IV

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- Me voy mañana, debo regresar, ya va a comenzar el semestre. - dijo mirando el porro que el estaba a punto de prender.
-Vale... Menos mal hoy es viernes... Mira lo que traje - dije intentado sonar alegre.
Leyó la etiqueta y cambio su rostro.

Vino viña Maipo.

Amamos el vino, tenemos como un amorío con el, se podría decir que somos los amantes del vino y el vino Maipo es nuestro vino selecto, es bueno, rico y barato.
Es como ya un ritual, intente hacerlo sentir lo mejor posible en su último día, pues tenemos una gran conexión y desearía volverle a ver. Llame a los chicos y hice lo que suelo hacer para las despedidas, pasta a la boloñesa con muchos más inventos de mi autoría (Teniendo en cuenta que apenas estoy cogiéndole el cariño a la cocina).
Tomamos Vino, comimos pasta, nos reímos, hicimos bromas bien pinches pesadas y hasta hablamos de problemáticas sociopolíticas de nuestro país, nuestra hermosa Colombia, que esta bien pinche jodida pero la amo.

-Lyra!!! Joder callate eres una pinche cerda!!- Sintana grito quejándose de mis locuras.
-Jajajaja quien te manda, además seguro lo has pensado o hecho, yo creó que Maria lo disfrutaría- Respondí
-Amm pues en lo personal, no sería mejor comprar de eso como calzoncillos que traen un pene- Dann tan directo como siempre.
-Suena más interesante un plátano verde, Efraim Medina Reyes lo describía de una forma de desquitarse, así que yo lo disfrutaría con el plátano, se lo metería hasta el fondo con un espejo adelante para ver su cara, de "joder en que momento accedí a esto, duele o gusta!" jajajajaja joder!- Dije de lo más entusiasmada.
-Imagen mental no deseada - Andrés dijo mirando el suelo jajajaja Dios amaba sus caras cuando decía ese tipo de cosas.

La noche transcurrió y Dann se quedó muerto en el sofá es una ternura de niño, Sintana se fue como a las 12:34am y yo me quede esa noche con Andrés.

Y fuimos de nuevo, a volar por lo alto, desde que nos conocimos teníamos esa conexión que me hacía sentirme extraña, algo emocionada, algo amorosa, algo ida.
Lo hicimos de nuevo, pero está vez lo entregué todo, lo hicimos hasta quedar totalmente cansados, era una embestida y luego otra y otra... Fue el placer a flor.
Fue inolvidable, nos entregamos a la lujuria y al amor; estoy más que segura que fue la primera vez que lo hicimos de esa manera, volamos como nunca, volamos como entré nuestros sueños y yo simplemente olvidé mis limitaciones, hicimos todo lo que quisimos y nos dimos cuenta de muchas cosas, luna llena que loco...

Nos dormimos y me costaba pensar que el, el fue mío una noche y mañana lo vería irse en un avión para quien sabe cuando volverlo a ver.
Me transcurría un escalofrío, y comenzaba a temblar; pero debía asumirlo..

Humo..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora