Capítulo 17 ღ

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Andrew se me quedó mirando confundido y dijo -: Tal vez eso soy para ti, pero tú eres mucho más para mí.

– Haré lo posible para que eso cambie, lo prometo –dije y seguí caminando.

– Pero ¿Qué tienes? ¿por qué dices eso?

– No importa, disculpa me estoy comportando como una tonta, es solo que no quiero perderte Andrew –le miré y él tenía su mirada fija en mí-. Eres una persona muy importante, y no lo sé, el hecho de perderte a ti también me duele –me arrepentí de mis propias palabras-. ¿Y qué tienes tú hoy con las miradas fijas y las cejas levantadas? –él comenzó a reír.

– Tú también eres alguien importante para mí, te lo acabo de decir, no sé qué es lo que te dije para que cambiaras de idea pero si es necesario te lo repetiré todas las veces que lo dudes eres importante, te quiero aunque no te guste oírlo, pero te necesito cerca, ¿está bien? Tampoco quiero perderte –se acercó y besó mi mejilla-. Te acompaño a casa.

– Está bien, no necesitas hacerlo yo puedo...

– Quiero acompañarte, no te molestes conmigo por favor.

– Bien vamos –dije y tomo mi mano-. Y no estoy molesta.

– Lo que tú digas.

– En serio, no lo estoy.

– Lo sé, te creo.

– Andrew.

Camino a casa Andrew y yo íbamos tomados de la mano, algo que pienso que es importante de aclarar; ambos íbamos jugueteando por la calle como si fuésemos niños, haciendo carreritas y jugando a los empujones, cuando llegamos a casa él me beso la mejilla y desde la acera vi cómo se marchaba. La ausencia de su tacto hizo que me sintiera sola. Iba caminando hacia el porche de mi casa cuando noté que por la pequeña abertura del buzón sobresalía algo blanco, me apresure para ver qué era lo que había, busque mis pequeñas llave y abrí el pequeño casillero, unas cartas cayeron al suelo junto con una postal, era de mi Tía, hace mucho que no tenía noticias de ella, escondí la carta y la postal en mi mochila, dejando a la mano las cartas que eran para mis padres. Entré a la casa y todo estaba en silencio, las luces estaban apagadas y al encenderlas me topé con mi padre sentado en el sofá viendo directamente al televisor apagado que se encontraba frente a él. Sin atreverme a decir nada fui a la cocina y deje las cartas, cuando volteé vi a mi padre parado desde la entrada de la cocina viéndome.

– ¿Dónde estabas?

– Fui un rato al parque.

– ¿Por qué no me avisaste antes?

– Lo lamento, no volverá a suceder, únicamente quería recostarme un rato en el pasto.

– Está bien, veo que has traído el correo ¿algo nuevo?

– No sé cuáles sean importantes pero deje todo sobre la mesa –él se me quedo mirando como si estuviese esperando más información-. Lo lamento, tengo que ir a hacer tarea, disculpe –subí corriendo los escalones hasta llegar a mi habitación, quité con mi llave el candado de la puerta y entre, cerré todo nuevamente.

Cuando llegue vi que Sunday estaba en la cama, deje mis cosas en la entrada y fui a sentarme a su lado.

– ¿Acaso no me has espiado Sunday? –ella abrió un ojo y se removió en mi cama–. Oh vamos mi pequeña Sunday, sabes bien que te lo contare si quieres, solo tienes que darme un indicio de tu curiosidad –ella volvió a mirarme y giro sobre sí hasta quedar boca arriba, comencé a sobarle la pansa a lo que ella comenzó a ronronear, yo sabía que jamás encontraría a alguien igual que a ella, y por eso debía de cuidarla.

Me levanté de la cama y fui a sacar las cartas que había escondido en mi mochila, volví con Sunday y le dije –: Mira Sunday, son de Tía hace mucho que no recibíamos noticias de ella –le mostré las cartas y ella las olfateó.

Comencé a leer:

Mi niña:

Pequeña, he ido a visitar las tumbas de nuestros antepasados, espero que te alegre el saber que las llene de flores coloridas como a ti te gusta. También fui a visitar un museo de artes. Aquí en Nueva York todo es muy diferente a casa, sin embargo ahora el mundo es mi hogar y mi trabajo tu sustento. Disculpa si no te había mandado ninguna carta anteriormente pero he estado muy ocupada con los cambios de mi casa, me mudé nuevamente ahora lejos de la gran manzana demasiado ruidoso para mi gusto.

Espero que esto poco te ayude para comer de vez en cuando, no sé si tus padres hayan decidido tomarte en cuenta, pero por si acaso sabes que siempre estaré aquí.

Te quiero muchísimo pequeña.

- Con amor Tía.

Una pequeña lágrima brotó de mi mejilla, hace tanto que no la veía, extrañaba su compañía, pero ahora tenía a Sunday, a Andrew y a mi madre o algo así. Mire a Sunday y ella me miraba le sonreí y ella se acurrucó a un lado de mi pierna, me levante y me aliste para dormir, cuando estuve lista me acosté en la cama y saque del pequeño buró de noche uno de mis diarios, éste era más bien como una cajita donde guardaba las cartas de mi Tía junto con las postales, recuerdos o dinero que ella me enviaba, también tenía una libreta donde anotaba una "respuesta" a sus cartas, nunca se las pude enviar porque las cartas que ella me enviaba nunca tenían remitente y me era algo imposible poder localizarla, por ahora el único medio por el que la tenía presente era a puño y letra.

Anoté en mi pequeña libreta:

Querida Tía:

Gracias por esta espléndida postal, me gustó mucho la he guardado con todas las demás. Agradezco que hayas ido a visitar a la familia y te hayas acordado de mí no sabes el infinito agradecimiento que te tengo por todo esto.

Mis padres no han cambiado de buena manera, bueno sólo mi madre, hay que reconocer que hace un esfuerzo, sin embargo mi padre va de mal en peor. Te extraño mucho y espero verte pronto, y aunque no leas esto yo sé que tú sabes que siempre estaré aquí para ti.

Sunday manda saludos.

Te quiero.

P.D.: Hay un chico.

Termine de escribir y guarde todo de nuevo en el buró. Me acosté y llamé a Sunday, ella se acostó a mi lado y me sentí segura, me sentí feliz de tener a alguien. Me acurruqué en mi cama y cerré los ojos dejándome llevar por un suave sonido cantado por mi cabeza.

*****

Disculpen la tardanza UnU 

Los adorooo!

- Lu ღ

The Perfect Dream ღDonde viven las historias. Descúbrelo ahora