KAYLA POV
¡Qué noche! Debo decir que la pase genial, aunque al llegar a casa estuve un buen tiempo sacando confeti de mi cabello.
Will es una persona muy agradable, es lindo pasar el tiempo con él.
- Kayla, levantate, son las doce y tenemos que ir por los uniformes.- dijo Kat entrando en mi habitación, bostezando.
- Tapate la boca cuando bosteces, sino me vas a comer.
- Cállate y levantate.- ordenó.
- Alguien se levantó con el pie izquierdo.- canturee.
- No estoy de muy buen humor.
- No se nota.- dije sarcástica.
- En serio, Logan no me ha hablado o mandado un mensaje en ningún momento y ya me puse a analizar las distintas situaciones por las cuales no se contacta conmigo y hasta ahora ninguna tiene sentido.- se frotó las sienes.
- Tranquila, necesitas un baño, relajarte, despegarte de tu móvil y divertirte.
- Tiene razón.- Noah apareció por la puerta.
- ¿No te enseñaron que no debes escuchar conversaciones ajenas? - Kat le dio un golpe en la cabeza.
- Lo entrenamos bien.- dije orgullosa.
- Solo vine para decirles que se preparen porque luego de comprar los uniformes iremos al supermercado.- luego de decir eso se fue.
Me metí al baño y me duché. Al salir busqué ropa y encontré un jean gris claro, una remera gris oscuro manga larga con un diseño atrás y unas sandalias. Hacia mucho no usaba unas. Me maquillé y seque un poco mi cabello.
Bajé las escaleras y ahí estaba la tía y Noah.
- ¿Por qué su hermana se tarda tanto? - preguntó la tía mirando su reloj.
- No puede salir desarreglada a ningún lado.- le expliqué.
- Estoy lista.- anuncio Kat mientras bajaba las escaleras corriendo.
- Vamos, vamos no hay tiempo que perder.- dijo la tía empujandonos.
Salimos en fila de la casa y comenzamos a caminar. Nos detuvimos en frente del Jeep de Frederick.
- Los Price nos acompañaran.- anunció la pasa de uva.
- Suban.- dijo Jackson.
Cuando entré me senté junto a mi hermana y Jackson. Durante todo el camino estuvimos contando las travesuras que hicimos mientras estábamos en Nueva York. Desde la vez en la que escondimos una bomba de olor en el baño hasta cuando llenamos de papel transparente los casilleros. La tía reía con algunas historias y en otras nos decía que deberíamos haber tenido más cuidado.
- ¿Cómo no las han expulsado? - preguntó Frederick.
- Nuestras notas nos ayudan.- dijo Kat.
- Tenemos buenos promedios.- le contesté.
- Hemos llegado, esperen a ver sus lindos uniformes.- dijo Will.
Nos adentramos en el centro comercial, el cual estaba un poco vacío, y seguimos caminando hasta un aburrido local de ropa, para nada destacado entre los demás locales.
El cartel con el nombre era de color gris y viejo, se podía ver una cantidad importante de polvo acumulada en las vidrieras y la ropa no era para nada extravagante. Era un local aburrido al cual no entrarias ni de casualidad, a menos que quieras comprar uniformes.