My Lovely Baby

Seguir intentando

No funcionó. La inseminación artificial no funcionó.

Como Sehun había dicho, el procedimiento fue igual que el realizado en su casa. Esa fue una segunda batalla perdida. La prueba la habían hecho esta vez en el departamento de Sehun y, después de tomar dos litros de agua, de nuevo solo apareció una raya en ese estúpido palito de plástico. Su amigo le había sugerido que tal vez una prueba de sangre sería mejor, pero Kyungsoo no estaba seguro de si soportaría la mirada con lástima del médico al darle la mala noticia. Y ahora la situación era aún peor.

—Ya casi no hay lugar para inyectarte, Kyungsoo, se ve realmente mal ahí abajo —dice Sehun, frotando con cuidado el algodón empapado en alcohol. Kyungsoo tiene que recibir una inyección diaria de hormonas, por lo que a veces le salen moretones; Sehun se siente culpable, pero sabe que es por la piel sensible de su amigo.

Kyungsoo no responde, solo fija la mirada en algún punto de la pared de la habitación, pensando cuál será ahora su próximo movimiento. Le habían hecho exámenes y, aunque los resultados no eran malos, tampoco eran excelentes. Su única opción era la fertilización in vitro. El médico le había explicado que los hombres de su tipo la tenían un poco más complicada que las mujeres, ya que producen una menor cantidad de óvulos. El primer paso es estimular la producción de óvulos en su cuerpo mediante hormonas y luego extraerlos para fecundarlos. Una vez fecundados, elegirían rigurosamente los más fuertes y se los implantarían. Pero... ¿qué pasaría si produjera diez y, de esos diez fecundados, solo dos fueran "perfectos"?

Son vidas que tendrían congeladas hasta que yo decida usarlos o deshacerme de ellos.

Además, debe sumarse el hecho de que cada vez tiene menos óvulos disponibles, reduciendo aún más sus posibilidades.

Kyungsoo siente terror. Piensa en las pequeñas vidas pausadas por la congelación, deteniendo su ciclo evolutivo. Ahí, en un congelador, esperando la oportunidad de vivir. Los embriones no son basura, no los puedes simplemente desechar o donar a la ciencia. Kyungsoo inhala y exhala para calmarse; de pronto se siente tan agobiado. Sehun se apresura a abrazarlo y Kyungsoo solo se encoje aún más entre sus brazos, sin decir una palabra.

Sería tan difícil tomar una decisión como esa. ¿En serio había quienes les daba igual? También se pueden donar a otras madres, pero... ¿tener un hijo que no es de tu sangre? Que no es completamente tuyo.

Kyungsoo se siente estúpido, pero le importan todas esas cosas. En la privacidad de su mente puede ser moralmente incorrecto, se siente mal, pero quiere que sea su hijo biológico. No descarta la idea de adoptar, pero preferiría poder tenerlo.

La idea ahora ronda en su cabeza. Podría adoptar, incluso podría preguntar en la clínica por embriones ya fecundados o adoptar un niño sin hogar. Pero, siendo sincero, no quiere. Él desea un niño de su sangre, suyo. Quiere pasar por esa hermosa etapa, quiere sentirse uno con su bebé. La sola idea de no poder le rompe el corazón. Se le vienen a la mente los rostros de sus padres y cómo prácticamente le advirtieron que todo saldría mal.

Ellos probablemente ahora se sienten aliviados porque no puede tener bebés.

Él fracasó y regresaría al trabajo con las manos vacías. ¿Y ahora qué hace con todas las cosas? ¿Qué hace con todos los juguetes? Son meses de intentos, y no llega a nada. Ya no puede soportarlo. Kyungsoo no sabe qué más hacer y ahora solo quiere gritar.

—¡Deja de pensar tanto, Do Kyungsoo!

Sehun grita y Kyungsoo no puede evitar sollozar por su fracaso; llora por el tiempo perdido, por su cuerpo débil, solloza porque no pudo tener un bebé.

—¿Por qué no puedo tener un bebé, Sehun? ¿Acaso soy una mala persona?

Llora, y Sehun, aunque intenta ser fuerte, no puede evitar llorar con su amigo. No sabe qué decir para animarlo, así que solo lo abraza lo más fuerte que puede.