"Warmness On The Soul"

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Todo transcurría normal en la vida de Mina, una chica de 13 años que cursaba la secundaria en uno de los lugares más lindos de california; Orange Country.

Siempre había sido una chica bastante tímida y más cuando se trataba de chicos; no se sentía con los atributos necesarios para ser una chica popular, pues era bastante alta, se peinaba con una coleta alta dejando su rostro totalmente expuesto, a veces usaba un pequeño par de aretes en forma de corazón pero en otras ocasiones simplemente lo olvidaba.

En relación a su vestimenta, siempre llevaba la falda escolar casi 4 dedos debajo de la rodilla a diferencia de todas sus compañeras que casi mostraban hasta las anginas. Pero a pesar de ser una chica tímida tenía su grupo de amigas quienes la consideraban un dulce. Amaban pasar tiempo con ella pues era de esas personas con las que te sientes a gusto con el simple hecho de estar a su lado, además de vez en cuando salía con alguna gracia que las mataba de risa.

Hasta el momento no había hecho ningún amigo, sólo hablaba lo necesario con ellos como, "¿ya llegó el profesor?", "¿hiciste la tarea?... simplemente cosas de la escuela.

Y estaba bastante a gusto ahora que ya tenía varios meses conociendo a sus compañeros, sólo aún había algo que le amontonaba el estomago, Y era un chico llamado Matthew.

Habían tenido una pequeña historia, un romance de niños que no había acabado bien pues él había terminado siendo novio de su mejor amiga Monserrath. Y era algo de niños, pero ambos lo habían tomado tan a pecho que no se dirigían la palabra. Para Mina seguía siendo un bombón, un niño hermoso del cual había estado enamorada como una tonta, por lo que no se atrevía siquiera a dirigirle la mirada.

Había llegado la hora en la que abrían el cancel de la escuela; algunos se limpiaban los ojos, tratando de que el sueño no los venciera, pues la entrada era a las 7:00 am. Era casi temporada de invierno por lo que a esa hora aún estaba un poco oscuro, lo cual los confundía demasiado y los hacía sentir aún más pereza de lo habitual.

Entraron todos al fin, y Mina junto con Victoria, quienes iban tomadas del brazo, subían las escaleras del edificio A.

Sus compañeros entraban al salón pues el profesor ya se encontraba presente, el cual siempre los hacía sentarse por orden alfabético para separar a los grupitos y que todos se integraran mejor; ideas locas de los profesores.

Mina ocupó la butaca numero 8, como cada 3 días de la semana y se disponía a sacar su libreta cuando un chico un poco desorientado se acercó al profesor.
Era algo bajito, de tes morena clara, ojos oscuros y algo adormilados, peinado con el cabello hacia atrás como si una vaca hubiera lamido su cabeza y un poco gordinflón.
El profesor le hizo sentarse en el lugar de Guadalupe, quien no había asistido ese día y le dijo que solo sería un lugar provisional.

Al terminar la clase, las chicas se acercaron para hablar sobre el niño nuevo, alegando del por qué les tocaban todos los chicos feos. Y es que en el grupo D, parecía haber una selección de los niños más lindos de la escuela mientras que en el grupo F donde pertenecía Mina, le hacía todo el honor a la letra; F de Feos.

- Hey tú, tenemos que ponerte un sobre nombre, y tú tienes los ojos de Sapo, pero ya tenemos un sapo en el grupo, ¿verdad idiota?.- Rascó su puño en su cabeza refiriéndose al niño ojón. - ¿Cómo te llamas?

- B-Brian.- tartamudeó.-

- ¿B-Brian?.- imitó su voz y comenzó a reír.- Tartamudo, eso es. Así te llamaremos.

El chico nuevo rodó los ojos, se encogió de hombros y comenzó a alejarse de los chicos, mientras que Mina había presenciado todo el acto de Ray y sus amigos, lo cual le encogió un poco el corazón.

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