2. Pesadillas
-Perfecto, descansa cariño mañana empiezas- pero donde iba a dormir si no tenía hogar -¿Qué pasa? Ya puedes largarte-
-No tengo hogar- susurre para mis adentros, el cual fue un intento fallido ya que él lo escucho
-¿Que has dicho?- mierda me ha escuchado
-Nada, me voy- estaba levantándome de la silla para retirarme cuando escuche
-Nena, creo que no has entendido, soy tu jefe y si yo pregunto algo, lo contestas- trague pesado, el miedo me invadía, a pesar de que ni siquiera se había parado de su lugar, su voz era profunda e imponente, a pesar de que no era más que un par de años más grande que yo, el imponía respeto -¿Entendiste?- solo asentí -Entonces... ¿Qué has dicho?-
-No te... tengo hogar- tartamudee a lo que solo soltó una risa ronca por mi nerviosismo
-Oh eso- dijo sarcástico -¿Cuál es tu nombre y edad?- su pregunta me desconcertó, pensé en mentirl... -Nena si no quieres morir no te atrevas a mentirme- mierda, lo había notado
-Mickie Allen, 16 años-
-Ese estúpido de Carter, me ha traído a una puta niña- se dijo a sí mismo mientras apretaba el puente de su nariz, y una mueca se reflejó en mi rostro a causa de su comentario
-Puedes quedarte en una de las habitaciones de esta mansión, pero será bajo llave- no me agradaba la idea pero no tenía a donde ir así que asentí en señal de que estaba de acuerdo -Carter está afuera- pronuncie un "gracias" casi nulo, gire el pomo de la puerta para encontrarme con Carter quien me llevo a una habitación simple pero acogedora y a la vez elegante, cuando escuche la llave indicándome que me encerraban, suspire, me dirigí al baño dispuesta a tomar una ducha pero me interrumpió un timbre que sonó desde un cajón de la pequeña cómoda que había a un lado de la cama, abrí aquel cajón con el ceño fruncido para encontrarme con un ¡phon, lo tome y en la pantalla podía leerse "Himbler" haciendo que mi ceño se frunciese aún más, desbloquee el móvil para ver que era un mensaje.
"Un pequeño obsequio de la casa, no me hagas arrepentirme de mi amabilidad M, mañana saldrás de la habitación a las 10 am.
H."
Escalofríos fue lo que recorrió a mi espina dorsal al notar como me había llamado "M", odiaba que me dijesen así. Tome la ducha que había hecho esperar, al terminar envolví mi cuerpo con una toalla y en cuestión de segundos la puerta se abrió dejando ver a un Carter avergonzado
-Lo siento, debí tocar- decía bastante nervioso, una risita escapo de mis labios antes de darme cuenta, y ahora la nerviosa era yo al ver el ceño fruncido de Carter
-Yo lo... lo siento no debí reírme, no lo volveré a hacer, por... por favor no me hagas daño- Carter seguía callado con expresión neutra hasta que rio estruendosamente -Enserio perdóname- volví a decir con un nudo en la garganta hecho por el miedo, por fin se movió para acercarse a mí, mientras yo ahogaba varios sollozos
-Hey pequeña- me tomo de los hombros para hacer que le viera --no te hare daño, cálmate- solo asentí -He traído algo de ropa para mañana, solo que no tengo idea de que talla seas en eso- se rascaba la nuca nervioso, no entendí a que se refería con "eso" -Mierda niña, me refiero a tus malditas bragas y sujetador- enrojecí cual tomate -Hay varios tipos de tallas, mañana te llevare a comprar ropa- solo asentí sintiendo que mi cara seguía roja, no hubo tiempo de darle las gracias, porque cuando voltee la puerta era cerrada bajo llave nuevamente. Me vestí y recosté en la cama sabiendo que mañana sería un día muy diferente a los demás o al menos eso esperaba, sentí mis parpados pesar y dormí.
-o-
-He llegado- avise en general, mi madre no estaba en casa por cosas de trabajo, Richard estaba bebiendo en el salón, genial, entre a la cocina y vi a Ashton preparando alguna cosa que seguramente sería poco comestible -He porque no me has esperado al salir del instituto- reclame a mi mellizo
-Mickie lo siento, pero estaba muriendo de hambre, me hiciste esperar 10 infernales minutos y como no aparecías preferí irme-
-Maldito Allen, has abandonado a tu hermana por comida, eres un ser desagradable, ojala y esa cosa no digerible que preparas te coma a ti- me burle de su comida, con un tono de enojo obviamente falso
-Oh fiero ratón, calmada- hiso honor a mi nombre (Mickie), luego rio al igual que yo
-Cállate Ash, ¿qué es eso?- señale su plato
-Cereal con Coca-Cola- dijo sonriente mientras yo le miraba asqueada
-¡Mickie!- escuche a Richard llamarme desde el salón, mire a Ashton con miedo
-Calma pequeña ve a ver que quiere, obedece y no te hará daño- su sonrisa me brindo confianza
-¡Mickie maldita sea te estoy hablando!-
-¿Qué pasa?- pregunte a Richard mientras llegaba al salón
-Quiero más cerveza- dijo agitando su lata vacía
-El cervecentro se abre hasta más tarde- dije tan amable como pude
-A mi me toca los cojones si ahorita no está abierto, quiero cerveza así que tráela de una puta vez- respondió con claro enojo en su voz
-Pero donde quieres que la consiga si no está abierto- note que mi tono de voz era un poco alto
-Maldita zorra ¿me has gritado?-
-No, lo siento, no ha sido intencional-
-Aprenderás a respetarme- se paró del sofá y se quitó el cinturón de sus pantalones y soltó el primer golpe -Mickie odio pegarte- una sonrisa cínica apareció en su rostro revelando que lo que había dicho era mentira
-Por favor déjala- Escuche la voz de Ashton -Iremos a buscar las cervezas pero por favor déjala- repetía mi hermano. Richard tomo mi cabello y a jalones me llevo a la habitación, mientras mi hermano trataba de pararlo, pero Richard era un hombre maduro y alcoholizado, con un simple empujón hiso que Ash callera al suelo y se golpeara con un mueble quedando inconsciente, mi hermano era mi pilar y si el caía yo también lo haría, ver a mi hermano probablemente muerto hiso que yo dejara que pelear contra Richard. Llegamos a la habitación y aquel cerdo, me recostó contra la cama, besando mi cuello y manoseándome mientras yo gritaba y lloraba...
-o-
Me levante con un sudor frio recorriendo todo mi cuerpo. A pesar de que no era la primera vez que tenía esa pesadilla era frustrante revivir lo mismo y no poder hacer nada. Hace un año mi pesadilla había sido real y hace un año hui de casa, también hace un año mí pilar; Ashton Allen, mi mellizo, había caído y por lo tanto yo me había derrumbado.
Medio Visual: Richard
♠Azkar♠
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Drug Hedef
Teen FictionMickie Allen, la niña de 15 años que vivió algo que la dejo marcada de por vida, lamentándose cada segundo de su existencia, la pequeña joven que huyo de casa, dejando a su madre preocupada con el maldito cerdo de su padrastro.