar y reflexionar muchas cosas,  y ver la quietud de aquella ciudad.

Una noche miro desde el balcon de una unidad de departamentos, a una chica que con una vela, se la pasaba escribiendo con una pluma en unas hojas de papel. Inusual le parecio a Lando en una época en que todos lo hacian en esa maquinas o sus laps o hasta en sus dispositivos móviles, y eso le atrajo de ella. Era una chica con lentes y cabellos rojizos largos, de tez blanca y facciones finas, aunque algo delgada, observo Lando. Transpiraba un buen perfume y se la veía concentrada en su escrito.

La fue a ver todas las noches, pues madrugaba ella al parecer como los vampiros. Y de vez en cuando la veía fruncir el ceño, o morder la pluma y mirar por la ventana por algun rato en señal de no saber que escribir. Algunas veces reia y a Lando eso le provocaba satisfacción.

Asi que una noche, dado que el sabia como no hacerse notar, entro a su habitación despues que ella se fuera a dormir, y se sento a leer con mucho cuidado lo que ella habia escrito. No necesitaba la luz para ver lo que contenian aquellas sencillas hojas de papel, despues de todo, era un ser nocturno con ojos aptos para ver en la oscuridad. Lo que le leyó le fascino y le dejo pensando un buen rato. Varias noches cada fin de semana hacia lo mismo. Ella en su cama aun lado durmiendo, dejando en el ambiente sus ronquidos, rodar por la cama o simplemente respirar mientras Lando leía cada hoja que cada dia de la semana ella habia escrito.

Tenia talento sin duda.

Salió Lando como todas las noches aun con esa lluvia, podía caminar con aquella gabardina oscura y caminar sintiendo el agua fría tocar su piel. Sabia que no habia problema si caminaba entre nosotros y entraba a un bar a beber un poco de whisky. Eso solo agregaría un poco de alcóhol a su sangre.

Rebecca, esa chica, ocupaba con sus historias cada vez más sus pensamientos.

Un parroquiano lo interrumpio al acercarse y decirle, - viejo, tu me caes muy mal, te he visto muy seguido por aquí y no me gusta que con tu porte y tu indiferencia nos hagas menos a todos-, Lando se bajo un poco las gafas oscuras y lo miro fijamente y dijo -disculpe buen caballero, pero no me gusta causar problemas ni tenerlos, si en algo le ofendí, le ofrezco una disculpa, solo quiero seguir bebiendo este whisky un rato a solas, tenga buenas noches-, el parroquiano dijo algo impropio y le propino un golpe a Lando en la espalda. El se volteo hacia su agresor y tomandolo de la muñeca con una fuerza descomunal, lo saco a la calle y lo arrastro media cuadra hasta el callejón vacio y oscuro, forcejeo el hombre con el inútilmente y saco una navaja, recibiendo un puñetazo en plena boca y al sangrar e ir contra la pared solo vio que Lando le apúntaba con un revolver grande de plata y le disparo -Descansa imbécil-, fue todo lo que dijo Lando.

Aunque sea un vampiro, Lando desde tiempo tenía fascinación por las armas y pese a ser pacífico, no dudaba en usarlas, aunque no lo necesitase. Se marcho de ahí y cuando los amigos del agresivo y mal bebedor Jons fueron a verlo, solo encontraron a su amigo con senda bala en la cara y sin poder identificar a su agresor del todo.

Lando penso que era lo menos que merecia recibir ese mentecato por su comportamiento.Y se fue por una víctima mas por la noche.

Ya en su ataud antes del alba, reflexionaba sobre lo mal que a veces era la raza humana, algunos de sus individuos que hacian mal a los demás por no saberse ubicar en la vida y con ese último pensamiento, cerro los ojos, mientras el astro rey hacia su recorrido matutino, evaporando el agua de la lluvia anterior en esa fria mañana.

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⏰ Última actualización: Feb 24, 2016 ⏰

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