Nana

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Escuché a la niña cantar,

con la melodía de cuna,

en la cima de la torre,

encerrada y encerrando.


Sola se siente,

sabe que pronto tendrá compañía,

esperando y esperando,

encerrada y encerrando.


Ya llegó su compañía.

La niña sigue cantando,

cantando la canción de cuna,

encerrada y encerrando.


El niño encontró a la niña,

cantando la canción de cuna,

encerrada y encerrando,

sola y esperando.


La canción se detuvo,

la niña cayó de la torre,

el niño cumplió su condena.


Y así en la prisión,

el reloj de arena se paró.

La niña rió,

el niño murió,

y la canción de cuna comenzó.

                                          Shiro

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