Exponiendo Mis Demonios Al Alba

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Al alba expuse la canción de mi vida.

Al terminar sentí frío calar mis huesos,
mas no el calor excitante de los rayos del sol.

No pude saber con exactitud si fue mi tono voz al cantar o el sentimiento que quise llevar a través de la canción...


El alba desapareció... retrocedió.

Pude observar a la lejanía,
como los últimos rayos del sol fuerón ocultándose con agilidad y temor.

Fue como si nunca hubiera sucedido.

Era como si no hubiera querido nacer otra vez, como cada día.

Como si el simple hecho de estar dónde la luna malvada estaba de turno,
la cual me acorralaba y enloquecía con sus barbaridades,

fuera su nuevo y mayor miedo.

El aire de mi entorno era siniestro.

No hubo flor alguna que expandiera sus coloridos pétalos,
ni animales que se despertaran a tiempo para saludar los primeros rayos suaves,

pero calientes de la mañana,
los cuáles nunca llegarón...

Estaba en el centro de algo o nada a la vez...

Mire con extrañeza al firmamento azul marino con mechas negras y una larga cantidad de machas blancas brillantes.

De pronto lo entendí.

Exponer mis sentimientos al alba ocasiono que tuviera miedo a nacer.

Que los animales vivieran de sueños felices.

Que la realidad nunca llegara,

que el futuro nunca me hiriera,

que el presente nunca pasara,

y que el pasado fuera solo un triste cuento.

Cuento que paso al olvido...

Cenizas que fueron arrojadas al mar...

La luna siniestra tomo provecho de la situación,

deteniendo el tiempo,

sacándole provecho a mis terroríficos miedos,
haciéndolos realidad una y otra vez.

Esta vez no corri...

Mis rodillas tocarón el áspero suelo ahora sin vida y me deje vencer.

Esta vez no luche, deje mis demonios al aire.

Dejé la luna siniestra tomar control de mí...

De ahí en adelante nos convertimos en una.

Del Corazón A Lapiz Y En Papel...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora