CAPITULO 2 LA TORMENTA SE AVECINA....

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  " Cuando sientes que la realidad supera la ficción...en tu propia historia"  

Habían pasado ya varios días de la llegada de Caroline y Laura, Yayita continuaba en el hospital, a pesar de haber salido del coma diabético, el diagnóstico era preocupante pues los niveles de glicemia en su sangre eran mayores a 500 , además de una anemia muy severa causada por la edad y agravada por la diabetes; los médicos temían las secuelas que esto podía ocasionar en el cerebro y no eran optimistas con el funcionamiento de los riñones ya que, la subida repentina del azúcar, podría haber ocasionado una insuficiencia renal a Yayita.

Lo peor no había pasado, la situación aún no estaba controlada. En ese periodo de incertidumbres sobre la salud de Yayita, llegó al hospital una mujer desconocida; era alta, con traje muy formal, y rostro de aspecto muy serio, venía preguntando por los familiares de Yayita, al ubicarlas, se acercó a ellas y les presentó una notificación; era la persona encargada de llevar los documentos del embargo de la casa de la Yayita y las cuentas por pagar que se debían asumir.

El problema no solo era la salud de Yayita, si no que se encontraban sin casa, sin seguro, sin renta de jubilación y habían congelado todas las cuentas en las que había disponible algo de efectivo.

Caroline no podía creer lo que estaba pasando, en una actitud de desesperación total, se agarraba la cabeza, cuestionándose:

¿En qué momento ocurrió esto?, ¿Por qué nadie me dijo nada de esta situación?

Caroline, sin salir del asombro que la dominaba, se dejó caer en los sillones del hospital, a atar cabos... ahora entendía por qué le habían dado otra dirección, esa donde encontró a Yayita y Carlitos, viviendo en una pieza muy modesta, pequeña y totalmente extraña para ellas. Laura presentía lo que se venía, comenzaba a extrañar las palabras de aliento de su padrastro, el hombre que la crio y que, en una situación tan difícil como la que estaban atravesando, no daba señales de vida, de pronto había desaparecido y no entendía por qué; sentía también la necesidad de tener cerca a su padre biológico, con quien perdió comunicación a la corta edad de dos años, Laura se estaba dando cuenta de que no tenía en realidad una familia y se cuestionó el porqué de esta carencia, de esta ausencia... Esos pensamientos invadían a Laura, su necesidad de afecto y apoyo empezaba a aflorar dentro de ella.

El pedido de un vaso de agua para su madre sacudió bruscamente a Laura, sacándola de golpe de sus cavilaciones para correr presurosa tras el líquido que habría de calmar los nervios de Caroline quien, tras recibir la segunda noticia de gran impacto como lo era la quiebra económica total de Yayita, había entrado en un estado de shock repentino, lo que más mortificaba a esta valiente y luchadora mujer era el hecho de que nadie, absolutamente nadie, estuviese enterado de esta situación.

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Los ahorros empezaban a disminuir, pero el optimismo aún podía mantener en pie a esta pequeña familia, la actitud positiva era casi obligatoria en el transcurso del día.

A pesar de haber perdido toda su inversión en España, cerrado empresas, devuelto alquileres y vendido todo lo que tenían a un precio que a duras penas alcanzaba la mitad de su valor real, Laura y Caroline consideraban que el viaje había tenido mucho más valor e importancia para ellas: habían encontrado a Yayita con vida y Carlitos estaba, en términos generales, bien.

Pasaban los días, estaban por cumplirse dos meses desde la llegada de España, se acercaba navidad, Laura, para distraerse un poco, paseaba por las calles de aquel pueblo donde tastos recuerdos atesoraba, recuerdos de infancia y adolescencia, momentos que marcaron su vida, amigos de toda la vida y aquellos amores que siempre quedan en la mente, pasaba por el colegio en el que tanto disfrutó y, recordaba con nostalgia, aquellos días felices.

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