Troian
Nunca pensé que me encontraría en esta situación. Antes pensaría que esto es de gays, pero ya no. Estoy muy feliz por este momento que al fin ha llegado. ¡Sí! ¡Tony va a pedirle matrimonio a Helena!
Estamos recogiendo el anillo porque tiene pensado pedírselo esta noche en un cita en unos de los restaurantes más lujosos de todo Londres. Leia no sabía nada de esto, porque no nos fiamos de que no le dijera nada a Helena. Son chicas, se cuentan todo entre ellas.
Y hablando de Leia, lo más seguro es que de a luz la semana que viene. Y no puedo estar más nervioso y ansioso porque Junier nazca ya. Mi hijo. Joder, quién lo diría. Pero soy tan jodidamente feliz sabiendo que podré darle una vida digna, que ni Leia ni yo hemos podido tener... Pero él la tendrá.
-Tío, estoy nervioso por esta noche. -Dijo Tony revolviéndose el pelo.-
-Te diría que te tranquilices, pero cuando yo se lo pedí a Leia estaba tan nervioso como tú. -Empezamos a reír.- Echale huevos, y haz feliz a tu chica. -Palmeé su hombro y salimos de la joyería.-
Y entonces, sonó mi móvil.
Leia
¿No os pasa que estáis tan tranquilos y de repente todo cambia? Así, en un segundo. Porque a mí me acaba de pasar. Lena y yo estábamos en mi casa terminando de decorar la habitación de Junier, quién se suponía que llegaba al mundo la semana que viene. Pero no, ha querido llegar antes.
-¡Lena! ¡Ven corriendo! ¡Que he roto aguas joder! -Dije sujetando mi gran barriga de embarazada mientras Lena aparecía corriendo y chillando de alegría.-
-Deja de chillar de alegría y llevame al hospital, que esto duele como el infierno. -Dije caminando a coger mi bolso y dirigirnos al coche.
-¡Es que estoy muy feliz! -Dijo ayudandome a subir al coche.- Coge el móvil y llama a Troian, no quiero que quiera perderse el nacimiento de su hijo. -Dijo arrancando y yo marqué como pude.-
-¿Ángel? ¿Pasó algo? -Dijo Troian al descolgar la llamada.-
-¡Troian planta tu culo en el hospital ya! ¡Junier quiere salir ya! -Dije gritando y colgué dejándole con la palabra en el boca.-
Espero que llegue a tiempo porque no quiero sufrir mientras doy a luz sin él.
Troian
Cuando Leia me colgó me quedé en shock bajo la mirada atenta de Tony.
-Dime que no le ha pasado nada. -Dijo Tony preocupado.-
-Creo que tendrás que pedirle matrimonio a Helena otro día, ¡Leia va a dar a luz hoy! -Dije corriendo hacia el coche con una enorme sonrisa en mi cara.-
Hoy por fin sería padre. Una familia.
~
-¿La habitación de Leia Bennett? -Pregunté aún jadeando por la carrera del aparcamiento al interior del hospital.-
-Sexta planta, habitación 666. -Tony soltó una carcajada por el número de habitación y yo solté otro. El número del Demonio. Esto parecía una broma.-
Subimos los dos corriendo al ascensor y cuando llegamos a la puerta Tony empezó a reírse otra vez por el número. Entré sin avisar y fui corriendo a darle un beso corto a Leia. Estaba en la camilla, abierta de piernas y sudando. Tomé su mano y la apretó fuerte.
-¿Lista señorita Hall? Apriete fuerte y empuje. -Decía el médico y Leia gruñía y empujaba lo más que podía. Solo éramos una enfermera, el médico, Leia y yo. Lena y Tony tenían que esperar fuera.- Vamos un poco más, ya casi está.
Leia dio un gran bufido y luego un suspiro. Y entonces se escuchó un llanto. El llanto de Junier. La enfermera lo puso en brazos de Leia y esta lo miró con amor. Verdadero amor. Mi familia. Comencé a llorar de felicidad. Leia me miró enternecida y me pasó al pequeño Junier. Mi hijo.
Leia
Cuando me desperté, tenía a Troian a mi lado sujetando mi mano y mirando a algo, o más bien a alguien, al otro lado de mi camilla. Giré mi cabeza y ahí estaba Junier en una cuna del hospital. Lena y Tony estaban alrededor del niño mirándolo. Serían unos grandes tíos. Volví a mirar a Troian y ahora este me miraba a mí. Sonreí y él dejó una beso en mis labios.
-Gracias ángel, gracias a ti vuelvo a tener una familia. Me has hecho el hombre más feliz del mundo. -Dijo mirándome con tanto amor como el que yo sentía por él.-
-Te amo Troian. -Me volvió a besar y alguien carraspeó. Lena.- Ven aquí y abrazame tonta. -Ella me abrazó fuertemente.-
-Vas a ser la mejor madre del mundo, ya verás. -Dijo sonriendo y se acercó a Tony.-
-¿Vosotros no teníais una cita en... -Miré el relog.- dos horas?
-Sí, pero tú eres más importante que una cita Leia. -Dijo Lena como si fuera algo obvio.-
-¿Pero y si Tony tenía que decirte algo importante? -Miré a Tony y luego a Troian con una ceja levantada. Pensaban que no sabía nada sobre que iba a pedirle matrimonio, pero los escuché hablando por teléfono ayer y me enteré de todo.-
-Bueno, no es nada que no pueda decirle aquí. -Dijo Tony levantando los hombros.-
-¡¿Aquí?! -Dijimos Troian y yo a la vez. Lena estaba con cara de no enterarse de nada.-
-Bueno pues nena... -Dijo Tony arrodillándose delante de Lena y esta llevó las manos a su boca sorprendida.- Pensaba hacer esto de una forma mucho más romántica, pero no puedo esperar ni un segundo más para preguntártelo. -Troian y yo los mirábamos atónitos.- Helena, ¿quieres casarte conmigo? -Lena ya estaba llorando.-
-¡Sí! ¡Sí! ¡Y mil veces sí! -Ambos se besaron y justo en ese momento entró el doctor perplejo ante tal escena.-
-Menuda familia tan rara va a tener el pequeño. -Dijo riendo el médico.- Y bueno, enhorabuena al futuro matrimonio. -Dijo sonriente y luego nos miró a Troian y a mí.- Señorita Hall, mañana por la tarde se le dará el alta ya que el pequeño y usted están en perfectas condiciones. -Volvió a salir de la habitación y nos dejó allí.-
Quizás éramos una familia bastante peculiar, pero seríamos la mejor familia que un niño podría tener. Así que bienvenido al mundo Junier, dónde tu familia, por muy rara que sea, te va a cuidar como ninguna otra.
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Troian.
RomanceLeia Bennett, una chica de 23 años que ha podido superar su pasado y conseguir ser la persona que es. Una reconocida tatuadora en Londres. Simpática, tímida pero con mucho carácter. Troian Hall, un chico de 24 años temido por todos. Se gana la vida...