Capítulo 1: Cinco Décadas

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|| "Porcelana" ||

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[Narrador Omnipresente]

"Seraphin" era el nombre que recibía el reino gobernado por la noble familia Shindo quienes han mantenido un reinado desde hace dos siglos y que próximamente será liderado por el décimo tercer progenitor de la familia real, Mikaela Shindo de Hyakuya, joven de "quince" años de edad, poseedor de un encanto fugaz y misterioso, de apariencia casi irreal y magnífica, muy similar a su hermana menor llamada Krul Shindo de Tepes, princesa del reino y una doncella con los mejores modales que le habrían podido inculcar, pero con una personalidad algo sádica y para nada dulce muy contradictorio a su encantadora e infantil apariencia.

Más sin embargo muy pocos saben el secreto de esté encantador reino y es que si alguien se llega se a enterar sería condenado a muerte, ya que la familia real y quienes son privilegiados al vivir con ellos no son lo que aparentan, son vampiros o muy por lo bajo, demonios que descendieron del infierno para sentenciar a nosotros los humanos como viles pecadores.

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[Narrador Yuuichiro]

Caminaba a paso decidido por los grandes pasillos del palacio, mientras múltiples sirvientes hacían una ligera reverencia al verme, no se si era mi vestimenta la que me hacía resaltar mucho, ya que como teniente segundo del "Ejército Demonio Imperial Japonés" tenía que vestir estás ropas.Hace unos cuantos minutos había salido de una reunión con el consejo, por lo que no tuve tiempo de cambiar me por algo más cómodo.

-Yuuichiro-sama -llamo una de las amas de llaves que se me cruzo por el camino- La princesa Krul le busca -hice una mueca de molestia al escuchar sus palabras-

-Está bien -suspire de forma pesada- ¿Ya ha despertado Mika? -pregunte con normalidad-

-A un no, pero la señorita Shinoa está velando su sueño en esté instante -informo con una leve sonrisa en el rostro-

-Ya veo -dije con voz seria, intentando no sonar molesto- Informa le que estaré allí en unos momentos -ordene tranquilamente-

-Enseguida -se marcho, no sin antes inclinar su cabeza-

Seguí mi camino, desviando me unas cuantas veces y a la vez preguntando me, ¿qué querrá esa niña malcriada?, no es que sea irrespetuoso con ella, pero definitivamente no me agrada su presencia cerca de mi y mucho menos de Mika, podrá ser su hermana, pero eso no sustituye el hecho de su atrevimiento al amar a su propia familia, oh bueno, eso es lo que cree él, ya que todos en la guardia real sabemos que Krul no comparte ninguna línea de sangre con Mika, por lo que la convierte en una de las causas de mis celos.

Paré mi andar al notar como frente a mi se encontraba una gran puerta bañada en pintura rosa pastel con toques en blanco.relaje un poco mis facciones y con mis nudillos, toque la puerta tres veces, esperando alguna aprobación para entrar.

-Adelante -permitió la voz aniñada del otro lado de la puerta-

-Con permiso -murmuré al poner una mano sobre la perilla y girar la con lentitud- Me informaron que querías verme -hablé al entrar a la habitación- Dime rápido ¿qué quieres?, no tengo tiempo que perder contigo -escupía con rabia a lo que ella sonrió con prepotencia-

-Tan indiferente como de costumbre -río con un tono burlón- Estás en todo tu derecho de hablarme así, pero ¿podrías fingir que yo estoy por encima de ti? -pidió mientras se sentaba en una silla junto al gran ventanal abierto-

-Já, no te creas tan especial escoria -fui yo quien se río con sarcasmo- Después de todo no olvides tu lugar en esto -recordé, recargando mi espalda contra la pared-

-A un no puedo creer como Mikaela-onni te eligió como amante -una mueca apareció en su rostro- Maldigo la hora en la que se conocieron -susurro con molestia-

-Me sorprende que una vulgar vampiro me hable en ese tono -hice un movimiento raro con las manos-

-¡Cierra la boca maldito demonio! -grito eufórica al mismo tiempo que se acercaba a mi- ¡No permitiré que alguien que sea peor, mucho peor que yo me trate de está manera! -cuando ambos estamos lo suficientemente cerca, alzo su mano en el aire, tratando te abofetear mi rostro-

-No debería de rebajar se a tal nivel, su alteza -su mano fue retenida por el agarre de un hombre de cabellos platas y similares al color lila- Y no olvide que su hermano se molestará si se entera que intento golpear a esté "joven" -sus ojos brillaban con la intensidad de los rayos del sol entrando por el ventanal abierto-

-Me largo de aquí -finalice, saliendo de la habitación y dejando a la mocosa con las palabras en la boca-

Perdí mucho tiempo por una vil tontería, probablemente Mika ya se encuentra despierto y preguntando se por mi repentina desaparición.

Han pasado varios siglos desde que Mika y yo compartimos está relación como amantes, todo comenzó como un accidente pero eso ya lo diré más adelante.

El corredor era inmenso, mientras que era decorado con una bella alfombra color rojo con toques de dorado que fueron bordados a lo largo del contorno de está, la pared era adornada con pinturas de distintos autores, eran impresionantes, pero demasiado aburridas a mi parecer.

Iba tan distraído con mis pensamientos que di un leve brinco hacía delante al escuchar un agudo grito que poco a poco fue disminuyendo con el pasar de los segundos.

Sonreí al reconocer aquella voz.

Continúe mi camino pero ahora con paso veloz.

Quiero ver su figura.

Necesito escuchar el tono de su voz otra vez.

-¿Puedo pasar? -pregunte antes de entrar -irónicamente- a mi habitación-

- . . . . -solo podía escuchar un silencio sepulcral del otro lado-

-Con permiso -dije antes de entrar-

No se que sentía en esté instante, era una especie de mezcla entre felicidad, nostalgia y tristeza.Ver su elegante figura a unos metros de mi causaba que quisiera correr a abrazar lo y no soltar su cuerpo hasta que me quedará claro que era real.

-¿Tuviste una pesadilla, ángel? -dije, recibiendo una mirada de confusión de su parte- Puedes contar me lo que sea, ¿de acuerdo? -lentamente me acerque a él-

- . . . . -su mirada era incomprensible para mi- No te preocupes, yo lo se con total certeza -sonrió de forma tierna-

-Me alegro que pienses de esa manera -me senté sobre la cama sin apartar mi mirada de sus ojos-

-¿Cuánto tiempo dormí? -se acerco curiosamente a mi- -Cinco décadas -respondí acariciando su rubio cabello-

-¿Y tu? -apoyo sus rodillas sobre las frazadas de seda de la cama-

-Tranquilo -pedí- Acabo de despertar hoy por la madrugada.

-Eso me hace feliz -susurro- Reencarnar no es sencillo incluso para los vampiros y como veo, tampoco para los demonios -suspiro cansado-

-Estamos juntos de nuevo -recordé a un manteniendo mi sonrisa- Así que deja a un lado tus preocupaciones.

-Yuu-chan . . . -me miro con sorpresa-

Ahogue sus palabras en un beso, beso que en un instante se tono lujurioso y lleno de deseo por parte de ambos, levemente metí mi lengua en su cavidad bucal, pasando está por los colmillos de mi amante el cual gimió ante el contacto.

-Te amo -susurré cuando nos separamos debido a la falta de aire en nuestros pulmones- Mi príncipe -bese su mejilla con ternura, a lo que sus mejillas adoptaron un color rojo carmín.

-Yo también, Yuu-chan -dijo antes de abrazarme-

"Porcelana"  | Owari no Seraph/Yaoi |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora