¿Realmente me han olvidado?
La fresca brisa que hacía agitar las hojas de los árboles entró por la ventana principal del salón, revolviendo el oscuro cabello de Sora y apagando a su vez, la vela de su pastel de cumpleaños.
-Sora, te dije que no abrieras la ventana -dijo Byakuya con su típico tono serio, hacia su adorada hija.
Obedeciendo a las palabras de su padre, ella cerró la ventana y se dirigió hacia la mesa, lista para apagar la re encendida vela. Hoy, justamente, celebraban su décimo quinto cumpleaños. Sora había crecido rebosante de belleza, una clase de belleza tan delicada y reservada sólo para los nobles. Era idéntica a su padre, incluso compartían la misma actitud energética de éste cuando era joven, pero más al estilo de Horo.
-Pide un deseo, Sora -ordenó Horo con una amigable sonrisa en su rostro.
Sora asintió y apagó la vela de un soplido, predecedida por varios aplausos de felicitación provenientes de sus invitados, Kyoraku y Jushiro, a quienes veía como padres, aunque no de sangre realmente.
-¿Qué deseaste? -preguntó Ukitake con energía.
-¡Qué pueda ingresar a la academia del abuelo, lo más pronto posible! -exclamó.
-Muy pronto -dijo Kyoraku a la vez que soltaba una risita somnolienta-. Yo me encargaré que pronto puedas asistir.
-Tu abuelo estaría muy orgulloso -Horo se acercó a ella y acarició su cabeza con sutileza y amor maternal-. Él te amaba mucho.
Sora bajó la mirada en señal de respeto y tristeza. La muerte de su abuelo Yamamoto hacia a penas 3 años era uma herida que por más que intentara, no podía borrar, porque lo amaba tanto, pero intentaba mantener la fortaleza por su madre, porque para ella había supuesto una agonía terrible.
-Vaya, ya quince años -mencionó Jushiro-. La edad perfecta para que te rompan el corazon.
-¿Qué? -preguntó la chica.
-Callate -dijo Byakuya, determinante.
En cambio, Jushiro junto a Kyoraku rieron conmovidos por la disfrazada preocupación de éste.
-Kuchiki-sama, lo buscan en la recepción -dijo una sirvienta al acercarse a Byakuya y sin más que la aprobación de éste, se fue.
-Vuelvo en un momento -dijo.
Aunque no había sido llamada, Horo fue tras él.Byakuya entró primero, visualizando a un chico de cabello rubio que se puso de pie al verlo entrar. Miró sus ojos, eran marrones, pero tenía esa mirada, la mirada que hizo erizar su piel y que sin duda, jamás olvidaría.
-Kuchiki-sama, un gusto -dijo el chico al hacer una reverencia frente a Byakuya y Horo-. Mi nombre es Yuuzan Sonobe, y soy el único hijo de la señorita Aoi.
Al escuchar lo último, Byakuya se tensó, ahora sabía porqué esa mirada era tan familia.
-¿Qué quieres? -preguntó Byakuya con determinación.
-Byakuya, por Dios, dime que él no es hijo tuyo y tampoco viene a reclamar herencia -exclamó Horo, preocupada.
-¿... Qué?
-Oh, no, no se preocupe Horo-sama, Byakuya-sama no es mi padre -dijo éste, sonriendo y negando con las manos-. A decir verdad, yo nací antes que ustedes siquiera conocieran a mi madre.
-¿Entonces que es lo que quieres? -volvió a preguntar el azabache.
-No tiene que ser tan hostil, por favor -Yuuzan era demasiado amable, pero sus ojos habían tomado un color opaco-. No es como si quisiera vengarme o algo así, yo sólo he venido a disculparme.
-¿Disculparte? -preguntó Horo-. Cariño, tú no hiciste nada malo.
-Pero mi madre sí -respondió éste-. Hasta hace poco lo supe, por favor, no me interrumpan -pidió Yuuzan y continuó sin tomar asiento-. Ya nací meses antes que Aoi ingresará al gotei 13, y por lo que sé, en aquel entonces su separación de mi padre era muy reciente, sólo que ellos eran jóvenes y yo fui el resultado de una aventura. Desde entonces ella se encargó de mí, y al morir, fui adoptado por la familia de mi padre -su voz empezaba a quebrarse, pero se mantenía firme-. Hasta hace poco, mi padre me entregó una carta de madre, que ella escribió para mí antes de morir, contando todo lo que hizo, el como daño a la familoa Kuchiki, y como la locura la sucumbió hasta que no podía distinguir cuales eran sus pensamientos reales. Yo sólo -volvió a reverenciar-, quiero pedirles disculpas por el error de mi madre.
La pareja estaba atónita, si no fuera por su fortaleza sobrehumana, Horo habría llorado, pero en vez de eso, fue hacia el chico y lo tomó en sus brazos con el consuelo de una madre.
-Horo... -nombró Byakuya despacio.
-Ya, descuida -dijo ella con delicadeza-. Muchas gracias, aceptamos las disculpas.
-Yo no -dijo Byakuya.
-¡Callate! -gruñó Horo volteando a verlo con mirada asesina.
-Está bien,está bien -mencionó Yuuzan secando sus lágrimas-. No me molesta que Byakuya-sama me deteste, me siento mejor ahora, naturalmente.
-¿Dijiste Sonobe, cierto? -preguntó Byakuya y Yuuzan asintió-. No sabía que Aoi tenía la costumbre de meterse con nobles.
-¡Byakuya! -exclamó Horo.
-Bueno, digamos que soy algo así como un noble -dijo él, sonriendo.
Antes que alguien pudiera decir algo más, unos apresurados pasos se escucharon en la lejanía hasta acercarse, Byakuya volteó hacia la entrada del pasillo al igual que Yuuzan.
-¿Por qué tardan tan--
-Sora -nombró Horo.
La joven miró a Yuuzan, no parecía demasiado mayor, y su corazón empezó a latir rápido, no podía separar sus ojos de los de él, como si algo la obligará a mirarlo.
-Sora, él es Yuuzan Sonobe -dijo Horo con tranquilidad.
-Hola... -murmuró la chica.
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HOLA!
Bueno, he aquí la segunda temporada uwu espero les guste y la sigan hasta el final.
Yoroshiku onegai shimazu! ♥
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¡Me Casé con un Capitán! 2 (Pausada)
FanfictionEl tiempo ha pasado, Byakuya y Horo han aprendido a soportarse y Sora crece cada día más, pero ¿realmente han olvidado lo que pasó? ¿qué pasaría si el recuerdo de Aoi sigue vivo? 《Segunda temporada de ¡Me casé con un capitán! Fanfic de Bleach》