#3

11 3 0
                                    


LA ELEGIDA ES LA DE CLEMENTE
Durante el almuerzo, solo pudo pensar en su endemoniada memoria. ¿Dónde se la habían escondido? Ahora necesitaba la respuesta más que nunca, dado a su carácter persistente que tenía desde niñita.

-Cariño, no te aflijas por lo de tu memoria. Tiene que estar en algún lado. Y de todas formas, seguro que las fotos que tomaste no eran muy importantes-dijo su madre. Ella no le respondió ni miro.

-No seas irrespetuosa, ¡y mírame a los ojos cuando te hablo!-exclamó molesta su madre.

-A ver madre, dime que tie...- lo que observó, la dejó muda. Los ojos de su madre... vibraban y tenían un color extraño. Definitivamente, eso no era normal. Miró a su padre. Tenía las mismas características. Ya se estaba asustando.

-Dame la memoria-dijo su madre con una voz áspera.

-¿Qué? ¿Yo?-respondió ella algo anonada-. Papá...

-¡Qué me des la maldita memoria cría insolente o te arrancaré dedo por dedo hasta que sufras nunca como antes!-gritó su madre con una voz que no era la suya, levantándose de su silla.

Okey, ya se había asustado. ¿Qué le pasaba a su madre? Siempre habían tenido una buena relación y nunca la había amenazado de esa forma. Sin embargo, decidió contestarle:

-¿Qué rayos pasa contigo? ¡Estoy diciendo desde que llegue que la maldita memoria no está!

Pero su madre se le quedó mirando fijamente, mientras su padre seguía en la luna. Un hilo de saliva recorría su mandíbula.

De repente, su madre hizo un grito gutural mientras doblaba la cabeza hacia atrás y se

lanzó a su hija. Esta no tuvo ni tiempo de reaccionar. Su madre la tumbo al piso, ahorcándola con ambas manos con una fuerza que nunca había conocido de su madre.

-¡Pap...!-intento decir inútilmente, solo un suspiro había salido de su boca. Se estaba asfixiando. La estaban asfixiando mejor dicho. Su visión empezó a volverse borrosa...Y lo último que pudo ver fue a un hombre muy musculoso vestido con una túnica toda roja, y una máscara en forma de dragón que le cubría el ojo derecho.

Su madre la soltó, y se dirigió hacia este desconocido... Y todo se volvió negro.

Ella despertó al día siguiente, pero no en su cama, ni en su casa, ni en su país. Despertó en una habitación oscura, silenciosa. Abrió sus ojos pesadamente, cuando los tuvo abiertos empezó a acostumbrarse a la negrura de la habitación.

Comenzó a distinguir distintas formas, una ventana cerrada, una cómoda y una puerta cerrada. Recién allí cayó en la cuenta de que no estaba en su casa. Ahogó un grito, su corazón empezó a latir desesperado, sus manos y piernas a temblar fuertemente. Gritó. Con todas sus fuerzas. Si hubiera sabido que iba a ocurrir luego, mejor se callaba. Pero lo hizo, y por unos segundos se quedó pensando en sus padres, principalmente el ataque de su madre y en qué tenía que ver la memoria de su cámara. Porque sentía que tenía algo que ver con todo esa situación.

Pero el tiempo de silencio se terminó...

Tienen hasta el 16/3/16 Para enviar sus continuaciones SOLO POR LA ENTRADA, WATTPAD O FACEBOOK

Letreando ABANDONADO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora