Maria me había dicho de vernos mañana para hablar y al final quedamos para comer.
Al día siguiente me levanté impaciente por saber lo que me depararía. Había quedado con maria en el burger de Ópera como siempre. Llegué diez minutos antes y me quedé esperándola en la salida del metro y al cabo de cinco minutos apareció, nos saludamos y entramos al burger, después de comer María comenzó a hablarme diciendo que era muy importante y al fin empezó a desembuchar aquella hija del infierno. Dijo que tenía un rollere pero que no podía decir su identidad, pero yo sabía quien era. ERA EL PLAYMOVIL.