El caso del taco - Parte 1

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[10:00 am. Oficina del fiscal. Sala 203]

— ¡No, no y no! ¿En qué está pensando Lana al asignarme tal caso? No es darme aires de grandeza pero es que en serio, ¿No pudieron darle este caso a no sé, Payne?- En aquel lugar de aire un poco extravagante se encontraba un hombre de hebras plateadas y mirada seria vociferando; cada que se movía, el pañuelo que llevaba en el pecho igual lo hacía. Se hallaba sentado detrás de su escritorio, con una taza de té entre sus manos y frente a él un hombre con un intento de Moicano en el peinado; jabalina café verdosa y aire de despiste.

—¡Pero señor Edgeworth! La fiscal Lana le ha puesto este caso directamente a usted, ignoro el por qué, pero a leguas se nota su poco interés. Debería actuar más preocupado, pues son órdenes de la jefa.- dijo aquel hombre mientras parecía guardar algo en su jabalina.

—Gumshoe, ¿No es tu vocabulario un poco más extravagante que de costumbre?- Preguntó el hombre de traje rojo mientras le daba un sorbo a su taza.

—¡N-no sé de qué me habla señor! Yo he mejorado mi lenguaje para...-

—¡Es porque Gummy tiene un diccionario!-  Gritó una chica de pelo negro-azul la cual llevaba una insignia de un cuervo en su pecho.

–Kay...- Bufó el inspector.

—Kay, me alegro mucho de verte pero ¿Qué haces aquí?.- Dicha esa frase, se levantó de donde estaba y se dispuso a buscar algunos documentos en su escritorio, luego de que se acabara el té que estaba bebiendo.

—Bueno, andaba casualmente por aquí cuando escuché que te habían asignado un caso especialmente a ti...- —

—¿Andabas casualmente por las oficinas de la fiscalía regional?...- El peliplateado continuaba su búsqueda; hasta encontrar sus lentes. Ponérselos y seguir buscando.

—Sip!- Contestó la chica.

—Ejem! Bueno, ¡Que bien que nos acompañes en este caso, Kay!- Dijo el inspector.

—No recuerdo haberle pedido a Kay su ayuda, inspector Gumshoe...- Encontró los documentos que buscaba; los guardó en un maletín y caminó hasta donde estos dos se encontraban (la puerta).

—Venga, Edgey! Es una buena manera de continuar mi búsqueda como el gran ladrón Yatagarasu!.- La chica contestó con aquel entusiasmo distintivo de ella.

—¿Pero que no habíamos atrapado ya a Yew, y desmantelado la red de contrabando que mató a tu padre? — Edgeworth y Gumshoe dijeron al unísono.

—... Bueno... Es que no tengo nada que hacer.- Dijo la chica.

El fiscal del caso suspiró resignado —Bueno; me aconpañarás, Kay. Sólo una cosa más... Inspector, ¿Qué haces asignado a este caso, si eres del departamento de homicidios?.-

—Je je... En realidad, no estoy asignado a usted. Sólo le vine a traer el papeleo que Lana me dio. En realidad, como es un caso de robo, usted se hará cargo de dirigir a la policía en este caso.-

—Pero si en cualquier crimen se es asignado un inspec...-

—Recorte de personal, señor.- Dijo con una sonrisa el inspector Gumshoe.

El fiscal suspiró. —¿No que más empleos, Trump?-

—Edgey, ¿A quién le estás hablando?.- Dijo la ladrón de apenas 17 años.

—Eh... Nada, sólo divago. Inspector, cierra la oficina, por favor. Vámonos, Kay.- Dicho esto, la pareja peor que los polinesios conformada por una ladrona y un fiscal, salen de la oficina.

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⏰ Última actualización: Mar 01, 2017 ⏰

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