Capítulo I
Narra Lauren
Estaba frente a la institución de mis sueños.
Aparte con fuerza la correa de mi mochila que cruzaba de mi hombro a mi pecho.
Estaba nerviosa, por primera vez me alejaba de mi grandiosa familia. Estaba experimentado muchos sentimientos, desde el agua fría de mi nuevo departamento a los empujones de la manada de gente que transitaba por las calles tratando de llegar a sus destinos.Hasta ahora todo iba de maravilla, a excepción de que estaba completamente sola sin conocer a alguien por ahí.
No podía dejar de admirar aquél hermoso edificio. Todo aquí era arte. Pocas ganas me faltaban de sacar mi cámara profesional y sacar algunas fotos pero, me vería como una boba turista.
Regresé mi vista a mis nuevos converse negras que había comprado hace unos días atrás antes de llegar a Nueva York. Cuando caminaba me gustaba ver mis pies, donde piso, así me puedo dar cuenta de no caer en algún lugar... Pero al no ver el panorama, suelo chocar con las personas.
-Yo, lo si... -Estaba a punto de disculparme con la persona que había chocado pero, no era persona o al menos no creí que fuera un humano.
Era un chico de cabello castaño bien arreglado, las facciones de su cara eran tan finas como las de una mujer, su aroma era fuerte más no el tipo de colonia que me causa alergia sino, uno que te atrae. Vestía un elegante saco color café, bajo el saco utilizaba una sencilla camisa polo blanca que estaba dentro de sus pantalones.
Al parecer el chico iba poco absorto a lo que pasaba a su alrededor puesto que no se dio cuenta de que choque con él y trataba de disculparme.
Fue entonces cuando me di cuenta de que llevaba los auriculares puestos, y también me di cuenta de que iba al menos unos 15 metros delante de mi.
Negué con la cabeza y suspiré.
Me adentre a la institución esperando que me fuera de lo mejor, iba a esforzarme para seguir con mi beca de la mitad de mis estudios.Había escuchado que eran los profesores más estrictos del mundo, por lo que, para mi clase de arte dramático traté de llegar lo más temprano posible, 5 minutos antes.
Con la mirada busque algún lugar libre, varios alumnos ya se encontraban ahí. La mayoría aún no se conocían por lo que el escándalo y murmullo era casi nulo.
Opté por sentarme en las mesas del frente para así poder prestar mejor atención a la clase.
-No me sentaría ahí si fuera tú... -dijo una chica de piel morena lo suficientemente alto para atraer la atención de algunos de nuestros compañeros. Se dio cuenta de mi mirada curiosa y con una cálida sonrisa comentó- Mi hermana estuvo el año pasado en clase del señor Jefferson, el tiende a... soltar un poco de saliva cuando habla. -se encogió de hombros riendo, tomó su bolso de la silla que estaba a lado suyo- Normani Kordei. -se presentó.
Me senté a lado suyo, éste era un buen comienzo, ya había conocido a alguien y me había invitado a sentarme con ella- Soy Lauren Jauregui.
Normani había acertado con lo dicho, ese profesor escupía litros de saliva cuando hablaba. Me sentí mal por los chicos que llegaron unos minutos después y trataban de alejar sus sillas del centro lo máximo posible.
Toda mi clase transcurrió con normalidad hasta que la puerta se abrió mostrando a aquél chico con el que había chocado hace unas horas. Tenía un bolso color marrón que pasaba por su pecho, aún con los auriculares puestos entró a la clase sin pedir permiso al profesor, tampoco el profesor se molesto en pedirle explicación por su retardo.
-¿Quién es... -el sonido de una campana nos hizo saber que la clase había terminado y también me había interrumpido.
-¿Ya sabes de ella? -preguntó Normani con simpleza mientras tomaba sus cosas para salir a su siguiente clase, clase que ambas compartíamos.
-¿Quién? -pregunté al no entender a la chica que ella se refería.
-Se apellida Cabello, Camila Cabello -apuntó Normani al chico con el que había chocado.
Me quedé sin aliento; el chico con el que había chocado era mujer, tenía pechos y vagina. Debí tener una cara de asombro porque Normani empezó a aplaudir frente a mi cara.
-Lo siento, lo siento... Es sólo que... -empecé a tartamudear.
-¿Eres homofobica o algo así? -dijo Normani entecerrando los ojos, mirándome de manera acusadora.
-¡Para nada! -respondí con honestidad, era todo menos homofobica- Es sólo que... Me lo tope en la entrada y creí que era un hombre.
-Todas y todos creímos eso, -rió Normani- ella es hija de un empresario que ayuda a la institución, es quien decide si participas en los festejos de caridad o quien tiene el poder de conseguir para ti el estelar en Broadway.
-¿Es por eso que llega tarde a clases y nadie hace nada? -pregunté negando. Eso estaba mal, no por ser hija-hijo de papí millonario le daba el derecho de hacer lo que quería.
-No, no... -se apresuró en negar Normani- bueno en parte si pero, además tiene una enfermedad o simplemente depresión; no habla con nadie, algunas veces sólo responde a lo que el profesor pregunta, es demasiado inteligente. ¡Canta hermoso!
-¿Cómo lo sabes?
-¿Quién crees que es el estelar en los festivales? -rió sarcástica alzando una ceja.
-Me imagino que ella. -rodé los ojos.
Debía admitir que al principio ese chico llamó mi atención pero al saber que creía que podía manejar la prestigiosa institución me hizo sentir una pequeña repugnancia hacia ella.
Yo trabaje de mesera durante tres años para poder llegar a esta universidad y ella simplemente pagaba como si dulces comprará, y además de eso tenía prioridades.-Cuidado con las novatadas del grupo de arte dramático dos, el señor Arthur suele llevarse pesado con sus alumnos. -comentó con una risita Normani; una vez que todas las clases habían terminado y nos topamos en la salida.
-Escuché hablar de él. Estoy psicológicamente preparada para todo lo que venga a mi.
No lo estaba... Y mucho menos preparada para ella.
Esta historia será divertida, ya lo siento venir (me aburrió escribir cosas tristes)
¡ESPERO LES GUSTE!XOXO
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Soy Camz. (CAMREN)
FanfictionLauren Jauregui se muda de Miami a Nueva York para perseguir sus sueños entrando a la más prestigiosa institución de artes, Juilliard. Camila Cabello una joven con problemas de identidad puede pasar de ser tan delicada como una rosa a ser un fuerte...