Hoy cumplía un mes con Rama. Quedamos en que nos íbamos a ver (obviamente a escondidas) y que después íbamos ir a pasear por ahí. Me puse un jean negro y un suéter color crema, porque estaba lloviendo y hacía un poquito de frío. Nunca me gustaron los días de lluvia, siempre solía pasar algo malo.
Bajé y Sergio no estaba, claro, seguramente estaba entrenando. Mi celular decía que eran las 13:45 del mediodía, y a las 14:00 había quedado en ver a Ramiro en la plaza cercana a su casa.
Tomé el colectivo y me encaminé hacia allí. Al llegar me senté en un banco que estaba debajo de un árbol, porque todavía seguía lloviendo.
A las 14:30 seguía sola, Ramiro todavía no había venido.
A las 15:15 decidí ir a comer algo por ahí, se había hecho tarde y yo me iba a resfriar, así que preferí irme.
Me paré y cuando apenas di un paso sentí una mano que me agarraba del brazo.
-¿NO PENSABAS DECÍRMELO? -gritó. Me dí vuelta, confundida, y lo vi a Ramiro con los ojos rojos y lágrimas en sus mejillas.
-¿Decirte qué, Ramiro? -pregunté, no sabía a que se refería.
-No te hagas la que no sabes nada, _____. Porque lo sabes perfectamente. -dijo, pero su voz había cambiado, estaba serio.
-Si te pregunto es porque no sé a que te referís.
-QUE TE VAS A LONDRES, ______, TE VAS A LONDRES. -gritó, nuevamente con los ojos llenos de lágrimas.
-¿Quien te dijo eso? Yo no me voy a ningún lado. -dije.
-TU HERMANO VINO CONTENTÍSIMO AL ESTUDIO PORQUE HABÍAN CONTRATADO A SU HERMANITA EN LONDRES. -respiró. -¿Cómo no me ibas a decir? Hice mal al confiar en vos. -se fue corriendo y me dejó ahí, toda mojada y con el corazón destrozado. Respiré y lo único que hice fue ir a mi casa. Me cambié y lo llamé por teléfono. Una vez, dos veces, tres, cuatro, diez, quince y nada.
Me tiré a llorar en el sillón hasta que vino Sergio. Me abrazó y rompí en llanto otra vez.
-Te felicito hermanita, el sueño de tu vida. -dijo, sonaba contento.-La única parte mala es que te vas el lunes.
-¿EL LUNES? ES VIERNES, SERGIO, VIERNES. -suspiré. -¿Por qué le dijiste a todos antes que a mi? -pregunté con un notable enojo.
-Estaba contento, _____.
-Claro, que se entere medio país antes que yo. ¿No? -reí sarcásticamente. Me solté de su abrazo y me fui arriba.
Se me había ido todo a la mierda.