Akaito x Kaito Amor Eterno

Continuación

Era lunes por la mañana y aún quedaba una semana más de clases. Los alumnos de los últimos años ya estaban preparando todo para la ceremonia y fiesta de egresados.

-Aló ¿es usted la mamá de Kaito? -pregunta enroscando su dedo en el cable del teléfono.

-Hola si, mucho gusto señora Shin.

*Le puse Shin para no ponerles a las dos el mismo apellido.*

-Verá, pronto se acerca la ceremonia y el baile. ¿No le gustaría ir de compras con nuestros hijos?

La alegría de la señora Shin se podía percibir en aquella llamada.

-Oh, por supuesto. Seguro a los chicos les encantará. -responde sonriendo.

-Jaja esta bien, entonces nos vemos por la tarde Adiós.

Las madres de ambos cuelgan y siguen con lo suyo, mientras sus hijos pasan sus últimos días de colegio juntos.

-Kaito.. Kaito.. la cinco -susurra mientras le hace señas con las manos.

Kaito estaba confundido, no podía oír muy bien.

-Que me pases la cinco.. ooh.. -dice y se voltea a ver la cara del profesor enojado.

-Supongo que Akaito solo quería la respuesta. Retirense los dos del aula.

-¡Pero yo no hice nada! -dice nervioso.

-No me interesa. Hablenlo entre ustedes. -responde abriendole la puerta para que se vayan.

-Ya vamos.. -dice Akaito entre risas.

Caminaron en silencio por el largo pasillo de la escuela hasta que salieron al campus.

-¿Qué te parece si vamos allá? -pregunta Akaito apuntando a un gran árbol con sombra.

-Esta bien. Ya que nos sacaron de clases gracias a alguien. -dice mirandolo con los ojos entrecerrados.

-Si hubieses escuchado mejor no estaríamos aquí. -lo empuja haciendolo caer y empieza a correr hacía el gran árbol.

-¡Akaito! -se levanta rápidamente y le observa desafiante mientras corre hacía él.

Que lástima que Kaito sea tan torpe para correr que ni siquiera pudo frenar.

Akaito miraba como venía muy rápido y ya cayéndose sobre él, lo atrapa para que no se haga tanto daño.

-¡Auch eso dolio! -exclama Kaito desde encima de el pobre Akaito.

-Quítate que pesas. -dice tomandolo de los brazos y apartandolo.

-Ahh mira este gran árbol. -dice Kaito aún recostado en el verde pasto.

-¿Qué tiene?

-No lo sé, creció muy rápido. Como nosotros ¿te acuerdas cuando eramos niños? -dice sin despegar la vista al árbol.

-Cómo olvidar eso.. siempre estuvimos juntos. -responde con un brillo en sus ojos.

-Siempre lo estaremos. -dice apegandose a él para abrazarlo. De pronto Akaito se le abalanza encima.

-¿Lo prometes?

-Lo prometo

Ambos se miran a lo ojos y sonríen. Akaito acerca su rostro al de Kaito y le da un pequeño beso en los labios.

-Te quiero Kaito. -dice

Kaito se saca la bufanda y le indica donde debe besar. Obediente Akaito lo hace sin dudar. Luego de un momento decide jugar con Kaito...