Citas Desastrosas ; ns

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Jenny O 'Brian fue la chica que tuvo a Harry dudando su posición de Gay durante casi dos años mientras cursaba la preparatoria.

En ese mismo tiempo, Harry se sentía identificado hasta los pies por la moda Emo, así que se vestía con ropa negra de pies a cabeza, sus camisetas todas tenían logos de My chemical Romance y su cabello le tapaba la mitad del rostro. Si lo pensaba ahora, no culpaba para nada que Jenny no le hubiera dado bola

Ah, su dichosa juventud... Sinceramente Harry no recordaba nada de las cientos de modas que paso durante toda su adolescencia. Lo que si sabía es que definitivamente nunca antes había lucido peor que como lo hizo mientras cursaba las mismas clases que su por siempre y nunca confesada enamorada, Jenny O 'Brian.

Jenny ahora tenía el cabello purpura, y estudiaba una carrera que Harry casi podía dar por firmado no tenia campo laboral ni de Londres a la China. Al menos ella se veía feliz, y a diferencia de sus otras cuatro citas completamente fracasadas, a Jenny si le veía cierto potencial.

"Entonces, ¿qué te gusta?" Le pregunto ella mientras revolvía su Macciatto.

Harry estaba comiendo el mismo pie de limón que pedía cada vez que iba al café de Niall.

"Bueno, me gusta leer un poco de ciencia ficción"

Jenny dio una carcajada burlona "¿Qué? ¿Cuántos años tienes? ¿15?"

"¿Cómo?" Quizás había escuchado mal.

"Nada. Bueno, supongo que eres de los típicos chicos de ahora que le gustan Games of thrones y basuras así, ¿no?"

Se quedó callado un momento. A Harry si le gustaba Games of thrones. Bueno, aún no había llegado a leerse los libros, pero tampoco es como si no hubiera pasado dos semanas seguidas sentado en su sillón haciendo una maratón en netflix desayunando, almorzando y cenando helado y papas fritas...

"Te quedaste callado. Bueno, supongo que si te gusta. Lo siento"

"N-no. No. No te preocupes..." Bien. Al menos estaba arrepentida de su leve arranque de perra.

"No es tu culpa. Todos los hombres son iguales"

Bien. Harry suspiro.

Por lo general era un hombre de bastante paciencia. ¿Cómo no serlo? Estaba sacando su postgrado en licenciatura en lenguaje y literatura. Pero de verdad, ¿acaso todas sus citas tenían que ser tan horribles?

¿Acaso uno de sus ex novios le había maldecido con un conjuro de atracción a todos los energúmenos más desagradables y detestables de la humanidad?

Se había quedado callado un segundo, pensando en su mala suerte, con la voz de Jenny de fondo explicándole el movimiento feminista extremo y de cómo los hombres eran mejores con el pene cortado, cuando su mirada se encontró los dos luceros azules de Niall en la caja.

Fue una conexión de dos segundos que a Niall le basto para entender el grito de auxilio, y a Harry le basto para darle a Niall un momento para interferir.

"Jenny, espérame, voy al baño"

"Claro"

Camino hasta el baño con paso lento, y antes de entrar se volteó a mirar a Niall, que le daba el pulgar arriba para confirmar la misión.

Últimamente, o en sus últimas cinco citas desastrosas. Niall había sido un verdadero héroe.

Después del desastre de Vince, Harry no se arriesgó jamás a aceptar una de las citas a ciegas acordadas por su madre o Liam en otro lugar que no fuera el café "Oldies" y la verdad es que creía que eso era lo único bueno de todas las salidas que había tenido con los cinco especímenes que hasta ahora le habían emparejado.