The Walking Dead- Conociendo Hilltop (Carl y tú)- PAUSADA

Capítulo 1: El brote

Regresaba de la escuela un poco triste porque la la Srita. Smith no se sentía muy bien hoy. Parecía muy enferma y cansada como si se fuera a morir. Tal ves estoy exagerando pero me preocupó mucho ya que ella es muy buena y divertida y es mi maestra favorita. Ojalá solo sea un virus travieso.

-Buenas tardes Sra. Meyer.- salude a mi vecina de a lado. Ya es una mujer mayor pero es muy divertida y hace las mejores galletas de chispas que he comido.

-Buenas tardes _____.-respondió- si quieres date una vuelta por aquí mas tarde para perfeccionar tu mezcla de galletas- me dijo sonriente.

-¡Por supuesto! pero nunca lograré superarla a usted- dije divertida.

-Tu puedes lograr lo que desees mi cielo- me regaló una sonrisa y entró a su casa.

Hice lo mismo que ella me encontré con la misma escena de siempre. Sami estaba sentado en la alfombra viendo el televisor. Es mi hermano menor por 4 años, él tiene 7 y yo 11. Se que no es tanta la diferencia pero siento que es muy pequeño y que debo protegerlo y cuidarlo de todo.

-Hola enano.- dije burlona.

-¡Hey ya crecí 2 centímetros!- contesto haciendo un puchero.

-¿Enserio? haber ponte de pie.- dije retadora.

Se levantó dejando ver su pijama azul de las tortugas ninja.

-Ya ves _____ ¡te llego al hombro!- dijo triunfante.

-Mmm yo diría que por debajo- solté un risita.

Me saco la lengua y volvió a sentarse en la alfombra.

-¿Sabes en dónde esta mamá?- le pregunté.

-Fue por papá al trabajo, escuche algo así de que estaba enfermo- respondió sin quitar la vista del televisor.

-Ojala se recupere. También mi maestra esta enferma.- le dije.

-¿La Srita Smith?- me dijo con una sonrisa.

-Ella misma- contesté.

-Ella me cae bien. El otro día nuestro maestro falto y nos sacó al patio a jugar a las atrapadas- dijo muy feliz

-¿Quieres jugar?- le pregunte sabiendo cual sería la respuesta.

-¡Sí!- salió corriendo al patio trasero y me empujó- ¡tú la tienes!-

Salí corriendo detrás de él, pero sin lugar a dudas es mas rápido que yo, y me hizo dar muchas vueltas, hasta que por fin, lo abracé por la espalda y caímos al suelo agotados de tanto correr y reír.

Un portazo nos hizo levantarnos de golpe del césped y vimos a nuestra madre muy acelerada gritando nuestros nombres.

-¡_____!, ¡Sami!- gritaba una y otra vez.

Tome la mano de Sami y corrí hacia la estancia.

-Mamá aquí estamos, ¿qué pasa? ¿por qué estas tan alterada?- le pregunte muy preocupada.

Su mirada se alivio en el momento que nos vió a ambos y respiro muy profundo, como si estuviera analizando lo que nos va a decir.

-Hijos, esta pasando algo muy malo en el mundo. Se a generado un virus letal que hace que las personas se vuelvan pues... monstruos. 

-¿Monstruos?- pregunto Sami con miedo.

-Sí. Aun no saben por qué pasa esto pero tenemos que irnos de aquí a un lugar más seguro y rápido.- nos dijo tranquila, aunque yo se que tiene miedo igual que yo.