-¿Desea otra cosa más?-
-No preciosa, así estoy bien, por ahora...Gracias-
-De acuerdo, si necesitas otra cosa más me avisas-me retiro guiñándole el ojo y atiendo a las demás personas que yacen en la barra.
-Dos cervezas, por favor - Pide un hombre que estaba acompañado de una chica. Las serví sin tomarles importancia.
Seguí sirviendo las bebidas que me pedían, mientras más gente llegaba al bar, y se llenaba poco a poco, la música comenzó a resonar más fuerte a los alrededores del lugar. Las funciones empezaron. Todos listos para un poco de distracción y diversión. Andrew, comenzó hacer su trabajo como DJ. Ya las luces estaban en sus lugares y las chicas salieron a impresionar, como siempre, a los espectadores. Todos entretenidos observando el espectáculo,bebiendo, riendo y bailando, se comenzó a transformar el ambiente en el bar.
- Un whisky- Capte el pedido de este hombre, pobre, por su aspecto parecía despechado.
-Aquí tienes- le acerqué el vaso con el contenido-¿despechado amigo?-
-No soy tu amigo y lo que me ocurra no te incumbe niña, así que ve hacer lo que siempre haces y sigue puteando-
Pero que grosero, me estoy resistiendo de echarle una cerveza encima, pues ganas no me faltan. No lo hago, por respeto a la cerveza. ¡Jum!
Tan asombrada por lo que me acaba de decir este imbécil, que no me di cuenta cuando un chico de pelo castaño, ojos color miel, una piel bronceada y ardiente, fornido, un verdadero Dios Griego. Se acerca al idiota que me había insultado. Le dirige algunas palabras. Vuelvo del hechizo que este Dios me había causado al darme cuenta de lo que hablaban...
-Por qué no se disculpa con la señorita, que educadamente lo estaba atendiendo.-El Dios griego le estaba pidiendo al imbécil que se disculpara. Se le acercó y le dijo algunas palabras nuevamente.
-De acuerdo...Lo siento, es que estoy pasando por un mal momento, no tenía que pagar mi rabia contigo y la verd...- Los interrumpo con un desdén de realice con la mano.
-Ya, lo entiendo- respire hondo, tratando de comportándome delante de este chico-Está todo bien.- Ojala y te atropelle un Camión y te haga pedazos, imbécil.
El Idiota que me llamo "puta" se encogió de hombros y se retiró como si nada.
-Que imbécil, no debió de decirte eso- sin más, respondo con uno de mis gestos- Hola, me presentó, soy Adamus.-extendiendo su mano-
-Me dicen Kristen- Sonrió y le respondo a su amable gesto de presentación- Pues gracias.-
-No hay de que cariño- me guiña el ojo, y me termina de matar con su hermosa sonrisa.- ¿Y trabajas aquí?-
-Si, como ves, mi trabajo es servir tragos a los demás, mientras estoy detrás de la barra. Tuerzo la boca de una forma divertida, dirigiéndome a lo que trataba mi trabajo.- ¿Y...-no me dio tiempo de preguntar, me interrumpe de un momento a otro.
-Me tengo que ir, se me hace tarde, adiós...-me hablaba mientras veía el reloj colgado a mis espaldas-Nos seguiremos viendo, lo prometo- con un gesto de decepción le respondo.
-Está bien, nos vemos- Se fue con una sonrisa cautivadora en el rostro.
Y el Dios griego se ha retirado. Extraño, no eran tan tarde, la mayoría de las personas se iban ya a los 20 minutos que culminaban los espectáculos, bueno...Pero enserio espero volverlo a ver a ese hombre.
La noche transcurrió como siempre lo era en el bar; sin embargo, eh escuchado a varios de los clientes fijos, hablar de un hombre nuevo en el lugar, no sé de cual hablarían pero me dio igual.
-¿Ya está todo listo?- me pregunta Marcus, dueño del bar y amigo.
-Diría que sí, sino fuera por el sujeto que se encuentra en las mesas de atrás- las cuales ocupa siempre unas de las bandas que venían a menudo aquí y era raro que alguien se sentara en ellas, pues esos hombres las tenían acaparadas.
Ya íbamos a cerrar y un sujeto seguía ahí. Note que cuando Marcus dirige su mirada hacia donde yo lo hacía, se tenso inmediatamente y el color de su rostro cambio completamente. Eso me asusto, pues Marcus que era un hombre de hierro, el jamás se cagaria por cualquier cosa y menos por un sujeto como ese, ¿quién era?. En el bar aparece una sensación, y pesadez en el ambiente. El hombre se levanto de la mesa y se acerco a donde nosotros estamos, mira fijamente a Marcus, ahí odio absoluto en ellos y luego dirige su mirada hacia mis ojos. El sujeto estupefacto y atónito, queda mirándome directamente a los ojos y yo a los suyos, un magnetismo que llama y brillan en sus ojos topacios, me hizo sentir que volaba y me mantenían en el aire;... También siento su dolor y sufrimiento, que me desgarra lentamente. Duele. Esos ojos se me hacen tan familiares, que extrañamente quiero llorar.
...¿Pero qué diablos?
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Destinados y Condenados.
Mystery / ThrillerQué pasaría si un día, una chica, sin saber de su pasado, sin saber quién es realmente, sin saber de donde es. Ella, ayudante de un bar, conoce a lo que será, su pesadilla, su héroe, su amor y sobre todo su Dios, un hombre o eso creía ella, que la...