Cuatro

196 16 3
                                    

Alex no se percata de que estoy mirándola, y se levanta de su tumbona animada.

¿Pero qué hace?

Creo que soy la única que reconocí a ese chico.
Ese moreno de ojos cafés oscuros, han cambiado del todo, pero como siempre, la mirada sigue siendo la misma.

-Chicas -vuelve a hablar Calum, ahora más cerca, sentado con los chicos a nuestro lado -Ellos son dos amigos, se han mudado hoy de Sevilla.

Levanto las gafas de sol, poniéndome éstas sobre la cabeza y mirando a uno de ellos, con dificultad por el sol, pero lo distingo al instante.

-Hey -acabo por saludar, levantándome de la tumbona y dándole dos besos a cada uno-

Mis amigas repiten la acción, junto a Alex, pero veo que ésta no se da la más mínima idea de todo lo que yo ya he entendido.

Tal vez éstos dos chicos tampoco se hayan dado cuenta de que somos nosotras las niñas a las cuales le hicieron imposible la existencia hace unos cuantos años; pero da igual, todo fue porque éramos niños, todo pudo haber cambiado.

-Ellos se quedarán a pasar el verano aquí, los tíos ya han dicho que hay habitaciones de sobra -sonríe mi primo-

Me incorporo sonriente, claro, falsa sonrisa, y sé que mi hermana debe estar maldiciendo en voz baja que sea así.

-Oigan, no me han esperado -oímos hablar a un chico otra vez-

-Sebas, siempre te esperamos, deberías apresurar tú un poco -reclama el rubio y todos reímos-

Pasamos la tarde en la piscina, entre risas y discusiones de los chicos, pero al fin oscurece y nuestras amigas se despiden para luego volver a sus respectivas casas, al igual que los chicos.

Ahora estoy tumbada en la cama de mi hermana, con la mirada clavada en el techo, sin saber que hacer.

Mi primo con Alex y los gemelos esos, se habían ido a comprar algo para cenar, pero me han dejado sola.

Me decido por bajar y ver si hay algo en la cocina, ya que están tardando más de lo debido.

-All of the doubts and the outbursts keep making love to each other
And I'm trying, I'm trying, I'm trying, I'm trying
All of the doubts and the outbursts keep making love to each other.
And I'm trying, I'm trying, I'm trying, I'm trying, but I -canto bailando, mientras bajo las medianamente largas escaleras de la casa, una vez que llego a la cocina, me quedo pensativa unos segundos, para luego buscar algo en el refrigerador.

-Can't keep my hands to myself
My hands to myself
Can't keep my hands to myself
My hands to myself
Can't keep my hands to myself
I want it all, no, nothing else
Can't keep my hands to myself
Give me your all and nothing else -vuelvo a tararear cuando cierro la puerta del refrigerador y me decido finalmente por unas Oreos-

Sigo bailando y cantando tal canción, pero cuando me doy la vuelta ahogo un grito y doy un salto del susto que me he pegado.

-Joder -murmuro -Menos mal que estaban cerradas -comento, refiriéndome a las galletas-

-Te me haces conocida -habla Daniel, al cual encontré sonriendo divertido y de brazos cruzados, cuando yo estaba cantando tan apasionadamente-

Claro que me conoces chaval, con esos dos años que me has sacado los defectos de hasta las pestañas como no me vas a conocer, me han golpeado, insultado, y apartado de todos por tu culpa hombre, pero se te hago conocida.

-No nos conocemos -hablo, sentándome en un taburete de la isla que hay en la cocina-

-Vale, pues entonces, soy Jesús Oviedo, un gusto.

Me estrecha la mano sonriente, pero miro su mandíbula, su tupé, sus pulseras de la mano izquierda, y por último sus ojos, esa pizca de diversión y nervios que delatan su mentira.

-Encantada Daniel, soy Bianca.

Estrecho su mano encantada, y el chico me mira frunciendo el ceño levemente.

-¿Cómo sabes que soy Daniel si no me conoces?

Oh oh...

-Bian, hemos vuelto -se oye como chillan desde la entrada, y sé que es mi hermana-

-Calum ¿No era que te llevabas a ambos? -pregunto caminando ligeramente con el chico detrás mío-

Mi primo se encoge de hombros riendo y yo lo fulmino con la mirada instantáneamente.

Luego de cenar, la noche se nos hizo imposible a mi hermana y a mi, con éstos chicos no puedes cerrar un ojo, porque tu casa ya no sería la misma.

-¿Qué peli vemos?

Alex intenta negociar con Calum para ver una película de comedia romántica, hace media hora, pero el chico se niega rotundamente a soportar esas tonterías.

Y estoy de acuerdo.

-Pon la miedo -reclamo, ya cansada de que mi hermana proteste por su tonta película-

-¡Bianca!

-La hemos visto diez veces en lo que va del mes.

Mi melliza pone mala cara y se tumba a mi lado en el sofá.
Los hermanos están en otro sofá como el nuestro, y Calum en uno individual, el susodicho corre a apagar las luces de la sala en donde vemos las películas, e inmediatamente comienza ésta a reproducirse.

-Tengo un miedo que te cagas -me susurra Alex, abrazándose más a un cojín-

-Calla calla.

Y ahora la típica música de tensión, hace que ella retroceda cada vez un poco más en el asiento, y yo, viendo lo que tiene en sus manos, me corro a un lado.

A los segundos de esa música terrorífica aparece en toda la pantalla la cara de tal fantasma, el cual he visto mínimo siete veces, pero ninguno aquí lo sabe.

-¡Ah! -un chillido agudo sale de la boca de mi hermana, saltando del sofá y lanzando sus palomitas a la mierda-

-La madre que te parió -maldice en voz baja Daniel-

-A que quieres que te tire la Coca Cola gilipollas.

El chico levanta las manos inocente, sacando algunas palomitas más de su pelo y yo río animada.

-Dejemos ahí la película, por fis -suplica mi hermana-

-Vale, tengo cosas que hacer -anuncio dándome la vuelta para caminar hacia la puerta-

-¿A dónde vas?

Me giro para ver a Calum de pie, con los brazos cruzados y yo le sonrío dulcemente.

Pero antes de que yo pueda responder, llaman a la puerta, y sé quién es, por ello no quiero abrir.
Calum no se lleva bien con todo el mundo tampoco, tiene sus límites, y justo ésta persona no le da buena espina al rubio amistoso.

-¿No abres? -interroga Jesús, enmarcando una ceja con una sonrisa burlona-

Lo miro con cara de asco, para volver a caminar hacia la puerta y abrir de una vez por todas.

-¡Bian! -saluda animado el chico, abrazándome y dejando un beso en mi mejilla-

-¿Qué haces tú aquí?

Veo como mi primo lo mira seriamente, con la mandíbula tensa, y los puños apretados a más no poder con los nudillos blancos.

-Hey, Calum -saluda poniendo sus manos en los bolsillos del pantalón -No sabía que habías vuelto, amigo.

Levantarse Y Seguir [Gemeliers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora