-Annabeth. Capítulo 50. –Leyó Hestia.
Annabeth perdido la noción del tiempo.
-Vaya...Y yo pensaba que eso solo te pasaba cuando estaba con Percy. –Picó Clarisse con una sonrisa maliciosa bailando en sus labios.
-¡¿Qué?! Eso es mentira. Tambien perdió la noción del tiempo con muchas otras cosas. –Dijo con un leve tono rojizo-casi imperceptible- en sus mejillas.
-Entonces, ¿admites que pierdes la noción del tiempo con Percy? –Dijo Connor subiendo y bajando ambas cejas.
-Bu-bueno...es mi a-am-amigo y paso m-mucho tiempo con él. –Explicó Annabet retorciendo un mechón de pelo. Levantó la cabeza y vio a sus compañeros con grandes sonrisas pícaras y cejar arqueadas. -¡¿Algún problema con ello?! –Dijo enfadada. Se estaban riendo de ella...
-Tranquila Anni, no hemos dicho nada. –Levantó las manos Thalia, riendo, en signo de paz.
-Pero insinuáis. –Se cruzó de brazos.
Percy sonrió ante la enfurruñada Annabeth. La verdad es que en ese estado le causaba cierta ternura. Pocas veces había visto a Annabeth dejar su personalidad fuerte y madura para ver la personalidad de una chica de 15 años rodeada de sus amigos y fuera de preocupaciones.
Podía sentir como la ambrosía que había comido antes de empezaba a reparar su pierna.
Todos suspiraron de alivio. Percy le cogió una de las piernas y empezó a repartir besos a lo largo de ella.
-¡¿Pero qué haces?! –Dijo Annabeth totalmente ruborizada intentando apartarle sin dar mucho éxito.
-Sana, sana...culito de rana...si no te curas hoy...te curaras mañana... -Por último le dio un beso en el tobillo, donde el libro dijo que se lo rompería. -¿Mejor? –Sonrió. Annabeth se quedo sin habla mirándole con los ojos abiertos como platos.
-No sé, si ha sido o muy tierno o una escena erótica. –Dijo perpleja Katie.
-Dejémoslo en una cosa intermedia. –Respondió Clarisse un poco confundida ante la reacción de Percy ya que nunca le había visto esa faceta tierna...un tanto extraña.
-Tú... -Atenea señala a Percy –aparta esos asquerosos labios de molusco de la pierna de mi hija. –Gruñó.
Percy se apartó con las manos en alto riéndose de la cara de Annabeth.
Pero aún le dolía tanto que el dolor latía hasta el cuello.
Percy cogió su pierna y se la puso en el regazo y empezó a darle un pequeño masaje.
-¿Qué haces? –Pregunto la hija de la diosa de la sabiduría un poco aturdida por el suceso ocurrido hace unos pocos segundos.
-Solo de escuchar lo que te va a pasar me está poniendo malo, listilla. –Respondió con total sinceridad. –Y bueno, este pequeño masaje creo que es más para relajarme yo que para aliviar tu dolor inexistente.
A lo largo de las paredes, pequeñas arañas se escabulleron en la oscuridad, como esperando órdenes de su ama.
A todos los hijos de Atenea y la susodicha les recorrió un escalofrío por toda la espalda.
Miles de ellos crujieron detrás de los tapices, haciendo que las escenas se movieran como el viento.
-Seguro que debe ser increíble pero a la vez un tanto escalofriante. –Dijo una niña de Atenea.
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La Marca de Atenea (últimos capítulos)
HumorLos dioses y semidioses van a leer los últimos capítulos de la Marca de Atenea ¿Cómo reaccionaran? Ellos se encuentran antes de la batalla de la primera profecía. Los personajes y las palabras en negrita pertenecen a Rick Riordan.