6.-No tengo palabras

10 1 0
                                    

Mi corazón latía demasiado rápido.

Yo: Esta bien. Mueve tu maldito trasero y ven hacia acá.

José: Señorita Clara, salga del restaurante de comida rápida. Iremos a un lugar especial. Usted tiene que mover el trasero.

Yo: ¡José!

José: ¿Confías en mí?

Yo: Realmente no. Déjame decirte que nos conocemos desde hace 3 días. No puedo entregar mi confianza a alguien que desconozco por completo.

José: Créeme que si no sales de hay te llevaré como costal de papas hasta mi auto. ¿Confianza? ¡Vamos chaparra! ven conmigo y are que me conozcas mejor. Y especialmente yo te conoceré a ti.

Esperen. ¿Me acaba de llamar "chaparra"?; por otro lado ¡no podría estar más de acuerdo con José! para eso son las citas, para conocerse mucho mejor.

Yo: Creo que esta vez has ganado. Solo déjame pagar ¿si?

José: Si.

Guarde mi móvil y me dirigí a la caja para que me cobraran.

–Son dos hamburguesas de pollo, y un refresco manzana ¿está correcto? —escuche decir a la cajera—

–Correcto —repetí—

–Serían ochenta y cuatro pesos.

¿Las hamburguesas de pollo cuestan treinta y cinco y el refresco de manzana a catorce? ¡esto era el paraíso!

–Tome —le entregue el dinero— muchas gracias —guarde el cambio—

–A ti —me dijo antes de retirarme—

***
–¿Lista? —me pregunto José, di un suspiro largo—

–¿Para ver cómo te alejas de mí después de esto...? la verdad so —dije un poco triste—

–¿So? que no se pronuncia "si" —dijo un tanto confundido pero a la vez riendo—

–Es una combinación de "no" y "si" ¿entiendes? —dije un poco molesta—

–Oye tranquila, si no quieres hablar de esto yo... —lo interrumpí—

–Creo que alguien merece que se lo diga ¿no lo crees? —forse una sonrisa—

–Si —bajo la mirada— eso creo.

***
Ibamos en su auto escuchando la canción de Sígala-Easy love. Nerviosa y desesperada no sabía qué hacer... ¿le tendría que decir? ¿me odiara? ¿se alejara?... —Okey Clara, no importa pagaras daños después; sal por la ventana del auto, rodaras, te buscará y te esconderás en los árboles para que ni él ni la policía te encuentren ¿lista? 1, 2...

¿Eli? ¿estás bien?

–¿Qué? ¿dónde? ¿cuándo? ¿cómo? ¿por que? ¿si? ¿no? ¿kalistomente? —¿Qué? ¡mierda!—

–¿De qué hablas? —hizo una mueca—

–Emm... yo —cerré los ojos— José, me gustas pero no quiero perderte.

¿Qué? ¿acaso estas loca? ¿por que dijiste que te gusta? solo dile y ya. No seas estúpida Lizzy...

Hey, tranquila. Tranquila ¿vale? este no es el momento para empezar a decir secretos —detuvo el auto y al momento me miró a los ojos— si necesitas tiempo yo lo entiendo y estaré esperando a que tú me lo digas. — Susurro. ¡Ho Dios! esos ojos verdes reflejan verdad, sinceridad y esperanza en el...—

¿A qué horas debo regresar a casa?

–Clara no...

–¡A QUE HORA, MALDITA SEA!...

–A las 10:50 te quieren en casa.

Son las ocho en punto, tengo tiempo —pensé—

–¿Tus padres están en casa?

–Clara Elizabeth Murguía —dijo molesto— deja de hacer esto...

–¿Quieres alejarte de mí? ¿ha? ¿si? eso quieres ¡estúpida vida! —rodee los ojos al gritar— escucha bien pedazo de chatarra —forse que me viera a los ojos tomando su barbilla fuertemente— ¡yo soy bisexual! ¿si? ¡Ho valla no me mires así! no es nada malo.

–No eso no es malo —me grito—

–No pero esto si: Hace dos años me hacían bullyng en la escuela. Yo sólo tenía once años... —no pude evitar que me cayera una lágrima;  trate de respirar hondo— Vanessa ¿no? ¿no la conoces? pues, ella era mi... vecina de enfrente y ahun que se que nunca la vas a conocer —hubo silencio—... de ella estaba enamorada.Pero ella no de mi. Desconsolada acudí con un terapeuta y el me dijo que mis preferencias sexuales no me deben importar porque HAGAS LO QUE HAGAS... LA SOCIEDAD SIEMPRE TE VERA CON UN ESPEJISMO ESTUPIDO, HAGAS BIEN O MAL LAS COSAS TE ESTARÁN CRITICANDO...—pare... me canse pero enseguida seguí— todo es diferente ahora. Yo te quiero para mí y nadie más.

–No tengo palabras —me miró sorprendido—

Alcé una ceja.

–Yo no te quiero, te deseo.  Yo no te amo. Te adoro. Todo lo que tenga que hacer para que gane tu confianza lo haré —me miró intensamente—Porque esto es el costo de tu amor...

El costo del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora