Me Asusté al oírla hablar, era un tono de voz bastante extravagante pero lo podía soportar, me acerque a ella y la pedí ayuda para elegir un consolador para mi disfrute personal, me recomendó el corsario negro de 23cm y acabe comprándomelo.
Mientras lo pagaba Salomé se me insinuó sin mas pero estaba tan confusa por lo que había visto que no me apetecia nada más que escuchar a los Auryn así que me fui de la tienda después de comprarlo.
Mientras volvía a casa me sonó el teléfono, ¡Era Maria! No sabia si cogerlo o no, pero al final por la curiosidad de saber que quería aquella putilla cogí el telefono.
- ¿Si?- dije intrigada
- tenemos que hablar - me dijo Maria.
CONTINUARÁ.