La hija de Zeus - Percy Jackson y tú.

ºC A P I T U L O 58º [Tercer mes de embarazo]

Las cosas mejoraron bastante desde el último mes. Percy y yo volvimos a ser tan unidos como antes, amo estar bien con él de nuevo, simplemente no podía estar ni un minuto mas peleada con él, así que decidimos arreglarlo todo, y nos está yendo de maravilla.

Mi embarazo aun no se nota, pero ya todo el campamento lo sabe, y supongo que estan bien con eso. De todas formas, si no lo estuvieran, no habría nada que hacer. Ni yo tampoco les prestaria atencion.

Con Percy estuvimos hablando de que debíamos decirle a nuestras madres, ya que, son las únicas que no lo saben. Sin embargo, este es el desafío mayor. Nuestras madres estaban felices con nosotros dos siendo novios, pero no me puedo imaginar como reaccionarian al enterarse de que estoy embarazada con apenas dieciocho y que lo estoy antes del matrimonio.

Nos arrojarían al tártaro, sin dudas.

Estoy sentada en mi mesa del comedor. Es la hora del almuerzo y yo me encontraba completamente feliz comiendo mi rebanada de pizza. Estoy sola, ya que mis hermanos no se han aparecido en el campamento aún, y es "contra las reglas" sentarse en la mesa de otro Dios que no sea tu padre.

Percy también está solo en su mesa, ya que Tyson decidió quedarse en el palacio de Poseidón, debajo del océano. Él está comiendo lo mismo que yo. Bueno, todos lo campistas lo hacen, ya que hoy es día de pizza. Pero necesitaba aclararlo.

Me sobresalte cuando un movimiento brusco me sacó de mis pensamientos. Annabeth se había sentado en mi mesa, frente a mí, y había producido que casi escupa mi pizza por el susto. Todo el lugar quedó en silencio, y aun sin mirar, se que nos están viendo.

Yo: ¡Annabeth! ¡Casi me matas del susto!-exclamé. Ella soltó una carcajada.

Annabeth: Lo siento, es solo que necesitaba hablarte sobre algo-miró a nuestro alrededor- Vayamos a un lugar más privado-susurró.

Ella se puso de pie y me obligo a hacerlo también, tomó mi mano y me arrastró detrás de ella, alejándome de mi amada rebanada de pizza.

Volveré por tí, amiguita.

Ella me arrastró hacia mi cabaña, lo que me pareció algo raro, ya que, siempre nos reunimos en la suya. Pero da igual el lugar, yo solo quiero saber que es lo que Annabeth tiene para decirme, la curiosidad me carcome.

Yo: ¿Y bien?-pregunté, sentándome en el borde de mi cama mientras ella cerraba la puerta.

Annabeth: Tengo evidencias de que Quirón no traicionó al Olimpo-la miré atenta- Ven, mira.

Ella había vaciado mi escritorio y sobre él había extendido una gran lámina con miles de números, letras y extraños dibujos. Me acerqué a ella y lo observé detenidamente. No tenía ningún sentido para mi, pero ella parecía saber lo que hacía.

Annabeth: Este-señaló un extraño símbolo que parecía una casita-Es el campamento-asentí- Y esta-señaló otro símbolo al otro extremo de la lámina, que parecía una montaña- Es una entrada al laberinto-la miré curiosa.