Bienvenida al infierno... Ratita

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Esta historia esta registrada a mi nombre por Safecreative, se prohibe totalmente las copias, parciales o totales, al igual que adaptaciones.

Cualquier copia o adaptación será reportada.

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Caminaba por la escuela con esa seguridad que la identificaba, sonreía a cada persona que pasaba por su lado y les daba uno que otro cumplido mientras seguía su camino al salón de clases, recogió su larga cabellera negra y al llegar a su salón tomó su chaqueta y la dejo en unos de los pupitres saludando al único chico que se encontraba sentando perdido en el mundo de la lectura y recibiendo un gesto de molestia por parte de él.

Tomó asiento al momento en que escuchaba unos pasos aproximarse..

-Gissele..- le sonrió el chico forzadamente.- Te habla Noemí.. Está en el pasillo.

La chica le sonrió como agradecimiento y salió del salón de clases.

Camino en busca de su amiga y no la encontró, pregunto por ella y nadie sabía dónde estaba, decidió regresar al aula sin tomarle mucho importancia a lo que le dijo el chico.

Olvido lo ocurrido en cuestión de minutos y decidió sacar su celular para quedar con su mejor amiga a la salida.

Se puso histérica al no encontrarlo en su bolsillo y decidió buscarlo en su bolso en el que tampoco estaba, respiro profundo e intentó recordar el último momento en el que lo utilizo..

"Recuerda.." Se repetía a ella misma hasta que un foco se prendió por sobre su cabeza y se dirigió a su chaqueta que seguía donde la había dejado y para su suerte estaba en el bolsillo de esta.

Lo tomo sintiendo un escalofríos, sentía que algo malo estaba por ocurrir, era un sentimiento tan fuerte, tan insistente, algo estaba mal y lo sabía. Cerró los ojos con la esperanza de que al abrirlos ese horrible sentimiento escapara.

Pero no fue así.

Al abrirlos sintió como su celular no paraba de vibrar " Número desconocido" leyó en la pantalla.

¿Cuál fue su primer error?

Leer los mensajes.

Mensajes que le arruinarían lo que con esfuerzo había logrado mantener, que derrumbarían su seguridad y sus sonrisas habituales, que su costoso rímel dejara de ser aprueba de agua al no detener cada lagrima causada por aquellas letras que a su ves algo malo le traería.

Y a su ves tener que afrontarlo sola, ocultarlo como el más preciado de sus secretos.

Habían dos cosas que la llevarían a lo que tanto evitaba, aquellos horribles mensajes, y la noticia que su mejor amiga le daría.

Caminaba alegre por la escuela aún sin ver los mensajes y buscando a su mejor amiga a la que después de recorrer toda la escuela la encontró en unas escaleras llorando, sus piernas flexionadas cubrían su rostro intentando ocultar su llanto y el rímel corrido.

Corrió en cuanto la vio y la abrazo con fuerza.- Nini.. ¿Qué ocurre?.- le hablo a su mejor amiga con el apodo con el que solo ella y su "cuñado" como le decía al novio de su mejor amiga.

Su rostro continuaba por sobre sus rodillas y sus llantos se escucharon aún más fuertes.- Nini, no llores.- dijo en voz suave consolándola y abrazándola aún más.

Después de unos minutos su amiga levanto el rostro encarando a su amiga, le extendió su celular susurrando "Perdón" en voz baja.

Tomó el celular de su amiga insegura y lo vio.. Había unos mensajes en el y suponiendo que era eso lo que quería que viera los leyó.

<Mi cielo se que no quieres mudarte pero es necesario, ya hice tus maletas, nos vamos en cuanto salgas del colegio>

Suplicaba que fuera de escuela de la que se mudaría, no soportaría que se fuera de la ciudad.. Era como su hermana.

-Me mudo de ciudad..- dijo como si logrará leer sus pensamientos.- No quiero Gissele.. no me quiero ir.- la abrazo lo más fuerte que pudo, ella tampoco quería.

Ella era como su hermana, era todo lo que le quedaba después de la muerte de su madre, ella y gomita ( su hámster) su padre pareciese que también hubiese muerto nunca estaba presente. Jamás ha estado para ella.

Pasaron las horas y entre lágrimas y desconsuelo se despidió de su mejor amiga.

Esas fueron sus primeras lágrimas.

Al regresar a su casa decidió tomar un enorme bote de helado y llorar un par de horas pero su celular vibraba tanto que llegó ha pensar que tenía una llamada..

Abrió el chat y leyó los mensajes algo asustada.. No podía ser para ella.

Ese número no estaba en sus contactos.

Gissele: Te equivocaste de numero..
Visto a las 17:18 pm

Desconocido: No Gissele.
Visto a las 17:22 pm

Desconocido: Todos esos me mensajes eran para ti.
Visto a las 17:22 pm

Gissele: No entiendo.. (Inserte de carita confundida).
Visto a las 17:24 pm

Desconocido: Rata tonta, pagarás por lo que hiciste.
Visto a las 17:27 pm

Esos fueron los primeros mensajes.

"No eran solo palabras" "Eran advertencias"

Bienvenida Al Infierno.. RatitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora