No voy a hablar de los padres en general, voy a hablar de mis padres.
Puede que muchos penséis que estoy en la edad de odiar a mis padres, la bien conocida edad del pavo. Puede ser que sea cosa de la edad, pero cierto es que si me vuelvo una persona rencorosa, cuando me vaya de esta casa no volveré.
Cuando vayas a ser padre/madre asegúrate que estas dispuesto a dar cariño a una persona porque unos padres que no dan cariño pueden ser fácilmente tutores. Mis padres me han visto llorar, sufrir y en cierto modo no saben que tienen que decir en el momento adecuado, como si no fueran personas que han pasado por la adolescencia. Ellos me han creado y prácticamente; mi físico, mi carácter y muchas cosas más vienen de ellos. Pero lo extraño empieza a ocurrir cuando el hijo se empieza a educar en su cuarto, solo, o dentro de su propia mente. Ellos lo único que se limitan a hacer es poner límites, y a intentar que sea algo en un futuro no tan lejano. En eso no hay ningún problema pero todo empieza a deformarse cuando el hijo tiene un sueño el cual para los padres se transforma en una obsesión y una oportunidad que hay que aprovechar a toda costa para que el hijo tenga un futuro. Empiezan a olvidar las demás cosas como la felicidad del propio hijo y se concentran solo en el sueño que este tiene, transformándolo en una obligación. El hijo sigue teniendo ese sueño pero no lo ve como sus padres lo ven, además el hijo tiene otros sueños que para los padres podrían parecer una aunténtica tontería. El sueño del chico se empieza a transformar en una pesadilla, de la cual los padres son los protagonistas. Como el chico tiene cierto asco a lo que un día fue su sueño sus padres empiezan a pensar que es un fracasado o/y un inútil.
Mientras todo esto ocurre el hijo tiene más problemas como en el amor, en la amistad o dentro de su mente, pero sus padres no le dan importancia a esas cosas que ''son cosas de la edad''. Y así el hijo coge asco a sus padres por estar sumamente ciegos y no darse cuenta de lo que realmente es importante, la felicidad de el chico.
Pues lo dicho, puede que sea la edad del pavo pero solo quiero huir y no volver jamás. Espero que mis pensamientos cambien y así poder llevarme bien con las personas que me han dado esta extraña vida.

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Mentana.
PoesíaMi mente es mi ventana. Ella se abre y deja correr el viento que puede destruirla en cualquier momento. Ella se cierra y deja que la soledad pueda destruirla en cualquier momento. Ella corre por delirios entre la realidad y la locura, entre lo real...