A pesar de que intente ocultar de todas las maneras posibles mi estado de ánimo después de leer la información de ese maldito folder, la semana que tuve fue horrible. Al no tener cabeza para más nada que no sea tratar de solucionar este problema, decidí cancelar la salida con Ranndhy.
Era viernes por la tarde y tenía en mis manos mi celular, esta era la última alternativa para evitar este encuentro. Dejo escapar un suspiro y marco el número de mi amiga. Suena tres veces antes de que Evelyn responda.
- Hola. – escuche la voz de mi amiga del otro lado.
- Evelyn por favor di que sí. – El tono de mi voz se rompió al final y mis ojos comenzaron a picar. Me sentía una tonta.
- ¿Qué si a qué? ¿Diane estas bien? – pregunto ella con evidente preocupación.
No tengo muchas amigas porque la verdad no soy la mejor persona en este mundo, y la amistad de Evelyn es una de las pocas con las que puedo contar. Muy a pesar de no merecerlo.
- Por favor intercambiemos clientes. Toma el viaje a Italia para la sesión de fotografía de la marca de ropa y yo me encargaré del francés. – le pedí, no, le rogué.
- ¿Te surgió algún problema? – me pregunto.
- Es algo complicado. – le dije sin explicarle realmente. – Pero simplemente no puedo viajar allí.
- Con todo el gusto lo haría Diane, pero el señor Bourque es algo difícil y ha dejado claro que quiere cerrar el negocio conmigo y no sé si se tome bien que seas tú la que viajes a Paris. – Me explica ella en tono suave y todas mis esperanzas se van.
- Lo mismo me ha dicho Adam pero creí que era una excusa. – Una solitaria lágrima se desliza por mi mejilla y la limpio rápidamente. – Tendré que ir a Italia después de todo.
Mi voz se vuelve a cortar y más lágrimas amenazan con salir.
- Oye estoy preocupada ¿Qué está mal? – sonrió al escuchar la preocupación en su voz. Evelyn es una buena amiga, más de lo que se podría decir de mí.
- Es un poco largo de contar por teléfono. Gracias por todo, Evelyn.
Termino la llamada antes de que pueda decir algo más y me recuesto en mi silla. Bien, tendré que ir a Italia y hacerle cara a mi jodido pasado. Miro el reloj y veo que ya es hora de salir así que tomo mi abrigo y mi bolso y me marcho. Si tengo que enfrentar mi pasado voy a tener que asimilarlo primero y ¿qué mejor que una buena borrachera para hacerlo?
***
Me encontraba enfundada en un vestido azul oscuro que me llegaba a mitad de muslo y unos tacones negros que a pesar de ser divinos estaban matando mis pies. Había decidido venir a un club que frecuentaba y me encontraba sentada en la barra, creí que venir aquí subiría mi estado de ánimo pero ahora creo que ha sido un gran error.
Hay gente bailando en la pista y bastantes parejas dándose el lote por todas partes. Siento muchas miradas sobre mí y soy consciente de que muchas de esas están desnudándome con la mirada.
Recorro con la vista el lugar tomándome mi piña colada y mis ojos se posan en una cabellera rubia acompañado de una pelirroja. Ese maldito infeliz. Su mirada se cruza con la mía y una sonrisa de medio lado se forma en su odiosa cara. Se levanta y camina hacia donde estoy.
- Que maravilla encontrarte por aquí, de nuevo. – me dice Christian el que se hace llamar novio de mi amiga Evelyn.
- Eres una escoria ¿lo sabías? – le digo sin mirarlo y tomando mi bebida rápidamente. Quería irme de aquí.
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LOS JUEGOS DE MI EX TÍO (PLAYERS III)
Literatura FemininaPRÓLOGO El pasado no siempre se queda en el pasado, y menos cuando has estado luchando contra este durante mucho tiempo. La vida me dio una lección muy valiosa a muy temprana edad: lo que fácil viene fácil se va y el "juntos para siempre" solo pasa...