Primera carta al Sargento Barnes.

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Antes de empezar a leer, debo informarles que este tipo de historia viene acompañada con una suave música instrumental, para darle más... intensidad(?) Le daría un toque más dramático y bonito, pero es a gusto de ustedes, igual les dejo la canción en multimedia :)

Que lo disfruten :D





 1942

Brooklyn, Nueva York.

Hola, Sargento Barnes. Espero que cuando le llegue esta carta, una de tantas que he escrito para usted, se encuentre muy bien, porque nada más que con eso, mi alma estará colmada de una dichosa tranquilidad y una efímera felicidad.

Antes de comenzar con estas palabrerías que no parecen tener mucho sentido, quiero que me disculpe si mis trazos son irregulares e ininteligibles. La gran torpeza de mi escritura, nunca me preocupé en deshacerme de ella, poco me importa, si me permite relatarlo con tanta sinceridad. Todos opinan que una señorita debería tener una caligrafía pulcra y delicada, ¿pero no es la ortografía lo primordial? ¿No lo ve así usted?

La verdad tampoco quiero aburrirlo con esos temas, mucho menos cuando debe tener cosas importantes por hacer; después de todo, proteger a la nación es infinitamente más importante que dedicar unos minutos de su valioso tiempo en leer estas aburridas e incoherentes palabras de una sonsa cantante de un bar de mala muerte...

Los recuerdos de ese día son tan nítidos, que a veces al cerrar los ojos, creo que sigo allí..., el día en que lo conocí. Al menos yo...

Ese día el ensayo de la banda había culminado más temprano de lo habitual. Era un total alivio, y todo se debía gracias a una invitación para asistir a la exhibición de tecnologías futuras. Aquellos temas no me interesaban en lo absoluto, mi idea en ese entonces era quedarme un rato para escabullirme y así llegar temprano a mi hogar; pero aquel plan nunca lo pude poner en práctica...

Había llegado junto a los demás chicos de la banda al sitio correspondiente. Mis ojos pasaron de un lugar a otro, estudiando con cierto esmero las instalaciones del lugar; admito que muchas llamaron mi curiosidad enseguida, parecía mucho para la época. Aún lo parece.

El pianista de la banda, uno de mis compañeros más cercanos, Thomas Gray, insistió en dar una vuelta para darle un vistazo más de cerca a aquellos extravagantes aparatos que no tenía ni idea para qué servían. «Qué absurdo» recuerdo que eso pensé de algunos, producto de la ignorancia que abundaba en mí cabeza en ese entonces.

Al final, sin darme cuenta, el resto de la exhibición había culminado por completo. Estaba maravillada. Que tonta. Pero no podía ocultar lo impresionada que estaba, en mi rostro se notaba, mis ojos gritaban de tanta admiración. Esperaba vivir tanto para ver más y más...

Ya era entonces hora de volver a mi hogar, caminando entre el bullicioso tumulto de personas. Las plantas de mis pies gritaban de dolor, por estar tanto tiempo sobre mis piernas, sin descanso alguno. Los tacones tampoco ayudaban, pero quitármelos no era una opción válida ni mucho menos sensata. Caminé con mucha premura, sin detenerme, ansiaba llegar pronto para deshacerme de ellos.

Había llegado al fin hasta una de las calles de Brooklyn, pero me negué rotundamente en quitarme los zapatos, no me parecía correcto, menos en esas vías húmedas y sucias de polvillo. Recuerdo que en un punto de todo mi trayecto, comencé a quejarme del dolor, pero seguí, y hasta ahora, no me arrepiento de hacerlo, porque en un momento de mi largo camino, mis negras pupilas chocaron abruptamente contra su figura entera, honorable en todos los aspectos... Severo. Disciplinado.

Nuestro primer encuentro. O mejor dicho, era el mío hacia el suyo. Mi vida no corría peligro en ese momento, así que esa infame idea de conocer a un hombre, quedó descartada al instante. Tampoco le tropecé como cual mujer con dos pies izquierdos. Mucho menos te aproximaste hasta mí para decirme que era la mujer más hermosa que habías conocido en toda tu miserable vida. Todas esas absurdas cosas ilógicas se ven en libros, de los cuales a mi me aborrecen.

Le conocí de la forma más habitual que podía existir en la vida. Una mirada, pero en cambio, nunca fue cruzada, más disfruté del momento. No era amor a primera vista, ¡qué barbaridad y qué absurdo! Fue algo más como un choque frontal, inesperado; o un amor platónico, de cuando te fijas en algún extraño en la calle al cual encuentras atractivo. Es lo más parecido que puedo describir de cómo se sintió.

Me fijé en sus vestimentas, en su distinguido uniforme que al momento me pareció pulcro. Cuanto me equivoqué al notar que lo llevaba un poco arrugado y una mancha se denotaba en su corbata. Me pregunté si su esposa no era capaz de planchar su atuendo magnífico, pero al instante me dije «Qué tonta, ¿cómo puedes juzgar eso sin tener ni idea?». Aparté la mirada, esperando sentir la suya puesta sobre mí, pero jamás llegó, como si no hubiese estado caminando delante de usted, en direcciones opuestas.

Volví a mirar, aunque ya estaba abusando del privilegio limitado de hacerlo, pero en ese momento no me importó, no cuando lo vi con la mirada gacha. Ni siquiera pude descifrar el color exacto de sus ojos, me parecieron de un color suave y muy claro. Sus labios estaban apretados, e intuí que se encontraba hundido en sus propios pensamientos. Ni siquiera me atreví a decirle «Gracias por sus servicios» No era el momento adecuado. No lo era.

Lo dejé partir. No le miré con el rabillo del ojo cuando pasó a mi lado. No giré la cabeza para ver su espalda. Sin embargo, en el fondo, quería hacerlo, al menos por una última vez...

Con cariño, Jacqueline Campbell.


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Hola :)

Sé que está cortito, pero es una carta. Son cortos ''relatos'' que ella vivió con respecto a él, sus sentimientos, pensamientos, opiniones y confesiones que escribe para enviárselos a Bucky, una forma de ella sincerarse, o desahogarse, porque creo que en esa época no estaba bien visto que una mujer se le aproximara a un hombre para declarársele xD y menos a un militar.

Es la primera vez que escribo algo así, no sé si está del todo bien, es para liberar un poco esos sentimientos intensos que tengo por dentro en ciertos momentos jajaja pero igual me gusta hacer las cosas BIEN, de calidad; así que si ven errores, no duden en decírmelo en los comentarios :) 

Espero que les haya gustado, ¡Saludos! :D

National Anthem. (Bucky Barnes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora