Único.

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Por todo tu poder, Satán, te ruego que la escuela se incendie y se convierta en cenizas.

Aún no puedo creer que mis preciadas vacaciones se hayan acabado...

¿Qué clase de ser humano insensible tuvo la brillante idea de sólo dar tres míseros meses de descanso?

Ya no podré levantarme a la hora que quiera, o en verdad a la que mi mamá me obligué. Tampoco podré ver anime hasta cinco de la madrugada, menos leer mangas. Nada de salidas, de ropa casual y de cabellos rebeldes. Ahora todo se reduciría a la aburrida ropa institucional, lápices y hojas y estúpidos libros que nos obliguen a leer.

Estoy delirando.

Lo peor de todo es que tendré que llegar, saludar con una sonrisa de oreja a oreja e ir directo al tablero de los cursos, rogando para que me toque con mis amigos.

¿Qué haría sin la nena de Baek? ¿O la extremadamente pasiva de Luhan? Y ni pensar que haría sin el bollito, porque voy a la oficina del director y le corto las bolas por ser un cabrón.

Quedar con Sehun o Chanyeol tampoco sería malo, pero los idiotas siempre me hacen bromas y por más que sus hembras los amenacen, siguen molestándome.

Aún recuerdo los penes en la hoja que le entregué al maestro sin darme cuenta.

Mamá se enfadó conmigo porque "sé de tus preferencias sexuales, hijo, pero no es necesario que te emociones dibujando lo que te gusta".

Pero bueno, ellos tuvieron la peor parte luego de aquello: dos semanas en abstinencia.

Luhan y Baekhyun eran mis ídolos.

Lo más irritante de volver a la escuela era ver como las putas intentaban conquistar a los nuevos, aunque rara vez les resultaba.

La mayoría era homosexual.

Creo que está de moda experimentar o cosas así y por eso la mayoría está con alguien de su mismo sexo. En fin, aquí es donde prefiero a que las chicas se me insinúen a que los chicos lo hagan, porque al menos a las chicas puedo ilusionarlas un poco y luego soltarles la bomba de mi amor a los penes, pero si un chico lo hace... ya saben, la carne es débil.

Demonios, no quiero ir a ese infierno.







Bien, aquí estoy, sonriendo como idiota a los profesores y a la directora.

Ahora vienen los estudiantes mirando el tablero. Demonios, sigue sonriendo. Así, si, muestra tus hermosos dientes y tu sonrisa de corazón; eso los mata.

¡Mierda! ¿Por qué hay tanta gente? Muévanse, putos, aquí viene la reencarnación de Satán. Aw, si todos se movieron ante mi mirada.

Bien, estoy nervioso. Estoy buscando mi nombre en las listas y por suerte ya pasé el curso en donde quedaron Baekhyun y Chanyeol. Tortolos suertudos.

Ya encontré mi nombre y estoy buscando a alguno de mis amigos y no-amigo, pero nada. ¡Nada!

Me están jodiendo, ¿Cierto?

Estaba tan concentrado en planear como arrancarle las bolas al director cuando una mano se posa en mi hombro.

—Lo lamento, Kyunnie, eres el único que quedó solo.

¿Por qué mierda tienen que ser tres cursos de nuestro grado?

Será el peor año de mi vida, lo juro.

Parezco un forever alone aquí sentado solo, pero odio a la gente y no me arriesgaría a tener que hablar con alguien que odio.

Mi cabeza golpeó con poca delicadeza la mesa mientras lloriqueaba silenciosamente.

En este momento sería perfecto poner la canción Breathe me de Sia.

Maldito mundo, maldita gente, maldito Luhan, maldito Baekhyun, maldito bollo, malditos retardados de Sehun y Chanyeol, maldito director y maldita mi madre por darme a luz.

Taeyeon, apenas me vio entrar al salón, comenzó a tirarme bolitas de papel que de seguro tendrían mensajes de que ella es más macho que yo. La conocía desde pequeño, pero compartir curso con ella no me alegraba en nada.

Me has fallado, Satán, ya no mereces mi respeto.

— ¿Puedo sentarme aquí?

Perezosamente, mi cabeza se ladeó un poco con el objetivo de poder mirar al intruso. Me ahogué con mi saliva y, como Annabelle, me enderecé de manera abrupta.

Que chico más guapo.

—S-si —Imbécil, no es hora para tartamudear—, si puedes.

—Gracias.

Ay dios, ¿Soy yo o su sonrisa acaba de iluminar todo el salón?

Miré hacia el frente, bastante tenso y rígido. ¿Qué hacia un Dios griego por estos lados del mundo?

—Me llamo Kim Jongin y soy nuevo. ¿Cuál es tu nombre?

Lentamente, fui volteando la cabeza para mirarle con los ojos bien abiertos.

¡Me está hablando y no me molesta en lo absoluto!

—Soy Do Kyungsoo y estoy desde primer grado aquí.

—Un gusto, Kyungsoo, puedes decirme Kai.

El caliente moreno me extendió la mano y, con temblores y nervios, se la di para darnos un leve apretón que causó una explosión en mi estómago.

Genial, ahora debo ir al médico para que verifique si mis órganos están bien.

—E-el gusto es mío, K-kai.

Kai me sonrió, adorablemente entrecerrando mucho los ojos. Ahora que no me daba tanta vergüenza mirarle, podía ver a la perfección ese cabello rubio que contrastaba demasiado bien con su piel morena, también su mirada penetrante y su perfecta sonrisa.

Y ni hablar de su físico.

Kai rió de repente y, sin poder evitarlo, enrojecí por completo; me había pillado mirándolo como lunático.

—Eres demasiado adorable, Kyungsoo. Espero podamos ser muy buenos amigos.

Su mano se elevó hasta mi cara, pellizcando levemente mi mejilla mientras me miraba directamente a los ojos.

Ahora que lo pensaba mejor, quizás este no sea un año tan malo después de todo.

Sus bolas están a salvo, director. 

back to school » one-shot [kaisoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora