Capitulo 1

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-Bueno, empecemos. La Marca de Atenea. Annabeth. Capitulo 49. –Leyó Apolo.

Antes de que comenzara con el capitulo, otra luz inundo la sala pero esta vez era de un color rojizo anaranjado. En el centro, entre los semidioses y sus padres divinos, se materializo una pequeña hoguera. Una niña de alrededor de 8 años, removía las brasas con una vara. Su rostro se mostraba triste mientras observaba el poco fuego que formaba la fogata.

-¿Tía Hestia? –Preguntó dudosa Artemisa.

-¿Qué haces aquí, hermana?

-Las Moiras me vinieron a explicar lo que sucedía y me pidieron cortésmente que os acompañara, Zeus. –Explico amablemente. Tiró el palo a las ascuas y con un chasquido de dedos paso de ser una dulce niña pequeña a una mujer atractiva de unos 30 años con rostro agradable y hogareño.

-¡Tía H! ¡Tía H! Siéntate conmigo –Dijo Apolo haciendo aparecer un trono al lado del suyo.

Hestia se rió ante la poca paciencia de su sobrino.

-Tranquilo mi sol, que una ya esta mayor. –Bromeó, sentándose junto a él.

-Sobretodo siendo una inmortal ¿no? –Sonrió Hermes.

-Exacto, sobrino.

Los semidioses entre sí se encontraban en un corrillo comentando entre sí sin hacer caso a los dioses. Percy Jackson, entre todos los que se encontraban allí, se podría decir que era el que más alto se reía mientras apuntaba a una ruborizada y enojada Annabeth.

-¡Para! –Le golpeo la mano, para que dejara de apuntarla. –No es gracioso.

-Sí. ¡Sí, que lo es! –Dijo entre risas. La verdad es que no le hacía tanta gracia lo que era gracioso era la cara que había puesto Annabeth en cuanto dijeron su nombre en el capítulo. -¡Esta en tu punto de vista!

-¡Que pares he dicho! –Acto seguido le dio un puñetazo en el estómago haciendo que Percy se doblara de dolor. –La próxima vez que diga que pares...paras.

-Vale. –Dijo con voz ahogada a causa del golpe.

-En momentos como este, pienso que me podrías caer bien.

-Pues sigue pensando La Rue, pero cuidado, no te hagas daño ya sabemos que no es tu fuerte.

La hija de Ares gruño, pero si la hubieran observado bien hubieran notado que los extremos de sus labios luchaban para no formar una sonrisa.

De nuevo, la sala quedo inundada de otra luz. Esta vez era de plata y una vez disuelta dejo paso a un grupo de 20 chicas vestidas con cazadoras de plata y a sus hombros un carcaj del mismo color.

-Thalia –Llamó Artemisa.

-¿Mi señora? –Pregunto curiosa -¿Qué hacemos aquí?

-Veras...Las Moiras os han enviado aquí para leer sobre un futuro próximo, que al parecer no está en muy buena condición. –Las explicó.

-¿Y ese futuro...trata sobre la guerra y Cronos? –Preguntó preocupada Phoebe.

-No lo sé...No lo habíamos considerado, pero puede ser. –Repuso la Diosa de la Caza.

-Siempre podíamos empezar a leer y averiguarlo. –Propuso Percy.

-No te las des de listillo, Cabeza de algas. La listilla es Annabeth.

La rubia rodó los ojos.

Antes de que Apolo volviera a comenzar a leer, Zeus hizo aparecer sillones y sofás para que los semidioses estuvieran cómodos durante la estancia allí.

La Marca de Atenea (últimos capítulos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora