#24: Pasándola

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-¿Cómo ha estado, Ale?-

-Ya está en su casa desde hace una semana pero no quiero hablar de ella-

-¿Qué pasó?-

-Terminé con ella, demasiadas cosas de las que encargarme y estar con ella era muy pesado-

-Oh, que mal ¿Y ahora?-

Lo miré y sonrió de lado.

-Me gusta alguien-

Se detuvo en seco.

-¿Prometes no decir nada?-

-Lo prometo-

-Sofía, me gusta ella-

No me lo creo, wow no podía.

-¿Enserio? ¿Seguro?-

-Seguro, muy seguro-

-¿Desde... desde cuando?-

-Hace unos días pero no puedo alejarme de ella, su sonrisa, sus ojos, su todo-

-Creo que ya me la esperaba, se nota-

-¿Mucho?-

-Mucho, ve tu cara de idiota, bueno es normal esa cara pero ya sabes-

-¡Hey! No soy idiota-

-Un poco-

-Bueno, tu también-

-Yo también, roomie-

-¿Hoy puedo empezar con la mudanza?-

-Claro, nos vamos juntos a tu casa y ya empacamos todo-

-Vale, vamos-

...

-¿Siguen aquí tus padres o ya se fueron?-

-Siguen, se van mañana-

Bajamos del auto, le puse la alarma y caminamos hacia su casa, él sacó las llaves y abrió.

-¡Mamá! ¡Papá! Llegué-

-¿Fabián? Estoy atendiendo a un paciente, en el frigorífico hay comida, que bueno que ya llegaste-

-¡Hola, señora!-

-¿Daniella? Hola, cariño-

-¿Quieres algo de comida, roomie?-

Asentí.

-Sabes que sí-

Calentó la comida y nos sentamos a platicar de todo lo que nos había pasado estos días, Leo, Sofía, trabajo. Pronto viviré con Fabián, me emociona mucho pero creo que será algo raro, ya nada de andar sin ropa interior en la casa o andar de un lado a otro o meter gente a altas horas de la noche.

-¿Daniella? ¿Me escuchaste?-

-No, repítelo-

Rodó los ojos.

-Que ya vayamos a acomodar mis cosas y empezar a empacar-

-Ah, sí sí-

-Te decía que no necesitaremos dar muchas vueltas, son solo cosas de mi cuarto-

-Y con la poca ropa que tienes-

A ver como le hacíamos para cargar tanta ropa y el colchón y las cobijas, los zapatos, las sudaderas, los cómics y todo el montón de cachivaches de su habitación.

-¿Mañana me ayudas a llevarlas o de una vez?-

-Mañana con más calma y con todo empaquetado-

-Vale, entonces a empacar, ahí hay cajas y cinta-

Tomé la cinta y armé una caja y me acerqué a un cajón para comenzar a meter todo pero vaya cajón que abrí.

-¡No debiste de ver eso!-

-Ahora sé la variedad de boxers y revistas para hombres que tienes-

Solté una carcajada.

Había abierto el cajón de su ropa interior, era como ver el arco iris tenía rojos, amarillos, verdes y hasta rosas, ya no tenía nada que esconder.

-¡Daniella!-

-Tranquilo, al menos ya estoy segura de que no estás desnudo debajo de eso-

-No hables de esto con nadie ¿Me entiendes?-

-No sé de que hablas, ahora empaca ese cajón y marcalo para no volver a ver eso nunca jamás-

Asintió, los dos nos pusimos a empacar, él toda su ropa y luego yo zapatos y colchas y muchas cosas más entre música y risas y platicas extrañas acabamos en una montaña de polvo, llenos de sudor y cansados.

-Tengo hambre-

-Vamos por unos tacos, roomie-

-¿Tu invitas?-

-No, tú eres rica y tú los pagas-

-Vale pero tú el postre-

-Trato-

Salimos por unos tacos cerca de su casa y después a un Burger King por un helado porque él no quería pisar un McDonalds de nuevo, pedimos los helados y entramos al auto a comerlos.

-No puedo creer que estemos a seis días de irnos a Amsterdam, ya tenemos que reservar todo y pagarle a Sofía para que ella administre el dinero-

-De hecho mañana tienes que llevarle el dinero, va a ir el Sábado a pagar todo, yo voy a acompañarla-

-Está bien por cierto... ¿Qué ha pasado con ella?-

-Voy a decirle el Sábado lo que siento por ella, vamos a salir a comer y a ver una película creo que es mejor decírselo-

-Bien, me parece buena idea-

-¿Crees que yo también le guste?-

-Si te soy sincera, sí-

-Por favor que sea así-

-Verás que será así-

Nos sonreímos y continuamos comiendo nuestro helado.

Mi chico Perfecto-A.E-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora