Caminando hacia la puerta de esa horrible habitación
tarareaba distraído una vieja canción.
"I guess she's not, she's not for me..."
Me dirigí a la cocina y tome el cuchillo más filoso.
Corté mi cuello de lado a lado y me desplomé.
En el frío suelo de esa humilde cocina yacía sólo, desangrándome.
Del otro lado de esa habitación veía mi cuerpo sin vida.
Musitando "but not for me" me fui alejando, sin saber a donde ir.
Con cada paso sentía que de mi cuerpo desprendía
lo que las personas llamaban alma.
Que liviana era la muerte, del dolor me había olvidado.
De la vida que en esos días pesaba tanto.
