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El viernes, al finalizar las clases, sintió que el aire por fin le volvía a los pulmones, y para ser honesto,ya estaba deseando salir del campus. Se detuvo un momento frente a su casillero y metió algunos libros y sacó otros que usaría en casa. El pasillo a esas horas estaba prácticamente solo y en gran medida se sintió agradecido. ¿Qué estaría haciendo Curt en esos momentos?...
¿Qué? Pfff,se sorprendió él mismo de estar pensando en Curt, no es que no le gustara sinceramente,de hecho,le gustaba y mucho para ser un chico,sin embargo, había miles de cosas que le preocupaban antes que un simple chico.

Bien,sólo era una llamada, eso no los comprometía a nada ¿O sí?. Y estaba a punto de marcar el numero de Curt,ya había sacado su móvil cuando sintió que éste le vibró en la mano,miró el numero que apareció en la pantalla pero no lo reconoció de nada. ¿Quién le llamaría?.

—¿Hola...?
Dijo simplemente, esperando que la otra persona en la línea le respondiera. Pero sólo escuchaba agua. ¿agua? Eso era raro,porque si su oído no me fallaba,alguien le estaba llamando desde la ducha.

-Eh,Mackenzie, amigo. Soy Ken.

¡Mierda!.... Ése imbécil.

-¿Qué quieres?. Preguntó con disgusto,que claro,no se molestó en simular. Porque preguntar cómo había conseguido su número si jamás se lo había pedido era ridículo,él era Kenneth Roth.

-Mackenzie,ven aquí a las duchas y traeme una toalla,por algún motivo la olvidé y Tssk,¿no querrás que salga en pelotas, cierto?. Soltó una risita que le pareció de lo más absurda.

-¿Me has llamado por...?
Claro que Ken ni siquiera dejó que continuara,sencillamente le colgó.

¡Arrrggghhh! ¡Maldito imbécil!. James deseó poder matarlo,obviamente no podía y se conformó con apretar el móvil entre su mano.

Caminó hasta el gimnasio a largas zancadas y se fue directo a las regaderas,antes de llegar,de una de las bancas tomó una dichosa toalla y buscó en las regaderas. El sonido del agua caer fue inconfundible y llegó hasta ahí. Abrió la puerta de vidrio y le lanzó la toalla a Ken en la cara.

-Toma-Le dijo lanzandola-. No vuelvas a llamarme por una idiotez de esas,pero antes que saliera Ken le informó amablemente su situación.

-Te recuerdo mi querido Mackenzie que....psss,eres mi sumiso,y...quieras o no,es tu deber venir corriendo cuando te llame.

1,2,3,4,5,....
James comenzó una cuenta que sabía que aunque llegara al mil no le bajaría el enojo.

-Y yo te recuerdo que aún no he firmado tu contrato, lo que significa que...técnicamente aún soy libre,así que me largo.

Ken sonrió,de verdad le estaba gustando esta nueva faceta de Mackenzie, o quizá no fuera tan nueva,nunca fue muy amable que digamos con él.

-Pues no tardes,puedo cambiar de parecer y eso mi amigo Mackenzie, creeme que no te conviene.

-Si como sea,eso es todo, me largo.

-¡Espera!.
Ken le llamó antes de que se fuera-Hoy hay una fiesta en el edificioπ. Debes venir y entregarme el contrato firmado,la ceremonia de nombramiento es este sábado y quiero que todo esté listo para entonces.

-¿Una fiesta? No,paso. Te lo traigo mañana temprano firmado,no soy de fiestas.

Ken arqueo una ceja y le miró como si estuviera mutando y una segunda cabeza le hubiera salido a Mackenzie.

-No puedes faltar,porque 1) eres mi sumiso y 2) aunque no te guste eres un alfaπ. Lo que significa que esta es una de esas cosas tediosas a las que no puedes faltar,y de escaparte pues....pfff,olvidalo.

|Mi Ángel|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora