De seis a dieciséis

2.8K 246 28
                                    

Kouki venía caminando de la mano junto a su novio, de ahora siete años, habían ido a merendar junto con los demás. Habían presenciado una escena súper tierna entre Hayama y Miyaji, un entrenador había avisado que Shutoku tenía permiso de irse del campamento, lo que desato una enorme tristeza en el rubio de Rakuzan

Flash back

  — ¿Qué? ¡NO SE PUEDEN LLEVAR A MIYAJI-SENPAI! — El rubio de Rakuzan se había tirado sobre la mamá asesina de Shutoku, abrazándolo fuertemente, mientras negaba dejarlo ir de nuevo hacía su hogar. Todos estaban mirando tal escena, Kiyoshi se encontraba más rojo que de costumbre y se veía bastante tranquilo ante el acto que tuvo el otro chico. Lo aparto suavemente, mientras lo tomaba de los hombros, lo beso frente a todos. 

Akashi sonreía satisfecho, el nunca fallaba en sus predicciones, tranquilamente podría ser el nuevo ayudante de Oha Asa o el horóscopo Zino. 

Cuando ambos muchachos se separaron, Kotaro intentaba decir algo pero solo lograba balbuceos, un dedo se poso en sus labios, haciéndolo callar

— Te dije la noche anterior que puedes venir a casa todas las veces que quieras, no hace falta que hagas un escándalo

Después de ahí, todo se normalizo

Fin del flash back

— Kouki, ¿también me besaras como lo hicieron Kotaro-san y Miyaji-san? — pregunto el pequeño pelirrojo de siete años al castaño que ahora se encontraba más sonrojado que un tomate, tuvo que pararse de la sorpresa por tal pregunta

— Algún día... — murmuro, desordenando los cabellos del menor, volvieron a caminar hacía la habitación, sería tarde de películas.

.

— ¡ESTÚPIDO NEMO! ¡TE CORTARE LAS ALETAS ASÍ NO TE PIERDES MÁS!

— ¡SEI-CHAN DEJA AL POBRE NEMO!

Un Seijuuro de ocho años gritaba frente a la pantalla del plasma junto con Mibuchi, ya que se encontraban viendo 'buscando a nemo', recién la película comenzaba -después de tres películas anteriores- y el azabache quiso acompañarlos. Kouki se preguntaba cuanto tiempo tendría que aguantar a su novio y a su cuñado

— Ya, ya, dejen al pobre nemo o no habrá galletas — en ese momento, pensó que estaba cuidando de dos niños pequeños

.

— ¿Como un niño de nueve años tiene tanta energía?

— Por que eres un aburrido, Mayuzumi

Nebuya y Mayuzumi tenían como encargo cuidar del pequeño Akashi mientras los demás se iban a despedir a los de Shutoku. En el transcurso de los siguientes veinte minutos, casi fueron arrebanados tres veces, se rompieron cinco jarrones y ambos celulares, era como vivir en un infierno.

La puerta del cuarto se abrió, dejando ver al castaño. El pelirrojo, en ese momento, se volvió un ángel.

Ambos se preguntaban cuanta capacidad tenía Furihata para calmar aquel demonio.

.

La noche cayo y un niño de diez años se encontraba jugando a las escondidas con el equipo de Seirin para que Furihata pudiera vestirse tranquilo, no querían que ya desde temprano comenzará a tener las hormonas alborotadas por el joven castaño.

Akashi buscaba a todos, ya había podido encontrar a unos varios, pero no exactamente a la persona que quería. Hasta que lo vio, detrás de unos arbustos

— Kuroko-san, usted las queda

El peliceleste quedo boquiabierto, un sentimiento cálido se alojo en su ser, era como cuando estaban en Teiko, la misma calidez recorrió su cuerpo y con una sonrisa, salió de su escondite

.

— ¡NO ME GUSTAN LAS MUJERES! — Akashi de once años señalaba con furia a Riko, quién había querido acercarse-le— ¡NO ME GUSTAN QUE SEAN ASÍ! ¡NI SIQUIERA TIENE PECHOS!

Aida hizo una mueca bastante siniestra, y todos comenzaron a rezar por el pobre pelirrojo

.

Mientras todos comían, Akashi de doce años se preguntaba que sería mejor para él, poco a poco un par de recuerdos vinieron a él. Cuando Kouki quiso tomar su mano para llevarlo a su habitación, se soltó rápidamente de él como si su vida dependiese de eso

  — ¡SUÉLTAME MALDITO FENÓMENO!  

El rostro del castaño quedo sorprendido, y una sonrisa melancólica salió de sus labios, a paso apresurado se retiro a la vista de todos. Quizás estaba recordando un poco de aquellas épocas, quizás en ese momento, no quisiera estar cerca de alguien como él.

.

  — Quiero a Shintaro, el si me ama

— Pequeño idiota te mataré — Kagami fue detenido a la fuerza, un joven Akashi de trece años se encontraba bastante enojado, ¿como era posible que aquel ser inmundo lo hubiese tocado? 

Para colmo, todos sus conocidos se encontraba fuera de la habitación del joven, que parecía no querer salir.

Furi se encontraba llorando dentro de la habitación le había dolido tanto, Kuroko y Reo estaban a su lado, intentando que dejase de llorar, mientras afuera un desastre se venía

  — Me importa un comino que seas menor que nosotros, pero te pasaste de la línea, renacuajo. Heriste a tu novio y a mi mejor amigo, ¿por que no te vas? — Kagami y casi todo Seirin estaban enojados con el pequeño pelirrojo, que de a poco comenzó a caer en la cuenta  de lo que sucedida y la culpa lo invadió

.

  — Reo, déjame hablar con él, por favor — eran las diez de la noche y no tenía señales del castaño, Mibuchi suspiro, dejándolo pasar.

Cuando el pelirrojo de catorce años paso, vio una imagen que le rompió el corazón en millones de pedazos, se acostó junto a Furi abrazándolo, se encontraba dormido y con bastante lagrimas en su rostro

— Prometo protegerte hasta de mi...

Cayo en brazos de morfeo en el último suspiro

.

El día siguiente, Furihata despertó abrazado a un brazos que hasta parecían decentes para un joven de su edad, al voltear, se encontró con el rostro del hombre que amo, ahora de su edad normal.

Se tiro sobre él llevándolo de besos, pero sabía una cosa, le haría pagar muy caro lo que le dijo la noche anterior.

Y seguro que lo iban a disfrutar

Fin. 

"La emperatriz Kouki"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora