Día uno: La petición.

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Es un día como cualquier otro en la ciudad de Boston, Estados Unidos. Cassandra es una señora de avanzada edad, con exactitud de 55 años. Vive en una casa de dos plantas, viuda y con una sola hija de 21 años, April Clarkson.

Si preguntas por ella en su vecindad, todos dirán que es una señora amable, solidaria y con un corazón bondadoso, trabajadora y servicial. En sus años de juventud, le obsequiaron un diario de vida, donde escribía cada vez que se inspiraba o tenía algún acontecimiento importante en su vida.

En su casa, estaba Cassandra sentada en una mecedora en su galería,  tejiendo una nueva manta para venderla. Entrada la noche, caminó  ayudada por su bastón, para subir a su aposento. Cuando estuvo acostada en su cama matrimonial, llamó a su hija:
-  April, cariño, ven acá.
- ¡Ya voy!- gritó desde la sala de estar - Mande.
- ¿Me podrías hacer un favor? Busca debajo del joyero que está en el gabetero, ahí encontrarás un pequeño cuaderno- observó con cuidado cada movimiento que su hija hacía-.
- Lo encontré. ¿Qué  hago con él?
- Ábrelo en la primera página y léela, por favor
-De acuerdo.

Buscando una silla, se sentó y buscó  la página. Con detenimiento, empezó a leer en voz alta:

"03/Diciembre/1951
Hola:
Hoy es mi cumpleaños y me regalaron este delicado cuaderno. He decidido escribir cada día que pase en mi vida, sea interesante o no. Quiero que cuando sea grande, pueda recordar con detalle lo que he pasado, no luchar para poder recordar qué sentí  o qué pasó en algún día especial. Tampoco quiero mentirme haciendo supocisiones incorrectas cuando recuerde algo con un viejo amigo.

Mi día empezó un poco apagado, mi mamá me felicitó por cumplir 13 años, recalcando que ya era adolescente  y tenía  alguna que otra responsabilidad de más. A veces me siento exhausta por mi mamá, siempre dice lo mismo y nunca me deja en paz. Cassie, haz esto, haz lo otro... Por otra parte, mi día fue increíble, me regalaron muchas cosas. Mi mejor amigo, Bob, me obsequió un anillo color dorado y una carta, felicitándome.

Estoy agotada, por lo tanto no escribiré mucho. ¡Adiós!"

-Muy bien, April. Quiero que leas para mí  una página cada noche, antes de dormirme. Así conocerás mi pasado y aprenderás algunas cosas que tuve que aprender de mala manera.

- De acuerdo, me voy a acostar -expresó aburrimiento en su voz.

- Que duermas bien, hija.- dijo cerrando sus ojos, imaginando cómo sería si fuera joven otra vez...
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¡Hola! Espero que les haya gustado, es corto porque no tengo tanta inspiración. Quiero que le den una oportunidad, es mi primer libro y creo que les gustará.

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