10:48 p.m.

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Entraste por la ventana, me miraste, tus ojos brillaban, me comenzaste a besar apasionadamente, tu sabor seguía siendo el mismo, tan dulce, tan fresco.

Tus manos se colaron debajo de mi pijama y acariciaron mi piel, tus dedos tan ásperos pero que se sentían tan bien contra mí.

La habitación pronto se llenó de jadeos y gemidos.

  « Te amo, Josh » te dije, pero sólo escuché silencio, después de eso.

tiempo / joshlerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora