Bad Body

Nueve.

(Solo quería poner una canción <3)
Narra ____:
Mi plan funcionó y Thomas cada vez está más cerca de mi, besos prohibidos, caricias no permitidas y abrazos con ganas de más.
Hoy es lunes y debo lamentablemente ir al instituto, lo raro es que mi hermana no me a molestado desde el día del plan. Ya ni hablamos. 
Ni siquiera me despertó, le pasa algo de seguro.
¿Pero qué?
Al diablo, no soy adivina.

Me levanté y mire por la ventana, cuando escuche el timbre de la puerta y bajé en pijama rápidamente.
- ¿Qué haces tú aquí? -dije rara a Cameron-
Si, era el imbecil de Cameron.
- A buscar a tu hermana, pendeja -dijo obvio y yo reí-
- Bueno -dije y le cerré la puerta en la cara-
Subí a mi cuarto, me duche, peiné mi cabello y busque en el armario algo lindo.
Un peto con encaje negro, pantalones negros hasta la cintura, un suéter abierto gris y el collar que me regaló mi mamá cuando fue a Grecia.
Lo traería para siempre, es algo que me haré recordar a mi mamá de buena manera.
No me maquillé y bajé a la cocina para tomar un café rápido.
- Te vez hermosa -sentí la voz de Cameron en mi oído-
Salté de miedo y lo empujé hacia atrás.
- ¿Porque haces eso? ¿Acaso te sientes perseguida por primera vez por un chico lindo? -dijo él mirándome-
- ¿Te calificas como chico lindo? -dije mirándolo riendo-
- ¿Te calificas como una chica sexy? -dijo el victorioso-
- Sí, la más sexy de el instituto -dije acercándome a su oído y mordiéndole la punta de su oreja-
Ví como Cameron le dio un escalofrío y me miró con cara de: jodete.
- Oh Cam, llegaste antes -escuche a mi hermana decir y Cameron me miró asustado mientras acomodaba su pantalon por el bulto que tenía-
Yo reí a carcajadas.
- ¿De qué te ríes retrasada? -llegó mi hermana y me miró con cara de asco-
- De tu cara, adiós -dije despidiéndome de los dos con el dedo del medio-
Salí corriendo y llegué justo a tiempo para darle un abrazo fuerte a Thomas.
- ¿Qué tal tu mañana pequeña? -dijo mientras me abrazaba-
- Del asco, Cameron se pasó de listo y quería besarme -dije con asco-
- ¿Si sabes que soy el único que puede hacer eso? -dijo rudo-
Agh, amaba cuando se ponía así.
- Tú, nunca -dije y le golpeé en la cara bromeando-
- Zorra
- Marica
- Hey, no nombres a Dylan acá -dijo riendo-
- Por cierto, lo haz visto? -dije mirando para todos lados-
- Hablando de el rey de Roma -dijo Thomas y se entrometió Dylan-
Me miraba con tanta furia, que ya veía que le salía humo por las orejas.
- ¿Podemos hablar? -dijo enojado-
- No -dije y me fui con Thomas a el salón-
Me importaba un pito hablar con el.
- Linda, por favor, escúchame -dijo Dylan siguiéndome-
Ugh, odiaba hacer esto.
- Okay, ¿Qué mierda quieres? -dije gritando con el ceño fruncido-
- ¿Porque hiciste eso en mi casa? -dijo obvio-
- Por dejarme plantada, por mentirme, por engañarme ¿Algo más? -dije y Thomas me sonrió detrás de Dylan-
- Ni siquiera éramos novios -dijo Dylan cansado-
- Primor, ¿porque no te vas al diablo? -le dije tocando su blusa y mírandolo sexy-
- Eres una suelta -dijo llorando-
- Lo que digas -dije llendome-
- Más que tu hermana, perra -gritó Dylan para que yo detuviera mi camino-
No quería pelear en frente de todos del instituto, pero lo consiguió.
Me devolví y le pegué una cachetada que hasta se marcó mi mano en su cara.
- ¿_____, que haces? -sentí a mi hermana decir gritando-
Todo el instituto me miraba raro y yo estaba confundida.
- Mejor vámonos, linda -dijo Thomas tomándome del brazo fuerte-
- Déjame sola -dije y me quite mirando a mi hermana que trataba de ayudar a Dylan-
- Te vas a meter en más problemas -dijo Thomas mirándome preocupado-
No lo escuche y me dirigí donde mi hermana.
- Lo ayudas a él y a mí no, hubiera preferido otra hermana, prostituta -dije empujándola-
- Yo no soy tu hermana, ¿qué te ocurre, linda? -dijo diva riendo como si nada-
- Que poca madre, Grace -dije y la miré rara-
- ______, deja en paz a mi novio -dijo ella mirándome victoriosa-
DEJA
EN
PAZ
A
MI
''NOVIO''

Maldita zorra.

Y así fue como empezó todo, yo golpeándome con mi hermana, Dylan escapando y Thomas trataba de calmarme.
Todo el hermoso instituto vio todo nuestro desmadre.
Bonito ¿no?