Parte 1 de 1

17 0 0
                                    

Soy Yohina Rivas. Enana, castaña y hoy con 15 años. Como en muchos otros países de Latinoamerica, aquí se celebran ciertos "rituales" en el día de ese especial cumpleaños, los cuales van desde lo más atrevido hasta lo más repugnante.

Entre las siete y ocho de la noche llegaron mis amigos. Charlamos un poco y escuchamos música, hasta que uno de ellos sacó una botella de contenido incierto. Supuestamente llena de leche cortada y otros alimentos podridos.

"¡¡¡Voy a morir!!!" gritaba en mi mente, mientras me dirigía a cambiarme, bajo obligación.

___

Ya cambiada con unos short deportivos negros y una blusa del mismo color, caminé hacia el baño con la intención de aplicarme corrector en las zonas rojas de mi cara, causadas por una rara alergia.

-Hagamos una ronda de escupitajos- susurró una de las que se suponía era mi mejor amiga, mientras que entre todos mezclaban comida, bebida y artículos de limpieza en un par de botellas.

"Oh no" pensé, teniendo más de una arcada al imaginármelo.

Luego de los segundos que parecieron horas, otra gritó -Pongamosle queso cheddar- Y mi reacción no fue más que salir del baño y comenzar a gritar.

-Tocas ese queso y te mato, ¡Con lo rico que es! ¿Acaso sos idiota?-

Ellos rieron y me obligaron a volver al baño y aguardar allí a que terminaran.

-¿Y si le tiramos pis también?- medio chilló Caroline, mi "tan buena amiga" se ve que ya no tanto. Ella se dirigió al baño con la botella e intentó abrir la puerta, pero yo volví a gritar y maldecir como nunca, desesperada.

-¿Qué sos estúpida? ¿COMO ME VAS A QUERER TIRAR PIS? ¡¡¡ESTAS MAL DE LA CABEZA!!!- seguí soltando palabrotas hasta que ella logró entrar y empezó a bajarse los pantalones -No seas tonta, conociéndote no vas a bajártelos delante mio. No vas a hacerlo- la amenacé, haciendo referencia a un secreto nuestro.

Ella subió los hombros y siguió como si nada. Me apresuré, apenas se distrajo le quité la botella en la que pensaba orinar y la eché de allí.

-¡Sin nada de pis!-grité, ellos rieron y asintieron.

"Bah, como si esto fuera divertido"

Finalmente me armé de valor y salí del baño, me obligaron a caminar hacia el garaje y yo empecé a hablar.

-En la cara no, po-

Y allí fue el primer tiro, directo a mi boca. Grité e intenté escupir la leche cortada, pero esta seguía en mi boca.

-¡Ah!-

Y ahí el segundo, otra vez a la cara.

-¡Ay por favor en la cara no!- gritaba- y menos en la boc-

Y ahora el tercero, y el cuarto, y el décimo quinto.

Corría de un lado para otro, intentando esquivar los golpes de alimentos podridos, productos de limpieza, escupitajos y hasta las mismas botellas que me arrojaban. Era casi imposible puesto que el espacio era pequeño y había gran cantidad de gente en el. Ellos reían y sacaban fotos con mi cámara, más que divertidos, mientras que yo me ahogaba en esa asquerosa mezcla.

-Ya van a ver cuando sean sus turnos. ¡LOS VOY A MATAR!-

Grité, intentando atraparlos y mancharlos con un abrazo, pero ellos fueron más rápidos y se escondieron en mi casa, cerrando la puerta.

-El peor día de mi vida- susurré, quitándome restos de comida del pelo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 03, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Carnet HOWDonde viven las historias. Descúbrelo ahora