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Lía observo fijamente a ambos individuos frente a ella. Su ceño se apretó, pero a los pocos minutos su semblante cambio, sus ojos azules miraron al castaño con cierto toque de incredulidad, pero sobre todo. Asco.
El castaño miro de soslayo a Miranda la cual permanecía estática, mientras que luchaba porque sus impulsos de lanzarse sobre Shaw y golpearlo se fueran; si lo hacía, lo más seguro era que sus impulsos la llevaran a besarlo y no golpearlo.
—Eso... ¿es cierto? —.Pregunto la pelinegra. Mientras trataba de procesar la información que había llegado a su cerebro.
Shaw la miro y asintió.
—Claro que lo es, aunque, todo termino cuando descubrí que estaba casada y tenía una hija. Yo no destruyo familias—.Suspiro—. Pero una cosa si es cierta, esta mujer, negó a su hija y a su esposo por más de un año
— ¡Eres una zorra, mamá! —.Grito la morena furiosa y decidida a golpear a la fémina frente a ella.
— ¡Lía, basta! —.Shaw tomo el brazo de la mencionada para jalarla y evitar que hiciera una locura, lo que menos quería —y que necesitaba— era un escándalo a estas alturas.
—Bien, pero esto no va a quedarse así
La morena de pelo azabache zafo su agarre de la mano del ojo azul y camino completamente furiosa hasta el cuarto de tiro, para que el castaño entrara detrás de ella. Apenas su boca se abrió para que sus cuerdas bucales hicieran su trabajo e hicieran que su voz saliera, la mano de la fémina choco con su mejilla. Provocando un estruendoso ruido que logro hacer eco en el lugar.
— ¡Y tú! —.Hablo—. ¿Para eso quieres que vaya a vivir contigo? —.Pregunto—. ¿Para ser otra más de tu puta lista? ¡¿Para eso?!
— ¡No lo sé! —.Respondió—. Escucha, no me interesa si vas a odiarme o no. Iras conmigo porque quiero asegurarme de que no te vacíen un puto cargador encima—.Hablo—. Si no me piensas dirigir la palabra. Bien. No me interesa, solo no quiero tener problemas con el idiota de tu padre.
— ¿Por qué? ¿Por qué te preocupas por mí?.. Solo soy tu compañera
— ¡No lo sé! ¡Deja de hacer tantas putas preguntas! ¿Quieres? Eres peor que una mocosa de 5 años
Lía trago saliva molesta y camino hasta la puerta. Shaw se apoyó en la misma para dejarla sin salida
—Quítate
—Iremos por tus cosas. No es una pregunta, es una orden—.Sentencio el castaño
—Bien—.Respondió ella y camino hasta la puerta.
—Hudson...
— ¿Qué?
El castaño la miro un segundo para jalarla con fuerza y hacer que su cuerpo choque contra la puerta y besarla con brusquedad. La morena no tardo en seguirle el beso al tiempo que Shaw toma su cintura para acariciarla y la pegue más a él.
— ¿Qué quieres mí? —.Lo mira fijamente
—Solo...—.Balbucea nervioso—. Ve por tus cosas—.Ordeno el castaño antes de cruzar la puerta y regresas a su lugar de trabajo
La morena quedo completamente sola en el cuarto de tiro, pensando en lo que acababa de pasar.
Minutos después, una Lía ya cambiada se acercó al castaño el cual se encontraba ojeando unos papeles.
—Estoy lista
Él la miro y se puso de pie.
—Camina.
(...)
—Shaw...—.Hablo ella mientras se dirigían camino a su casa—. ¿Por qué me has besado?
El castaño la miro de reojo y suspiro, ahí estaba la preguntona Lía Hudson.
—Olvídate de eso
Después de la respuesta, el silencio reino el vehículo, pero, Shaw. A pesar de estar conduciendo, la mira de vez en cuando. Ni él mismo sabe porque lo ha hecho.
— ¿Vas a estar así todo el camino?
— ¿Así como? —.Mira al frente—. Mi compañero me trata como si le estorbara y después me besa, como debería de estar según tu
—Bien—.Respondió—. Haz lo que quieras
—Para el auto.
Shaw bufó, harto de la actitud de la chica a su lado.
—No soy tu gato, deja de portarte como una mocosa
Ella arrugo el ceño y aprovechando el hecho de que Shaw se detuvo por la luz roja. Tomo la chaqueta del mencionado y lo beso cálidamente. El castaño, sorprendido por el beso, solo atino a alejarla de él.
—No vuelvas a hacerlo—.Sentencio
— ¿Y que si lo hago?
Él miro sus ojos y después sus labios, para girarse y seguir conduciendo. Al llegar a la casa de ella, se dan cuenta de que la puerta está abierta. Siguiendo lo que ambos aprendieron en la academia, toman cada uno su respectiva arma. Cuando entran se dan cuenta de que todo está cabeza arriba.
—Creo que ya tuviste visitas—.Dijo el castaño con cierto toque burlón
Ella lo miro y bufo.
—Si—.Dijo para subir las escaleras, seguida por Shaw—. Estaba buscando el Mp3
—Como sea—.Hablo él—. Déjalo así y solo toma lo que pienses llevarte, te recomiendo que entre esas cosas, estén tu almohada y tu cobija.
Ella no le responde, está completamente estática mirando un mensaje escrito en la pared, con el mismo mensaje que estaba sobre el expediente: "La siguiente eres tú".
Shaw rio por lo bajo al ver el mensaje. Algo que parecía ser de un principiante.
—Y mensajes satánicos incluidos, es una banda—.Aseguro—. Quizás su líder sea un maldito loco que se cree salvador del mundo, o... Burke... Pero, apúrate. No tenemos todo el día, ya casi es de noche y tengo que salir.
El castaño miro a la pelinegra, la cual seguía sin reaccionar, por lo que, no le quedo más que acercarse a ella.
— ¡Lía! —.Exclamo—. Deja de asustarte, demuestra que eres policía y que tienes agallas, el miedo no está hecho para nosotros. Recoge y vámonos.
(...)
Una vez que llegaron a casa de Shaw. Este abrió la puerta dejando que ella entrara primero, Lía quedo impresionada con el toque rustico y moderno que tenía la casa de Shaw. Mesas de madera y sillones de piel a juego con la pintura color chocolate que coloraba las paredes.
—Solo te digo una cosa—.Le dijo, logrando sacarla de sus pensamientos—.Cualquier cosa que escuches en la noche, tienes completamente prohibido decir algo
— ¿Qué se supone que escucharé? —.Le pregunta sin obtener respuesta, debido a que el ojo azul ya había cerrado la puerta de su habitación, la cual se encontraba en el segundo piso.
Cerca de las nueve de la noche. Un Shaw fresco, recién duchado y arreglado. Pasa frente a Lía, la cual se encuentra viendo televisión en la sala.
—Regreso luego
— ¿Dónde vas?
Shaw la miro con una sonrisa burlona. Ni a su madre solía darle explicaciones.
—Por ahí—.Respondió para salir por la puerta, dejando a la pelinegra sola, una vez más
(...)
Cerca de 3 horas después, la puerta principal se abrió. Shaw hizo su entrada triunfal a su residencia, seguido de una bonita pelirroja de buenas curvas, un vestido color marrón que realzaba coquetamente su figura, así como unos preciosos ojos verdes que avivaban su melena rojo fuego. La morena, la cual estaba recostada en el sofá, la observo de manera burlona. Shaw, ignorando su presencia —u olvidándola— sube a la habitación con su acompañante.20 minutos después. Lo único que lograba escucharse en aquella casa, eran los gritos, jadeos y gemidos por parte de las dos personas que se encontraban en la habitación del segundo piso. La pelinegra sin saber qué hacer, solo acato a subir a la que sería su habitación y tratar de dormir. Cosa que no logro hasta que el silencio inundo la otra habitación.
(...)
Al día siguiente. La morena bajo a la cocina completamente arreglada, dispuesta a preparar el desayuno para Shaw —y para ella, claro— pero sus intenciones se fueron así como llegaron al darse cuenta de que la chica pelirroja de ayer, —la cual ahora en vez de vestir ese lindo vestido marrón, ahora solo llevaba la camisa de Shaw y su ropa interior encima— ya había tomado su lugar en la cocina, debido a que movía cosas de un lado a otro.
—Buenos días
La pelirroja se giró para verla.
— ¿Tú quién eres?, Shaw nunca me ha hablado de ti
—Soy Lía—.Respondió—. Su nueva compañera
—Pues, hola Lía—.Sonrió—. Yo soy Annie
La casi "amena" platica entre ambas es interrumpida por la presencia del castaño en la cocina, recién bañado, con solo sus jeans y el torso descubierto. Este se acercó a Annie y la beso apasionadamente.
— ¿Te podrías cortar un poco? —.Pregunto la morena, la cual miraba francamente mal a ambos
Shaw no consigue entender lo que le pasa, por lo que después de intercambiar una mirada con la pelirroja se separa de esta.
—Buenos días, Lía—.La saluda para girarse de nuevo a Annie y abrazar su cintura—. ¿Qué hiciste de desayunar?
La morena se pone de pie y pasa por el lado de Shaw empujándole suavemente. Quizá, solo este sintiendo algo de celos.
—Huevos revueltos, tostadas y café—.Respondió Annie para después devolverle el beso
Shaw mira a Lía y le roda los ojos, para concentrarse en Annie de nuevo.
—Desayunamos y paso a dejarte para irme a trabajar.
(...)
Una vez que el desayuno paso, los tres tomaron sus respectivos lugares en el auto, para dirigirse a su primer destino, el cual era la casa de Annie. Al llegar a esta, la pelirroja baja, no sin antes darle un beso en los labios y entregarle un papel.
—Shaw—.Hablo la morena—. ¿Quieres mover el culo? Hudson nos quiere en 10 minutos en la comisaria.
El mencionado mira el papel para después tirarlo por la ventanilla del coche. Lía lo mira y no puede evitar preguntarle. Aun no entiende que debería de tener un filtro en la boca.
— ¿Qué era ese papel?
—Su número, pero ya sabes, no repito la misma chica dos veces
Ella asintió para después mirar al frente sin darse cuenta de que Shaw la observa divertido para terminar por estallar en carcajadas y comenzar a conducir.
— ¿Qué pasa?
—Nada—.Trata de calmarse—. Te molesto la presencia de Annie. Te recomiendo que te acostumbres, así serán la mayoría de las noches
Lía asintió mientras sentía un nudo molesto formarse en su garganta. Lo que decían de él era cierto, nadie ocupaba el corazón de Shaw Matthews, nadie más que su ego y su estúpida arrogancia. Nadie lograba hacer que sus sentimientos se dejaran mostrar y ella. Ella no sería la excepción.
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!Hola!♥
Otro capítulo, lamentamos la tardanza.
Les tenemos una noticia, a partir de este domingo, trataremos de ponernos al corriente y subir como antes, un capitulo cada domingo.
Gracias por la espera, gracias por sus votos y comentarios.
Nos leemos en el siguiente♥
Atte.
J&N♥
> Marzo 4 de 2016. 12:24 am<
ESTÁS LEYENDO
|| Skyfall || Dean Ambrose ||
FanfictionEl, Shaw Matthews, un hombre encerrado en el pasado, y atormentado por sus recuerdos y pesadillas. Pero también, uno de los mejores oficiales de todo Seattle. Perdido por completo en el mundo del alcohol, prostitutas, pero también, atado a su placen...