INSTINTO

2.1K 253 102
                                        


Es fin de semana y el frío invierno solo le dan ganas de no salir jamás de casa. Siente las extremidades entumecidas, y que Junmyeon no haya encendido la calefacción solo empeora todo. Kyungsoo casi puede ver cómo sus dedos parecen quebrarse por el frío; está seguro de que podría morir de hipotermia, así que se acurruca lo más que puede entre los cojines del sofá. Después de tres horas de lucha, por fin terminaron de armar la cuna, por lo que ahora solo pasan el rato en la sala.

—Lo siento, Soo, pero desde que empezó el embarazo siempre tengo calor. No sé si voy a tener un bebé o una bola de fuego —dice Junmyeon con una sonrisa cansada.

Kyungsoo ríe, imaginando al bebé como en esa película de elementos de Disney.

Afuera están a cinco grados, y aunque no es el día más frío del invierno, el frío le cala hasta los huesos. Kyungsoo es una persona cálida por naturaleza, pero esto es ridículo: lleva veinte minutos intentando calentar sus manos entre las piernas sin éxito. Junmyeon, por su lado, solo lleva una sudadera enorme y unos shorts cortos, y aun así se ve acalorado, con las mejillas sonrojadas. La verdad, Kyungsoo piensa que se ve bastante lindo; si Junmyeon ya era atractivo, ahora, con el embarazo, se ve radiante. Aunque Junmyeon dice que solo es cuestión de apariencia, porque los síntomas son terribles.

—¿Y qué se siente no tener más ciclos de celo? —pregunta Kyungsoo, curioso. No es que él tenga los peores ciclos; siendo sincero, no puede quejarse. Sus celos son más bien como un resfriado, pero sabe que Junmyeon sufría mucho y era complicado pasar por eso sin una pareja.

—Creo que es lo único bueno de mi embarazo —responde Junmyeon sonriendo, dejándose caer junto a Kyungsoo en el sofá. Se había parado a la cocina por más sandía, comiendo feliz como si estuvieran en verano.

A Kyungsoo le da frío solo de verlo comer.

—Esto no lo planeé para nada, y créeme que lo digo respecto a todo lo que estás haciendo —dice un poco mortificado de sonar irrespetuoso, enfrentando a su amigo mientras pone el tazón de fruta entre sus piernas. Kyungsoo niega con la cabeza, dejando claro que sabe que no lo dice con mala intención.

—Me he sentido horrible. El primer mes me la pasé vomitando, los pies se me hinchan, lloro mucho más de lo normal, y siento que es mi castigo por no desearlo al principio. Siento como si mi bebé estuviera resentido por no amarlo desde el primer momento —Junmyeon frota suavemente su vientre, y se nota que está feliz.

Kyungsoo no puede evitar sonreír; está muy feliz por su amigo.

—No tienes por qué explicarlo, no te juzgo por habértelo quedado —dice sincero, pero Junmyeon se ve mortificado.

—Es que siento como si me estuviera burlando de ti, y me siento tan mal al respecto —las lágrimas ruedan por sus mejillas, y Kyungsoo siente el corazón encogerse—. Tengo 32 años, desde hace años me mentalicé para una vida sin niños, pero solo porque creía que era imposible para mí. Sabes que mi celo siempre fue agresivo, y aunque cualquiera pensaría que soy muy fértil, la verdad es que nunca lo fui. Jamás tuve más precaución que un simple condón, y justo sucede cuando pensé que era un simple dolor de estómago. —Junmyeon llora más fuerte y Kyungsoo se acerca para abrazarlo—. No pude deshacerme de la única oportunidad que tenía de ser padre —gimotea, ahora más tranquilo por el abrazo de Kyungsoo—. Y es injusto que yo vaya a tener uno cuando nunca lo intenté, pero estoy feliz y me pone triste que tú intentes tan arduamente cuando es obvio que serás... un gran padre... y...

Kyungsoo ríe porque Junmyeon no se le entiende bien entre el llanto, pero comprende el sentimiento de su amigo. Jamás estaría enojado con él.

—Admito que me sorprendí al principio, y me avergüenzo de no estar feliz desde el primer minuto. Pero jamás te juzgaría por decidir tenerlo, eres un excelente amigo y serás un gran papá.

Se abrazan por varios minutos hasta que Junmyeon se calma. A los veinte años, paseando por la universidad, corriendo para no llegar tarde a clases, jamás pensaron que estarían ahora así. Ambos aturdidos por un bebé, pero por situaciones distintas.

Son amigos desde el primer año de universidad, y es amigo de Sehun desde que Junmyeon los presentó. Era su vecino adolescente que lo seguía a todas partes; los tres se habían hecho grandes amigos y lo seguirían siendo por muchos años más.

—¿Sehun sigue molesto? —pregunta Kyungsoo, cabizbajo. Ya está tranquilo, por lo que ambos se acurrucan bajo una manta en el sofá.

—Es solo su estúpido orgullo alfa herido —responde Kyungsoo, un poco molesto. Entiende el punto de Sehun, pero también sabe que Junmyeon no le debe nada. Que esté enamorado de él no le da derecho sobre su vida ni sus decisiones.

—Me acosté con él.

Dice sin más, evitando la mirada sorprendida de Kyungsoo, quien se destapa y prácticamente salta del sofá.

—¿¡Qué hiciste qué?! —Kyungsoo grita—. Junmyeon, esto es lo peor que pudiste hacer —dice molesto. Junmyeon lo mira con ojos llorosos. Kyungsoo no caerá ante esa tierna cara, no cuando ha tenido que cuidar de un deprimido Sehun.

—Está enamorado de ti desde que tenía 15 años, Jun. Prácticamente te tiene en un altar. Te ama, ya habíamos hablado de eso: que si no le darías una oportunidad, no podías acostarte con él.

Kyungsoo ahora entiende la enorme emoción de verlo llegar de Francia. Sehun había hablado de Junmyeon prácticamente todos los días hasta su regreso. Al principio pensó que estaba más intenso de lo habitual, pero jamás imaginó que habían tenido sexo.

Se da cuenta y se le viene a la mente el peor escenario. Ahora entiende todo.

—¡Junmyeon! ¡Sehun hizo un vínculo contigo! —grita, tapándose la boca, asustado. Junmyeon abre los ojos aterrado.

—¡No! Solo pasó un día antes de irme a Francia. Estaba desesperado porque no podía viajar en celo, y Sehun llegó a mi casa y solo pasó.

Junmyeon está temblando. Sabe qué es un vínculo; se lo explicaron desde la primaria, pero no es algo que ocurra fácilmente, y menos actualmente, cuando nadie quiere estar ligado a una pareja de por vida. Jamás debes acostarte con un alfa que tenga sentimientos fuertes por ti, porque su instinto puede registrarte como su pareja definitiva. Los alfas tienden a tener más apego hacia su pareja, y más si formaron un vínculo.

—Por eso se sintió tan traicionado. Para él, ambos son pareja; su mente sabe que no, pero su instinto alfa lo cree. Y sabes lo difícil que es luchar contra los instintos.

Kyungsoo ríe por lo absurdo. Ambos omegas cumpliendo su papel, o intentando cumplirlo. Uno embarazado y otro intentando.

Simplemente instinto.

Junmyeon gimotea y Kyungsoo se siente mal por hacerlo llorar una vez más. No es quien para juzgar la relación de sus amigos, pero ha visto a Sehun sufrir de cerca. Parecía enojado todo el tiempo, pero el mayor sabía lo mucho que se había deprimido.

—Pero creo que es mutuo —dice Junmyeon en voz baja.

Kyungsoo ya no quiere saber nada de esos dos, así que se tira al sillón y prefiere dormir unas horas, dejando a Junmyeon llorando. No está listo para tanto drama.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 17 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

My Lovely BabyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora