PAPARAZZI

-Capítulo 7-

Abandonamos la cafetería después de desayunar, al final Liam decidió ordenar algo más que agua.

Volvimos a la oficina después de una hora justificada.

James estaba en la oficina, revisando el correo y la página web.

-¿Cómo les fue? Pregunto, Liam y yo compartimos una mirada de complicidad.

Si seguía nuestros planes, más pronto de lo que creía podía estar fuera de este negocio.

-Bien, Liam tiene bien puestos los huevos. Ambos reímos mientras palmeaba su hombro.

James asintió con una sonrisa de suficiencia.

-De acuerdo, ¿Firmamos el contrato hoy?

-Claro, no creo que debas aplazarlo. Este chico podría irse. Volví a palmear el hombro de Liam. Él rió.

Nos sentamos en las sillas frente del escritorio mientras James abría la carpeta para que Liam firmara el contrato.

Por la cabeza me cruzó la necesidad de advertirle, pero después de todo. Liam no pasaría bajo mis circunstancias. Él sería más profesional que yo.

Liam estampo su firma sobre el documento, donde señaló James. Estaba demasiado entusiasmado, quería empezar de inmediato.

-Por un tiempo Miley Cyrus no estuvo a nuestra altura, me refiero a que era una simple adolescente. Pero ahora es diferente, se ha convertido en una "niña sexy mala" creo que merece estar en nuestro ojo.

-¿Será mi objetivo? Preguntó Liam, observando entre James y yo.

Pobre chica. Pensé.

-Sí, exactamente. James se levantó de su silla y camino hasta uno de los estantes que yacían al otro extremo de la habitación. No había razón para verlo, se lo que buscaba.

-Diablos, una cannon profesional. Liam era como yo –o como solía ser- un principiante con muchas ganas de demostrar su capacidad. Pero en este negocio sucio, lo único que importaba era tomar buenas fotos y ya.

James extendió en la mesa la cannon, Liam la observaba maravillado.

Era el mismo tipo de cámara que me entregó cuando me uní a esta compañía. Aun la conservaba, pero había otras.

-Será tuya, a cambio de que consigas buenas fotografías. Si no, después veremos... Dijo James, mientras tomaba asiento en su silla.

Liam me miró con una sonrisa.

-¿Quién se encargará de llevarlo? Le pregunté, notando que a pesar de haber establecido un plan para que Richard se quedara, no sería fácil al principio.

-Supongo que Richard, ya que ustedes no han tenido movimiento por la Jennifer.

-De acuerdo, ¿Lo llamas para avisarle? ¿O lo hago yo?

-De acuerdo, si quieres hazlo.

-Bien.

Me levanté de la silla. Ya rondaban las 11 de la mañana, quería largarme a casa con Jenn.

-No me necesitas más, ¿verdad? Le pregunté.

-No, te llamaré si surge algo. Mientras pondré a trabajar a Liam.

-Bien, le diré a Richard que llame después que hable con él para que se pongan de acuerdo.

James asintió.

Me giré hacia Liam para despedirme.

-Te agradezco mucho tu ayuda, hombre, estrechó mi mano con fuerza. Sabía que mantendría nuestro acuerdo.